5. Primer día de clases

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(Blanca en multimedia)

Ya han pasado seis días desde que vivo con los Oliver y eso está haciendo que últimamente no pueda dormir muy bien, hoy es mi primer día de instituto, aunque no tengo ganas de ir, alguien entra a mi habitación.

-Es hora de ir al instituto- escucho decir a Blanca.

No le hago caso y sigo durmiendo, después de unos minutos Blanca me destapa.

-Ehhhh-le digo volviendo a taparme.

-Como no estés en 10 minutos te llevaré a rastra y en pijama-dicho eso sale de la habitación.

Suspiro y me levanto con pesadez de la cama, medí una ducha los más rápida que pude y me vestí con unos tejanos ajustados, una blusa negra y una chaqueta de cuero, me pinté los labios rojos y cogí mi mochila.

Salí de la casa a buscar Blanca y a Alex que me estaban esperando en el Jeep, me subí en la parte de detrás y saqué mi teléfono que me había dado Blanca.

Pasaron unos treinta minutos y ya habíamos llegado al instituto, era muy grande por fuera, nada más pisar la entrada del instituto me dieron ganas de salir corriendo de allí, pero no lo iba hacer.

-Bueno me podré apañar sola ahora-les dije despidiéndome con la mano.

-Pero...-dijo Blanca.

-No te preocupes estaré bien, nos vemos a la hora del almuerzo-le dije y salí corriendo por el pasillo en dirección al despacho de la directora.

Ya había estado unos días antes de empezar las clases así que más o menos sabía cual era el camino que tenía que llevar. Iba a entrar en recepción, pero al abrir la puerta le di a alguien.

-Auch-escuche una voz masculina.

-Hay lo siento-me disculpe.

El chico se giró a verme y se quedó en shock como si acabara de ver a un fantasma. Le pase mi mano por enfrente de su cara hasta que reaccionó.

-No pasa nada-dicho eso salí corriendo de la sala de recepción, miro en la dirección que se había ido.

-Juraría que lo e visto en algún sitio-susurre, pero de repente me acorde que yo venía de un orfanato y que no conocía a nadie de este instituto. Volví al mundo real dejando de pensar en ese chico tan raro.

***

Llegó la hora del almuerzo y empecé a buscar a Blanca, pero no obtuve resultados, en su lugar encontré a Nicole en frente de su taquilla, Nicole si os acordáis es la chica que salve de ser ahogada.

-Hola-le dije cuando estuve a su lado, ella dio un pequeño salto dándome a entender que la había asustado.-Lo siendo no quería asustarte.

-No pasa nada, es que estoy acostumbrada a que nadie me hable en el instituto-dijo bajando la mirada.

-¿Por qué?-pregunte confusa.

-Porque todos me ven como la chica rara y la Nerd-dijo con la mirada triste.

Me acerqué y la abracé, no sabía el motivo pero me daba mucha pena que las personas la vieran así.

-Pues que te parece a partir de ahora tener una persona con la que hablar-le sonreí alejándome de ella.

-¡Enserio gracias!-dijo casi gritando.

-Que te parece si vamos a comer algo a la cafetería, me muero de hambre-ella cerros su taquilla y me miro.

-Claro vamos-verla sonreír hizo que yo también sonriera.

***

Llegamos a la cafetería con Nicole y cogimos algo de almorzar, empezamos a buscar por toda la cafetería una mesa, pero no la encontrábamos, mientras miraba por la cafetería alguien me hizo la zancadilla y me caí al suelo, haciendo así que se me cayera también la bandeja.

-¿Estas bien?-me preguntó Nicole con tono de preocupación, mientras en la cafetería solo se podía escuchar risas.

-Si-me levante del suelo y busque con la mirada a la persona que me había echo caer.

Cuando encontré a la persona me di cuenta de que había sido el chico con el que me había encontrado esta mañana. Nuestras miradas se conectaron, me acerqué a él y cogí su bandeja y se la tire por encima. Él se levantó furioso de la mesa y me miró con una mirada asesina, por un momento pude ver como sus ojos azules cambiaban de color a amarillo, eso hizo que diera un paso atrás.

-Hey ¿que pasa aquí?-dijo la directora entrando a la cafetería, nos miró de pies a cabeza a los dos.-Tú y tú castigado-dijo la directora señalándome a mi y luego al chico.

-Pero directora...-dije pero la directora no me dejó acabar de hablar.

-Nada de pero-dijo.

-Muy bien-dije arreglándome la ropa y empecé a caminar hacia la salida de la cafetería-¡ESTUPIDO INSTITUTO!-grité antes de salir de hay para que todos me oyeran.

Diario de una huérfanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora