BabyLand🍼[지국]

10•

Habían pasado siete días desde que  Jimin y Jungkook acordaron una segunda cita. Cuando Jimin trabajaba, Jungkook iba al supermercado con el pretexto de comprar "algo indispensable", a Jimin le causaba gracia y ternura. Gracia, por el echo de comprar cosas que obviamente no necesitaba o se podrían encontrar en cualquier lado. Ternura, por el echo de tomar como pretexto las compras para verlo y charlar un poco con él. En una ocasión, fue cinco veces al supermercado, en las cinco ocasiones, le daba el paso a los clientes detrás de él, tan sólo para poder estar en la caja que maneja Jimin. Hubo un pequeño problema con la etiqueta de unas toallas desmaquillantes, por lo cual, la supervisora tuvo que llamar a la persona encargada del departamento de "salud y belleza", para traer la etiqueta y así poder cobrar el producto. Durante ese lapso de tiempo esperando a la encargada, Jungkook aprovechó para charlar un poco con Jimin, preguntando como había ido su semana y cosas triviales. Jimin le respondía lo que el menor preguntaba, hasta que salió a flote el tema de la cita. Jimin le mostró lo entusiasmado que estaba por la cita, sonriendo en todo momento, hasta provocar un leve sonrojo en Jungkook. Cuando al fin la mujer llegó con la etiqueta, Jimin hizo el monto y le dio su peculiar tarjeta a Jungkook, tomando su mano al momento, gesto que hizo a Jungkook sonreír y sin más se marchó. Hoy por fin era sábado, el tan esperado día para salir nuevamente con Jimin. Apenas se levantó, no podía dejar de pensar en ello. Eran las 3:40 pm y él tan sólo quería que las 8 pm llegaran rápido.

Por el momento, mataba su aburrimiento en la PC, jugando Overwash, su juego preferido. Si por él fuera, se quedaría toda la noche jugando, sin embargo, había algo mas importante, su cita con Jimin. Su impaciencia lo llevó al límite, y a pesar de ser apenas las 4:50 pm, comenzó a alistarse.

Apago la PC y tomó dos toallas, la primera para su cabello, la segunda, para su cuerpo. Se metió al baño, cerrando la puerta y seguidamente desnudándose. La curiosidad se apoderó de él, al estar completamente desnudo, tenía mucho tiempo que no exploraba su cuerpo, y bueno, no había notado los cambios en él. Se vio en el espejo, empezando por su rostro, valla que había cambiado, sus ojos eran más grandes y su cabello teñido comenzaba a tomar un ligero color castaño en la raíz. Se dio cuenta que, pesar de haber cambiado, su cara seguía teniendo ese toque infantil. Bajó por su cuello, notando las marcadas clavículas que hacían presencia, su pecho estaba más marcado al igual que su abdomen, sin exagerar, claro. Le gustaba hacer ejercicio de vez en cuando, pues tomando en cuenta que odiaba los deportes, eso era una alternativa para no tener el cuerpo de un cerdo, sus músculos se marcaban levemente en su abdomen y estaba feliz por ello. Se dio cuenta de su estrecha cintura, le gustaba eso, pues se hacia notar cuando se colocaba camisas fajadas, a pesar de que raras vez lo hacía, pues prefería envolverse en una camisa mil tallas mas grande que la suya. Estaba orgulloso de su cuerpo, inclusive, se enorgullecía de su trasero. Cuando se colocaba pantalones ajustados, su trasero, al igual que sus muslos, se hacían notar, ahora que tenía el par de mejillas al descubierto, se daba cuenta que eran suaves. Estaba tan atento a su cuerpo, que no notó cuando una llamada alumbró su celular, sino hasta después de que éste sonó por algunos segundos más. Dejando de lado lo que estaba haciendo, contestó la llamada, sin antes ver de quien se trataba.

- Taehyung, estoy ocupado, ahora, llama más tarde. – Dijo a la persona del otro lado.

- No sé quien es Taehyung, pero si estas ocupado, te llamo después. - Contestó Jimin.

- J-jimin, lo siento, no sabía que eras tú.

- Lo sospeche. ¿Qué hacías?, ¿por qué estabas tan ocupado?. – Preguntó Jimin.

- Yo estaba... – No, obviamente no le diría que estaba observándose. Un sonrojo recorrió sus mejillas, pensando en una respuesta rápida. - Estaba a punto de bañarme.