Capítulo 11

2.6K 266 7
                                    

Susan perseguía a su señor con el corazón en la boca.

Su amado sería entregado a los cazadores, hombres que se encargaban de proteger y cumplir las reglas. Esos hombres matarían a Atienne sin pensarlo.

-¡No! -El señor la ignoro, estaba ocupado arrastrando a Atienne por su larga melena. -¡Ya basta! -Nada. Las sombras eran las únicas que le prestaban atención, le murmuraban e intentaban tocarla. -Por favor...

-Susan...te...amo...-Atienne le sonrio mentras era arrastrado por las escaleras que iban al interior de la mansión. -Siempre...lo haré.

-Atienne...-El señor solto un gruñido y lo arrojo al interior de la mansión. -¡No le hagas daño!

-¡Yo haré lo que quiera! -Las oscuras y horribles criaturas rodearon al señor y parecían entrar a sus venas. -¡Soy el maldito dueño de esta casa! ¡No permitiré que me traicionen!

-¡Él no te hizo nada!

-Claro que no, fuiste tu. -Dos sombras salieron de cada brazo del señor y golpearon a Susan con fuerza. -Eres de mi propiedad, solamente mía. ¡De nadie más! Eres mía, mía, mía. Nadie puede tenerte. ¡¿Nadie en esta casa puede entender que sólo eres mía?! -Las sombras la tomaron de la garganta y la alzaron. -¡Tu cuerpo es mío! ¡EXCLUSIVAMENTE! Nadie en este jodido pueblo, ciudad, país, continente y ningún maldito extranjero puede tenerte. ¡Sólo yo! ¡¿Tienes idea de lo que pagué por ti?!

-¿Pagar? ¿Qué...? -El aire era escaso y Susan creyo estar alucinando. -Yo fui a ti...Tu, tu querías a la niña.

-¿Para qué mierda querría yo una niña? -La comprensión ilumino su rostro. Recordo como Etienne le había dicho que su señor iría esa noche a comprar a la niña para convertirla en su esclava, pero que Susan podía cambiar su lugar si iba de buena gana. -¿Creíste qué me interesaba tu pequeña?

-¡Tú! -Todo estaba planeado. Todo esto fue un plan para hacerla venir, nunca fue por la niña. El señor la quería a ella...a Susan. -¡Des...graciado!

-Me sorprende que creyeras esa tontería. -En el momento que Susan sintio que caería inconsciente, las sombras dejaron su cuello y callo al suelo como un saco de papas. -¿No te preguntaste por qué el maldito de tu antiguo amo no vino a buscarte? Imagino que si yo tuviera una gran suma de dinero en mujeres, no dejaría que me las roben...-El señor arreglo su despeinado pelo. -...A no ser, que me paguen por ellas.

-Maldito...

-Maldecirme no cambia nada, eres mía. Pague tu peso y el de esa niña en oro y le regale dos de las más lujosas de mis villas. Debo decir que el peso de la niña no fue muy costoso. Pero debí dejarla en esa asquerosa casa de porquería.

-¡¿Cómo te atreves?! -Susan trato de alcanzarlo, pero solo consiguio otro ataque de las sombras.

-¡No le hagas daño! -Atienne libero energía por cada poro de su piel. La bomba de luz sacudio la casa entera y rompio todos los cristales. Las sombras cayeron como hojas marchitas, el brazo del señor donde estaban las sombras se cubrio de negro y olio a cenizas.

-Cambie de opinión, te mataré yo mismo.

-Inténtalo bastardo. -El señor balancio su puño en el aire cuando Susan tomo un trozo de cristal y corto su mano. Al oler su sangre el señor, Atienne y las sombras la miraron.

-Matalo y no tendré razón para vivir...-"-Susan, ¿qué haces?" La voz de Atienne en su cabeza estaba llena de preocupación. Ella no le respondio. -Dejalo vivir y me quedaré contigo.

-No te habías daño. -Susan coloco el trozo de cristal sobre su corazón y se corto, la sangre tiño su escote y el vestido.

-Pruebame. -La palabra fue dicha entre dientes, pero basto para que Atienne no muriera...al menos por ahora.











Etienne desperto en un jardín, tenía una mariposa sobre su cabeza. Trato de espantarla, pero no pudo moverse ni un centímetro. Recordo al niño, su nuevo amo y carcelero.

-Ya estas despierto. -El niño aparecio, esta vez como un anciano. -Pensé que no podrías acompañarme. -Con esas palabras el cuerpo de Etienne quedo libre. -Andando, tenemos mucho de que hablar.

-¿Qué te hace pensar que voy a ir contigo? -Etienne espanto a la mariposa y se puso en pie.

-¿Tienes algo mejor que hacer? -El anciano tomo la mano de Etienne. -O, ¿será que te gusta estar paralizado en el suelo?

-No. -Etienne se dejo guiar por el niño...¿niño? -Eso asusta.

-Cambiar de forma es algo que no entiendes. Estas limitado a  ser sólo una persona. -El pequeño sonrio. -Los límites de ustedes son tan interesantes. Sus vidas, relativamente largas, pueden ser controlados por pequeños momentos.
-Hablas como si no fueras un vampiro. -El niño cambio a un hombre adulto. -¿Eres humano? ¿Híbrido?

-Soy algo más complejo, pero también soy vida.

-¿Eres vida?

-La existencia en este plano es muy sencilla. Esta bajo mi voluntad. Mis deseos se cumplen. -El hombre miro el cielo. -La lluvia es algo bonita en esta época.

-¿Lluvia? No esta...-Una pequeña llovizna comenzo. -¿Qué...?

-Es algo aburrido, con el tiempo este pequeño paraíso se convierte en una prisión.

-Sin duda parece aburrido poder controlarlo todo.

-Controlo más de lo que crees. -El niño entro a un laberinto acompañado por Etienne, caminaron y se detuvieron en un pequeño rincón. Una mesa y unas sillas estaban completamente limpias y organizadas del mismo modo que las mesas olvidasdas del laberinto de su señor. -Por favor, toma asiento.

-Gracias. -Etienne se sento sin decir nada más.

-Este lugar es especial, es algo que pronto entenderás. -El niño volvio a ser un anciano. -¿Quieres té? -Un juego de tazas y tetera con una bandeja de postres aparecio. -Es muy delicioso.

-Imagino que si.

-No tengas miedo. -El anciano le dio un sorbo a su té. -Este es un momento muy importante. Estamos de fiesta.

-¿Qué celebramos?

-El inicio.


La Dama del Vampiro.© [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora