Capítulo 13: Desenmascarado

212 9 0
                                    

  Henry estaba frente a mis ojos.

  Él se acercaba a mí lentamente mientras yo a tropezones caminaba hacia atrás arrastrando a Kilian conmigo mientras aún me aferraba a su brazo.

  -No temas mi pequeña -dijo mi abuelo, su voz sonaba igual que siempre, solo que más fuerte.

  -¡Tú estás muerto! ¡Te estás haciendo pasar por mi abuelo! -grité.

  -Soy yo mi Luna, el abuelo Hen.

  -¡Vi cómo te enterraban! ¡Lloré tu muerte! -dije casi en un susurro mientras las lágrimas nublaban mi vista.

  -Hay muchas cosas que no sabes mi niña -dijo.

  Me solté de Kilian y caminé hacia Henry. Las miradas nos seguían como en un partido de fútbol a la pelota. Lo tomé del brazo y lo arrastré hasta la cocina donde cerré la puerta.

  -¿Cómo se supone que estás vivo? -pregunté mientras me apoyaba en la mesa que había en el centro de la habitación.

  -No lo estoy -dijo mientras juntaba las manos y se sentaba mirando el suelo apenado.

  -Exijo una explicación -protesté.
Todo estaba más fuera de control de lo normal. Me costaba creer que mi abuelo estuviese frente a mí y fuera un vampiro.

  -Cuando vi que estaba envejeciendo -comenzó-, decidí que no quería abandonar este mundo; que quería disfrutar del placer de permanecer. Viajé por varios países en busca de los legendarios vampiros; hasta que encontré uno solitario, que al saber que le pagaría si me transformaba aceptó mi oferta. El pobre era nuevo y no se animaba a robar, así que estuvo encantado en aceptar. No te imaginas cómo dolió escucharte llorar mientras bajaban mi ataúd. Tus lamentos mi princesa, fueron como espadas cortándome en mil pedazos. Eres mi tesoro más preciado, siempre lo fuiste desde el día que naciste.

  -No te imaginas cuánto te he extrañado -dije y corrí a abrazarlo, aunque estaba completamente enojada y decepcionada, él estaba allí, alguien de mi familia. Una de las
personas más importantes para mí... La parte de mi corazón que estaba rota por su muerte pareció sanar al fin.

  -Tu aroma sigue siendo el mismo, sólo que más fuerte y seductor -dijo mientras acariciaba mi cabello.

  Las lagrimas corrían por mi rostro y no intentaba pararlas. Al separarnos vi que líneas rojas se encontraban en el suyo, los vampiros lloraban sangre.

  -Yo te sacaré de aquí -dijo al fin.

  -¿Qué? No abuelo... -dije.

  Su mirada fue de confusión y mis pensamientos también.

  -¿Cómo que no? -preguntó.

  -No quiero irme -dije, aunque sin saber por qué lo decía-. Quiero decir, no puedo irme.

  -Pero te tienen encerrada aquí. No puedo permitir que te hagan eso.

  -Me quiero quedar aquí abuelo, hay cosas que debo hacer.

  Su rostro pronto se volvió compasivo.

  -Oh pequeña, has crecido tanto desde el último día que te vi. A veces olvido que ya eres una mujer, el tiempo ya parece pasar muy rápido para mí, cada día parece sólo unas horas. Pero, ¿Estás segura que es lo que quieres?, recuerda a tu familia, a Carolina, Leonardo, Martín y Gabriela, hasta al mismo Isaac, ¿Qué será de ellos sin ti?

  -Lo mismo que fue de mí sin ti -dije-. Ya no pertenezco a ese mundo. Ya no puedo tener una vida normal.

  Era cierto, mi familia estaría muy mal sin mí, pero yo ahora pertenecía a otro lugar, no quería irme de allí.

The Bloody Moon: The Vampire Army (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora