Acabé derrumbándome a su lado en la cama después de aquella experiencia. Todavía me notaba con todo el cuerpo en llamas y al parecer ella no había tenido suficiente.
Podía notar a Mimi a mi lado intentando recuperar la respiración. Había cogido uno de los cojines y se había tapado la cara con él... no pude evitar fijarme en toda ella.
Estaba realmente preciosa y yo no me podía creer que hubiera estado perdida en su piel hace unos segundos. Estaba brillando por la pequeña capa de sudor que le había salido. Normal, no sé el momento en el que la habitación empezó a parecer un horno.
No pude evitar girarme hacia ella, para mirarla un rato. Tenía que aprovechar ahora que no estaba pendiente. Mi mano casi fue sola hasta su vientre. Plano, suave.
Ella se quitó el cojín y giró su cabeza para mirarme. Su vista se alternaba entre mis dedos y mis ojos. Su mano atrapó la mía para que cesaran mis caricias, me salía automático tocarla de aquella forma.
- Acepté el trabajo en China por una ruptura. – Me pilló un poco desprevenida su ataque de sinceridad. Estaba mirando directamente a los ojos.
- Te tuvo que hacer mucho daño. - Ella asintió sonriéndome un poco.
- Me rompió el corazón. Cuando acepté el trabajo todos mis amigos me pidieron que no me fuera. - Yo la entendía mejor de lo que me hubiera gustado.
- Necesitabas espacio. - Volvió a asentir liberando mi mano.
- El único momento en el que no quise irme fue en aquella discoteca. - Apostaría que era verdad por la forma en la que me miraba.
- Aguanté dos semanas con él. No podía mirarle después de aquella noche. - Volví a acariciar su vientre despacio, acercándome mucho a sus pechos.
- Ya he comprobado que has invertido el tiempo en aprender. - Le sonreí, las dos sabíamos que detrás de todo aquello había todavía más en lo no nos estábamos diciendo.
- Aún no has visto nada, rubita. - Ella sonrió también y me hizo un chequeo completo.
Todavía tenía los pantalones a medio quitar, con el calentón del momento solo le había dado tiempo a desabrochármelos antes de asaltarme en la entrada de mi casa.
- Quítatelos. - Quería que hiciera mucho más que quitármelos.
Me levanté de la cama despacio, era muy consciente de mi cuerpo y del efecto que tenía en Mimi. No podía despegar la vista de sus ojos. Lleve mis manos hasta la cinturilla del pantalón y ella se mordió el labio.
- ¿Todo? - Cuando volvió a subir su mirada hasta mis ojos supe que no me hacía falta contestación.
Moví las caderas despacio mientras bajaba poco a poco el pantalón. Quería que se muriera por mí, que se volviera loca. Me acariciaba las piernas mientras bajaba sin despegar mis ojos de su cara. Necesitaba ver sus reacciones.
Nuestras miradas se volvieron a encontrar cuando llevé las manos de nuevo a la ropa interior. Las bajé lo suficiente para que pudieran caerse solas y entonces las solté.
Sus ojos siguieron el recorrido hasta el suelo y se quedaron ahí un momento, entonces subieron por mis piernas muy despacio. Su repaso estaba siendo tan tan lento que por un segundo hasta me puse nerviosa.
Se detuvo en mi vientre y luego fue ella la que se movió. Parecía que todo iba a cámara lenta. Su forma de moverse, como se sentó en el borde de la cama, como sus brazos se estiraron despacio para llegar a mis costados.
Abrió sus piernas y yo pude apreciar lo brillante que seguía su sexo. ¿Qué me había hecho esta mujer? Me pegó a ella y yo tuve que controlar el jadeo que estaba a punto de soltar.
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Together; Warmi
FanfictionMe tendré que quedar con las ganas de saber si besas tan bien como quitas el sueño.