Julio

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Aquella mañana ...

H

oy cumplimos un año- pensé

Me levanté temprano para buscar las cosas para su regalo. Tenía el suficiente dinero, asi que cogí mi chaqueta y salí rápido de mi  casa.

Al llegar a la esquina , ví que un tipo me seguía , me sorprendí y empezé a caminar más de prisa...

De pronto vi que otro tipo encapuchado se me acercaba , pero pude reconocer algo en su mano , un cuchillo...

No, no, no puede ser que esto me vaya a pasar hoy- pensé resignado.

Y tal como imaginé aquellos hombres me atraparon , uno me tomo del cuello mientras me amenazaba con el cuchillo , y el otro me rebuscaba los bolsillos...

Por favor , qué no lo encuentre- pensé.

Pero mis suplicas no funcionaron en un momento el hombre , halló el dinero , me propinó un puñetazo que me dejo en el suelo.

Regresé a casa adolorido, yo vivía solo , me había independizado muy rápido en un pequeño apartamento .

Me sentía triste , demasiado, pero sabía que Vero no me criticaría la falta de regalo , pero yo quería darle algo especial y después se lo compensaría.
Me arregle lo mejor que pude y cubri con una pomada el golpe, casi  ni se notaba, al tocar la puerta fui rápido a abrirla...

Mi amor- me dijo y se lanzó a mis brazos

Yo sólo la contemplaba , era preciosa aunque sé que ella no se consideraba así, me sentía demasiado afortunado de que una muchacha como ella se hubiera fijado en mí, era alta , delgada con unos pechos generosos y unas caderas prominentes, su cabello castaño era hermoso tenia una ligeras hondas, sus labios carnosos y sus ojos , pero que ojos eran divinos de un color caramelo espectacular.

Mi amor , toma mi vida hice esto para ti- me dijó mientras sacaba de su bolso un peluche , era un pandita precioso, ella tenía la facilidad de hacer cosas manuales que le quedaban estupendas , en cambio yo , todo lo que sabía era pintar.
Además de eso me trajo un pastel que suponía ella  lo preparó , cocinaba delicioso.
Al tomar los regalos la besé y la invité  a pasar.
Se veía como una niñita mirando a todos lados , se notaba que esperaba algo pero no dijo nada.
La llevé al sillon , la abracé y comimos el pastel , que por cierto estaba delicioso ... no pasó mucho tiempo así , hasta que ella decidió marcharse, la notaba extraña , quize contarle lo del asalto pero no me atreví, no quería preocuparla...
Sólo le dí un beso de despedida y dejé que se fuera.

Hola , Soy VerónicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora