X

3.7K 159 20
                                    

Me estaba costando muchísimo concentrarme y Noemí lo sabía, estábamos haciendo facturas y yo solo podía pensar en la foto que me había mandado Mimi por la mañana.

Llevamos casi toda la semana sin poder quedar porque siempre surgían cosas, ella ya cansada de la situación había decidido incentivarme. Eran fotos que me hacían querer ir a devorarla y a recorrer su cuerpo de todas las formas posibles.

- Ana por favor céntrate, ¡estás en las nubes tía! - Más bien estaba en el cielo.

- Lo sé, lo sé. Te prometo que estoy intentando centrarme, pero tengo la cabeza en otra parte. - Ella se quitó las gafas para frotarse los ojos y suspiró.

- Seguro que lo que pasa por tu cabeza tiene nombre y apellidos, llevas una temporada que brillas mucho y seguro que es por amor. - Abrí mucho los ojos y negué con la cabeza.

- Hablar de amor es meterse en algo demasiado grande, digamos que estoy muy cómoda con alguien. - Esta conversación parecía interesarle mucho más que la contabilidad.

- O sea, te acuestas con alguien pero no hay que hablar de amor. - Yo asentí un poco avergonzada, nunca había hablado de este tipo de cosas con ella.

- No creo que seamos compatibles a ese nivel, tampoco he pensado mucho en eso. Hacía demasiado tiempo que no estaba así de bien y prefiero no plantearme los posibles problemas. - Entornó los ojos y se recostó en su silla.

- Eso suena muy bien en la teoría, pero no me lo creo. ¿Cuánto tiempo llevas acostándote con esa persona? - Me pareció muy mona al no especificar género.

- Meses. - Eso pareció sorprenderla más.

- Es imposible Ana, es que no me lo creo. ¿Estás meses acostándote con alguien y no creáis lazos afectivos? A lo mejor no cruzáis palabra y no ha habido forma de que se creen, pero no sé.

- A ver, somos amigas, supongo que eso contará como crear lazos. - Pareció desinflarse por completo con la respuesta.

- Ana cariño mío, debe ser que los jóvenes tenéis una concepción distinta del amor. ¿Me estás diciendo que llevas meses acostándote con tu amiga y no te gusta ni un poquito? - Esa era una muy buena pregunta.

- No lo sé, estoy muy cómoda con ella en todos los aspectos. Ya te he dicho que no quiero plantearme estás cosas porque tengo la sensación de que se va a joder todo si lo hago. - Ella se estiró para cogerme las manos y sentí que iba a tener un momento madre.

- No deberías tener miedo, lo que tenga que ser será. Si huyes de ello al final te va a acabar dando más fuerte. - Dejé caer la cabeza sobre la mesa suspirando.

- De verdad que no quiero hablar de esto, voy a ir a buscar un gestor en internet porque estoy cansada de hacer estas cosas.

- Me parece bien, yo me voy ya a casa que estoy harta de verte la cara y quiero cenar. Mañana recogemos esto si llegas puntual, que es muy tarde para estas cosas. - Vino a darme un beso y salió de la oficina pitando.

Habíamos dejado la mesa hecha un desastre y yo no tenía el hambre suficiente como para irme a casa ya. Un miércoles por la noche metida en el trabajo porque no tenía nada mejor que hacer en casa, un buen plan para una persona que estaba en la flor de la vida.

Me puse a recoger todos los papeles que había esparcidos por la mesa, Noemí siempre llegaba antes que yo y no era justo que se comiera ella los desastres siempre.

Tardé media hora en organizar todo, también le dejé anotado el número de una gestoría para que llamara mañana. Ahora no eran horas de llamar a ningún lado y encima ella regateaba mil veces mejor que yo.

Together; WarmiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora