Finale (Serendipity 🌹)

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Jude

Soñaba que esta en un lago de aguas calmas.
Era de noche en un claro y los grillos cantaban al son de la noche.
Usaba las ropas con las que recordé salir esa tarde.
Tenía los brazos y piernas extendidas y flotaba con tranquilidad en el agua.
Todo era paz.
Todo era tranquilidad y entonces supe que me encontraba en mi equilibro.
Oía ranas croar, oía búhos ulular y también oía a mis pensamientos decirme que todo estaba bien.
todo estaba jodidamente bien.

En mi equilibrio no existían padres abusadores.
En mi equilibrio no existía el dolor ni el sufrimiento.
En mi equilibrio era yo contra el mundo.

Suspire y roté las manos y los pies para embriagarme con el frío sentir del agua helada tocando mis extremidades. Se sentían como dulces caricias maternas.
Pensé en mi madre.
En lo mucho que la amaba.
En lo adorable que ella era.

Recordé el fuerte golpe que me dieron en las sienes pero al tocarme no tenía herida alguna.
Volvía relajar mi cuerpo y dejé que el agua me meciera a su gusto.

Comenzó a sonar una canción que yo bien conocía. Era de mis favoritas.
Dulce, tranquila y acogedora.
No era de esas que únicamente hablaban de sexo, tetas y culos.
No.
Era una melodía fina y exquisita.
Hizo vibrar suavemente el agua bajo mi cuerpo.
Siempre quise cantar como ese chico. Tenia una voz tan dulce y envolvente que me hacia desear tener lo mismo que él.
Me tranquilizaba.

Lloré en silencio. El agua era testigo de mis lágrimas. Sinceramente no se ni por que lloro. Solo se, que no estoy triste. Únicamente un par de lágrimas rodaron por mi rostro, y por ser un Sueño… Las lágrimas eran color oro.

Estaba llorando lágrimas de oro…

(Era un néctar valioso y poco difícil de conseguir)

Comencé a sentir un fuego insoportablemente caliente en mi pecho. Ardía de forma incontrolable. Dolía mas que una quemadura con agua caliente. Era como sentir que dentro de mi pecho alguien encendía una hoguera.

Grité hasta sentir que el agua entraba por mis fosas y no podía continuar flotando.
Grité hasta despertarme en un cuarto iluminado.

Un cuarto que poseía muchos animalitos de felpa.
Conocía bien ese lugar.

Me incorporé a paso lento y descubrí que frente a mi había un Espejo de marco de plata.
Tenía una herida cocida que daba a parecer que tenía una pechera o flor colgando de mi desnudo torso.
La Palpé y sentí que el material con el que estaba suturado era súper resistente. Se sentía tibio al tacto y parecía vibrar cuando pasaba la yema de mis dedos por encima. No era un trabajo del todo prolijo.
No me había tocado ni un cirujano ni un doctor. Pero por lo menos estaba vivo.

Recordé que los perdedores me habían atacado pero aún seguía sin poder recordar que había sucedido en mi momento de desvarío. Cuando todo se tornó negro y era yo contra el abismo.

Encontré una pequeña linterna de mano puesta pulcramente frente a la salida y la tomé probando si funcionaba.
Abrí la puerta del cuarto y saludé mentalmente a todos los peluches que allí descansaban. Por un segundo, sentí que ellos me devolvían el saludo.
Cerré la puerta con delicadeza, como si esta pudiera sentir dolor si la azotara y caminé por las escaleras del escenario.

××

La figura del chico se perdía en las profundidades de los túneles.
Pareciera que la única compañía del joven de cabellos rojos era la luz de la linterna. Pero él nunca supo que la sombra que producía su figura despedía garras y tentáculos que amenazaban con destruir Todo aquello que se Acercara a él.

Jude caminó despreocupado y algo desorientado mientras se preguntaba como había llegado allí.
Bien sabia qué, la única forma de llegar a ese lugar era si Bill lo cargaba.
Mientras seguía recorriendo los caminos, de pronto se tuvo que detener en seco.

Su pecho comenzó a arder de forma feroz. (Era exactamente el mismo dolor que sintió en aquel sueño)
Sentía como se quemaba vivo y comenzó a gritar produciendo un fuerte eco en los caminos.
Lágrimas traicioneras caían por su rostro mientras apretaba con ambas manos su pecho adolorido.
Gritó hasta que sintió desgarrar su garganta y ahora ese dolor producía una confortable compañía al sufrimiento de su pecho.

Solamente eso fue necesario para que Jude comprendiera todo.
De pronto supo por que él seguía vivo.
Supo por que se sentía tan bien cuando no hasta hace mucho, se sentía como la mierda mismo.
Supo que Bill ya no podía estar con él por que había optado por su bienestar.

Y Jude se sintió algo molesto.
Le enfadó el saber que quizás él siempre fue una carga para el payaso.
Sintió que en el fondo, él nunca dejó de ser aquel niño que lloraba cuando oía él silbido del cinturón de su padre azotar su frágil cuerpo.
Gimió de pura furia y frustración.

(Las sombras que se proyectaban a su izquierda mostraban figuras humanoides que imitaban ese acto)

Tomó nuevamente la linterna y siguiendo su camino, de pronto divisó que este se llenaba de grandes globos rojos con forma de corazón.
Estos solo se movían si Jude los empujaba con la mano y parecían volver a su lugar una vez que el pasaba.

(Judy tampoco se volteó a ver que, cada vez que tocaba un globo y lo dejaba atrás, estos parecían tener una mano anormal que empujaba desde adentro)

Oyó en su mente una serie de insultos y golpes secos.
Supo cual fue el destino de su amado.
Inhaló con fuerza y apreció el olor de la redención.

Caminó unos metros mas hasta llegar a la salida de ese lugar.
El anaranjado atardecer caía.
Podía oír a los pájaros cantar una última vez hasta el otro día y Jude no pudo evitar preguntarse cuándo volvería a oír la voz de Bill.

Apoyó su espalda en el borde del túnel con el rostro girado hacia la brisa del atardecer y se permitió por primera vez sentir.
Sentir como hace mucho no lo había hecho.
Su mente formó un poema. Un poemario a mano alzada que vio aparecer frente a sus ojos.
Era algo simple.
Casi carente de belleza artística, pero aún asi, Jude lo sintió profundo.

"Te quise tanto como Icaro quiso al sol,

Porque siempre supe que mi destino era estar contigo,
Porque por más de que me marchitara ese era mi lugar en el mundo,
Porque siempre quise observarte y aprender.

Te amo tanto como Icaro amó al sol.
Fuerte y adictivo,
Peligroso y corrosivo,

Mucho.
Tanto que sus alas se derritieron
Y cayó en la oscuridad, sin importarle su destino."

Jude empezó a reír histéricamente con ambas manos jalando sus rojizos cabellos.
(La cálida luz del atardecer hacia fundir ese rojo incendio con la eternidad del mundo)
Rió estruendosamente hasta que sus carcajadas se convirtieron en un llanto gutural y lastimero.
Los gorjeos tristes que surgían de él sonaban como si dos voces se lamentaran a la vez.

El llanto de el chico cabellos de fuego sonaba a dos tonos.
Una, parecía surgir desde lo profundo de los sentimientos del joven.
La otra, parecía emerger de la herida que ahora sanaba en su pecho.

Jude y esa voz que también salia de él, quebraron en el mas doloroso llanto que ese bosque jamás había oído.
Fue ahí cuando Jude comenzó a deslizarse por la pared del túnel hasta quedar sentado en el suelo.

Y se quebró, joder que se quebró.
Pero esa voz y ese ser hicieron el juramento de cuidarlo por siempre.

Y pensaba cumplir con su palabra…

La Sonrisa de PennywiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora