Capítulo 3

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Astreia contemplaba a Susan mientras trabajaba. No era que estuviera preocupada por la amenaza de Susan.

-Pensé que no estarías aquí. -Astreia miro a Joel. -Mis disculpas mi señora, yo no se que me...

-No, no sabes que te pasó. -Astreia abofeteo al hombre. -Yo soy tu señora, tu dueña y ama. A mi me debes respetar. ¡Soy tu dueña! -Joel espero otro golpe, pero nunca llego. -¿Etienne? ¿Qué haces?

-No hay necesidad de usar la fuerza.

-Yo decido si es necesaria la fuerza o no.

-Le recuerdo mi señora, que esta aquí en contra de la voluntad de su esposo y que usted no tiene permito estar aquí.

-¡Yo soy la señora de esta casa! -Astreia pateo el suelo. Parecía toda una niña y no una mujer adulta.

-Puedo llamar a mi señor, su esposo, para que usted pueda decírselo.

-Creo que no es necesaria la violencia. -Astreia se alejo de ellos y se fue.

-Gracias Atienne. -Joel lo miro disimuladamente. -No tenías por que...-

-No tienes que agradecerme. Siempre voy a ayudarte. -Atienne miro a su amigo de toda la vida y su antiguo amante. -Estas triste.

-Para nada. -Joel intento sonreír, pero solo consiguió una mueca. -Solo estoy algo decaído. -Atienne arqueo una de sus cejas. -Te ves más feliz.

-¿Eso es lo que te preocupa? -Atienne se acerco y tomo la barbilla de Joel e hizo que lo mirara a los ojos. -¿Cómo puedes preocuparte de que te olvide? Fuiste y serás, el mejor de todos.

-Eso solo lo dices porque aún no duermes con ella. -Joel miro un punto lejano detrás de la cabeza de Atienne.

-Literalmente solo dormí con ella.

-Lo se. -Joel casi tuvo un ataque de celos, pero se contuvo. Por primera vez Atienne deseaba a una mujer que su hermano también deseaba. -Será cuestión de tiempo para que ustedes tengan sexo.

-Y, ¿por eso crees que te voy a olvidar? -Atienne le dio un beso en la frente. -Eres único en tu clase Joel. -Joel comenzó a reirse.

-Tu eres el único en su clase aquí.

-Tu me entendiste.







Etienne se sorprendió al escuchar una voz. Era diminuta y parecía la voz de alguien pequeño. Se fijo bien y era la risa de un niño.

-¿Qué...?

"-¿Lastimaste a mi mami?" - La risa se volvía más cruel. "-¿Lastimaste a mi mami?"

Etienne intento sacar la voz de su cabeza. Pero quien quiera que le hablaba era mucho más fuerte que él.

"-Sal de mi cabeza."

"-Lastimaste a mi mami." -Ya no era una pregunta. La voz se volvió gruesa, parecía un adulto. "-¡Lastimaste a mi  madre!" -El cristal de su prisión se sacudió con fuerza. Etienne fue arrojado al suelo. Luego todo quedo en silencio y calma.

-¿Qué rayos fue todo e...? -Una fuerte briza soplo en el interior de la jaula. Una voz se unió a la anterior y hablaron al mismo tiempo.

"-Le hiciste daño...y lo pagarás." - Etienne sintió que algo subía por su pierna. Arañas. Arañas de diferentes tamaños parecían entrar a la jaula y dirigirse a él.

-No...¡No! -Las arañas le caían desde arriba, subían por sus pies y brincaban a su espalda. -¡Déjenme en paz! -Las arañas entraron en su boca y después a su nariz. Etienne empezó a ahogarse. 

"-Quitalas de mi."

"-Tu no le diste elección, yo no te la daré a ti."

Etienne no pudo responder, se quedaba sin fuerzas. Intento quitarse las arañas, pero cada vez que mataba a una otras más ocupaban su lugar. Justo en el momento que la inconsciencia lo llamaba una de las arañas paso por sus ojos.


La pequeña estaba en una cama  que  no conocía, en un lugar que nunca había visto y rodeada de personas que no recordaba.

-¿Dónde...? ¿An?

-Creo que esta delirando. -Una de las personas, una mujer, toco su frente y removió su pelo. La niña no recordaba esa voz.

-¿Su?...¿Leo?...-Más voces que no reconocía.

"-Corres peligro." -La niña escucho la voz en su cabeza.  Era nueva, parecía amable. La voz de un niño pequeño. "-Deja que te cuide."

-¿Cuidarme? -Todos en la habitación la miraron pero ella los ignoro.

"-No estas segura en este lugar. Todos pueden herirte." -La voz parecía preocupada por su situación. "-Ven conmigo, yo voy a cuidarte." -En ese momento la pequeña vio una mano extenderse a ella. "-Toma  mi mano."

-¿Qué...me pasará...? -Intentaron sacudirla, pero ella no presto atención.

-La perdemos.

-Su pulso esta bajando.

"-Estarás a salvo." -La mano se acerco más a ella. Sintió una corriente fría recorrer su cuerpo.

-¿Moriré?

-No pequeña. -Esa voz..., Atienne.

"-Olvídalo. Él no puede protegerte." -La niña sintió la mano apretar su corazón, aunque su corazón empezó a detenerse ella no sintió dolor.

-Pequeña quédate conmigo. -Atienne la movió, pero ella ignoro el movimiento.

-¿Qué...me...pasará?

-Nada, estarás bien. -Atienne coloco su mano en la frente. Una corriente eléctrica recorrió su brazo, una poderosa fuerza estaba en el pequeño cuerpo.

"-Estarás con Su..."

-Su...-La niña miro a Atienne. -Tengo que irme.

-No irás a ninguna parte. -Atienne intento apartar la fuerza, pero no pudo.

-No puedes tomar esta decisión por  mi. -La niña sonrió y cerro los ojos. -Es el momento de las despedidas.

-No, no hagas esto. -La niña sonrió. Y dejo escapar un suspiro, el último. -¿Pequeña? -Nada. -¡Pequeña!

La Dama del Vampiro.© [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora