Esta historia trata de Hanna una chica que la abandonaron siendo ella un bebé, crece en un orfanato y con el paso de los años se va convirtiendo en una chica guapa, listas y inteligentes, así hasta que cumple los 18 años y decide tener una nueva vid...
Hoy es mi 18 cumpleaños a un sigo encerrada en este estupido orfanato, pero hoy es mi día de suerte, sabes el motivo, porque hoy es el día en el que saldré de aquí, tendré una nueva vida, espero que sea mejor que la que e tenido hasta ahora, bueno volveré a escribirte muy pronto.
Acabe de escribir y cerré mi diario, me puse de pie mientras lo metía dentro de mi maleta, cerré la maleta y salí de la habitación, ya era hora de irme por fin.
Cuando salí a la calle pensé que por fin había conseguido salir de ese horrible lugar pero no fue así.
-¡HANNA!- gritó alguien detrás de mi. Me di la vuelta y vi que era la directora del orfanato que andaba hacia mi con mucha prisa.
-¿Que pasa?- pregunte arqueando una ceja.
-No te puedes ir- dijo cuando llegó frente a mi.
-¿Por qué no?- dije y me apoye en mi maleta.
-Porque te acaban de adoptar- mi mandíbula se cayo al suelo cuando escuche eso.
-No puede ser- dije girándome para irme, pero al hacer eso casi me choco con alguien. Levante un poco la vista, vi que era un chico de ojos azules, pelo castaño y con tatuajes, aparentaba tener 19 años era unos centímetros más altos que yo.-Lo siento, me dejas pasa- el chico me miro pero no se movió.
-¿Acaso tú no eres Hanna?- preguntó el chico después de observarme.
-Si y tú ¿quien eres?- fruncí el ceño.
-Él y su familia son los que te han adoptado Hanna- dijo la directora detrás de mi.
-¿QUE?- grite.
-Hanna no grites- reprocho la directora.
-Pero directora ya tengo 18 años ya puedo irme de aquí si quiero- dije girandome hacia ella- ¿Por qué tendría que irme con él?- señalé con mi pulgar hacia atras.
-Porque su familia ya a pagado para que te vallas con ellos hoy- dijo y yo di un fuerte suspiro.
-Esta bien- dije al final rindiéndome- Iré con él- dicho eso me giré hacia el chico y me presenté- Me llamo Hanna y ¿tú?
-Me llamo Alexander Oliver, pero solo dime Alex- cogiendo mi maleta -Vamos-dijo después de despedirse con la mano de la directora.
Me llevo hasta un Jeep negro, desbloqueo las puertas y guarda mi maleta en el maletero.
-¡Sube!- ordenó antes de subir al coche, podría haber salido corriendo ya que este chico no me causaba buena impresión, pero sin embargo no lo hice, lo único que hice fue asentí con la cabeza y me subí sin decir nada.
Miraba por la ventana del Jeep mientras jugaba con las pulseras que tenía en mi muñeca, no sabía el motivo de porqué estaba tan nerviosa con la presencia de Alex, mi instinto solo me decia que no fuera con él.
Alex cogio un desvio haciendo que salieramos solo unos metros de Londre y que nos adentrabamos en un bosque.
"Y si en realidad es un asesino en serie"
"Y si..."
-Podrías parar- Alex rompió el silencio.
-¿Que?¿A qué te refieres?- lo mire con el ceño fruncido.
-Agh a nada- acelero un poco hasta que llegó a una gran casa en medio del bosque.
La casa tenía enormes cristales y unas escaleras que subían a la entrada. Alex bajó del Jeep y yo baje detrás de él, sacó la maleta del maletero.
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Cerró el coche y me hizo una señal para que lo siguiera hacia la casa. Abrió la puerta de la entrada y dejó que pasara yo primero, al cruzar la puerta tuve una extraña sensación como si algo malo me fuera a pasa pero decidí ignorarlo.
-Ven, sígueme te llevare a tu habitación para que guardes todas tus cosas-hizo una breve pausa-En seguida llegara mi familia-dicho eso se puso a andar para llevarme a mi nueva habitación. Suspire y lo seguí.
