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Necesitaba beber así que convencí a mis maravillosos amigos para salir. Maravillosos cogido con pinzas porque vaya dos patas para un banco. Aunque los había conocido por separado, cuando ambos coincidieron se hicieron inseparables al momento. Y nunca me decían que no.

Llevábamos siendo compañeros de vida tantos años que ya eran casi más hermanos que amigos. Roi fue la primera persona a la que conocí en Madrid, literalmente. Nos cruzamos en el aeropuerto y luego le volví a ver comiendo solo en una cafetería. Nunca me ha gustado que la gente coma sola así que me senté y comimos juntos. Aquí seguíamos nueve años después.

Luis había sido un caso aparte, lo conocí un par de años después en mi cafetería. Bueno, no era mi cafetería pero trabajaba ahí así que. Le atendía siempre por la tarde. Llegaba, se tomaba un café con una magdalena y se iba después de remolonear un rato con su libreta. Más tarde, un día que entró con una guitarra, descubrí que se dedicaba a escribir canciones ahí sentado porque le inspiraba ver pasar a la gente. Vino cada tarde durante meses hasta que me invitó a uno de sus conciertos.

Los dos estaban esperándome en el restaurante, ambos sabían que yo era más bien tardona. Hoy el día había ido especialmente bien y luego especialmente mal así que necesitaba desconectar con ellos, siempre haciendo bromas y levantándome el ánimo.

- Pero bueno si está aquí nuestra canaria favorita. - Roi y Cepeda se levantaron nada más verme entrar.

- Depende lo que consideréis vosotros por "estar aquí" - Roi fue el primero en venir a abrazarme mientras se reía, Cepeda fue un poco más paciente.

- ¿A qué debemos esta maravillosa sorpresa? - Juntarnos a cenar un jueves no era algo que solíamos hacer.

- Abriremos la academia en un mes más o menos. Hemos conseguido rebajar el local y Noemí ha dado el sí. - Ambos abrieron la boca sorprendidos de que lo dijera tan a la ligera.

- ¿Por qué no estás contenta? - Eso mismo me preguntaba yo constantemente.

- Pues porque he discutido con Jadel, no soporta que me vaya bien. No aguanta que yo cumpla mis sueños y él se haya estancado. - Roi se había quedado mirándome y Luis se echó las manos a la cara.

- Pues esta noche vamos a cenar y nos vamos a ir de fiesta. ¿Los jueves salen universitarios no? Esas son las que le gustan a Cepeda. - Yo solté una carcajada porque era verdad, últimamente ninguna subía de los 25.

- A todas les gustan los maduritos y el pelo me hace parecer más joven. - Le hacía parecer más joven porque lo llevaba igual de desastroso que los niños de 15 años.

- ¿Te das cuenta del mal rollo que das? Menos mal que al menos tienes un poco de filtro. - Luis se echó la mano al pecho ofendido.

- Es que yo no tengo filtros, si son solo para una noche, ¿qué más me da la edad que tengan? - Yo rodé los ojos porque no me podía creer que hablara un hombre de 30 años.

- Deberías asentar cabeza de una vez, es difícil quererte pero alguna estará dispuesta. - Yo asentí con la cabeza dándole la razón a Roi.

- Disculpad, ¿sabéis ya lo que vais a pedir? - La camarera había venido para salvarnos de la ira del soltero de oro.

- La especialidad del cocinero, sorpréndenos. También otra ronda de cervezas por favor. - La chica nos sonrió y se fue llevándose las cartas con ella.

- ¿Al final habéis convencido a Manu para que trabaje con vosotras?  - Asentí entusiasmada bebiéndome lo que le quedaba de cerveza a Luis.

- Ya sabes que Noemí puede convencer a cualquiera de cualquier cosa. Va a venir tres veces a la semana, va ser uno de los platos fuertes. - Los dos eran unos apasionados de la música y siempre habían apoyado todos mis proyectos.

Together; WarmiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora