The Bloody Moon: The Vampire Army (COMPLETO)

Capítulo 17: Morir.

  Me dirigí hacia la entrada del castillo, ya podía podía verlos llegar, por lo visto Houdini había abierto el portón desde lejos con magia. Eran demasiados.

  Fátima llegó a mi lado y me agarró fuertemente del brazo.

  —¿Qué hace usted aquí? —preguntó—, Kilian dijo que usted se encontraba encerrada en su el tecer piso.

  Su expresión era de terror. Algo andaba mal.

  —¿Qué sucede? —le pregunté fulminándola con la mirada.

  Pude notar que Fátima se debatía entre responderme o no.

  —Los vampiros creados no soy demasiado conscientes aún, señorita. No tienen demasiado control. Houdini viene con licántropos y vampiros.

  Era peor de lo que pensaba. La puerta principal del castillo se abrió y por ella salieron Kilian, Asderel, Hilarión, Stefan, Johanna, Lucrezia, Herson y unos 10 vampiros que no conocía (probablemente los recién
creados) Houdini, el hechicero, llegó al portón y lo atravesó seguido de los suyos, eran unas 20 personas.

  Fátima se unió a Kilian y sus aliados y yo me quedé parada a un costado, como un objeto de decoración.

  —¡Mi niña! ¡Mi niña! —Henry llegó corriendo—. Tú no debes estar aquí.

  Cuando volví a mirar lo que sucedía a mi al rededor, me sorprendí del cambio drástico que veía ante mis ojos.

  Podría decir que esa noche había sido espectacular en algunos sentidos, pero ahora eso ya era parte del pasado. Un caos se desataba en el castillo Workslit. Había vampiros por todos lados, algunos lanzando a otros por el aire, otros clavando estacas y algunos incluso volando. También había hombres lobo. Su cuerpo estaba cubierto por una espesa capa de pelo, su rostro y su cuerpo se habían deformado por completo. Mostraban sus filosas garras y dientes mientras mordían a quien se cruzara en su camino. Eran completos monstruos,
podría decir que me daban incluso más miedo que los vampiros.

  Busqué a Kilian por todos lados y me costó porque apenas se veía entre los cinco vampiros que junto a Houdini que lo atacaban. El mago le lanzaba varios hechizos y Kilian los esquivaba mientras peleaba con los otros vampiros. Aunque por otra parte, llamaban mucho la atención.

  Algunos vecinos de Transilvania observaban desde lejos, sin acercarse demasiado.

  Vi a Hilarión arrancarle la cabeza a un licántropo sin casi mancharse de sangre.

  No podía quedarme parada como si nada sucediera, mucho menos esconderme. Necesitaba ayudar a Kilian, eso le había jurado sin palabras.

  Ya no importaba si lo odiaba.

  Sin siquiera saber qué hacía, corrí escapando del brazo de Henry y me interpuse entre Kilian y un vampiro de mi misma estatura, de pelo negro corto y mirada desafiante. Como una descarga eléctrica, algo me recorrió el cuerpo y sentí ganas de asesinar a algunos vampiros y hombres lobo.

  —Lisandro —dijo la voz de Clarizza en mi mente.

  —Hola Lisandro, adiós Lisandro —dije y le di una patada en su bello rostro.

  Me coloqué espalda a espalda con Kilian, mientras el vampiro Lisandro salía volando por el aire.

  —Debes irte —dijo Kilian y seguido hizo lo mismo que Hilarión había hecho antes.

  —Conoces mi carácter mejor que nadie Kilian, sabes que no me rindo jamás, además, me estoy divirtiendo —dije mientras le daba un puñetazo a Lisandro, quien se había acercado
corriendo hacia mí.

  Kilian hizo llegarme una estaca y se la clavé en el pecho al vampiro con el que peleaba. Lisandro se deshizo ante mis ojos.

  —¡Buena estrategia! —me gritó Asderel, él se encontraba a unos dos metros de mí. Le guiñé a mi amigo vampiro.