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Jungkook despertó siendo un tanto sofocado por su compañero, quién aún yacía en los brazos de Morfeo y un semblante despreocupado. Jungkook alzó un poco su cabeza, quitándola del pecho del mayor para poder mirar su rostro. Era un rostro calmado, relajado y adorable, los labios de Jimin se abultaban conforme cada respiración ejercida. Jungkook se ponía a pensar en cómo se vería él dormido. No creo que sería bonito, tomando en cuenta que duerme con la boca abierta y con su cuerpo tan extendido que le daba grácias a sus papás por comprarle una cama matrimonial. Pero ahora eso estaba demás, de echo en estos momentos estaba siendo sofocado por los fuertes brazos del rubio, quién lo abrazaba como si fuese un oso de peluche y lo acurrucaba tanto a él que parecía que tenía una camisa de fuerza que los ataba a ambos. En otro momento, le hubiera parecido incómodo y hasta excesivo la forma en la que Jimin lo abrazaba, pero al parecer ese no resultaba un problema, pues Jimin era una obra de arte digna de museo, sus expresiones faciales tranquilas hacían a Jungkook querer quedarse en sus brazos por mucho tiempo. Por ahora sólo se conformaba por estar abrazado a él y con su pierna por encima de sus muslos. En algún momento de la noche, fue tanto el acercamiento, que Jungkook optó por usar a su mayor como almohada personal envolviéndose en él como enredadera.

Se dedicaba a observar a Jimin, verlo dormir parecería aburrido para muchos, claro, menos para Jungkook, quién se entretenía con tan sólo escuchar el sonido de su respiración. Se acercó poco a poco hacia el rostro del mayor, hasta que sus alimentos chocaron, haciendo que cada uno sintiera lo cálido de su aliento.

- Si me miras tanto, me va a arder el rostro. – Dijo Jimin en tono de burla, mientras abría su ojo derecho seguido de su ojo izquierdo. - Buenos días.

- Buenos días. – Saludó Jungkook.

Jimin se separó un poco del menor para estirar sus brazos que estaban entumidos. Jungkook se sentó a lado de Jimin, mientras que éste ponía su antebrazo sobre su rostro. - ¿Qué hora es?. – Preguntó.

- ¡Oh por dios! Jimin, son las 7:45 am y tú entras a las 8. Llegarás tarde si no te apuras.

- Tranquilo, bebé. – Bostezó. - Todo está bajo control. Dos días antes, avisé que no iría a trabajar por qué tenía que realizarme un chequeo médico. Así que en lo que a ti te consta, en estos momentos estoy con un doctor haciéndome análisis y pruebas de salud.

- Jimin.. No es bueno que mientas, ¿Qué pasará si un día de verdad tienes que ir al médico?, No te darán permiso. – Regañó Jungkook al imprudente chico.

- Casi nunca me enfermo, así que para ese entonces tú ya estarás graduado en tu carrera de medicina y yo tendré consultas a domicilio gratis. – Respondió Jimin.

- Oye, aparte de que iré a domicilio, las querrás gratis. No, todo en la vida tiene su precio, deberás pagarme.

- ¿A sí?. – Preguntó quitando el brazo de su frente y alzando una ceja. - Te pagaré, no te preocupes, tal vez no con dinero, pero puedo pagarte con algo más grande.

- ¡Jimin!. – Rió el menor, golpeando a Jimin en el brazo.

- Oye, que mal pensado eres, yo hablaba de mi corazón y mi amor. Ya sabes, dicen que el amor es la mejor medicina.– Se levantó, giñando un ojo al menor.

- Dices muchas incoherencias. – Rió por lo bajo. - Oye, Jimin. – Llamó la atención de su hyung, quien se encontraba de nuevo recostado a lado de él.

-¿Qué pasa?.

- Tú ammm.. Bueno, ayer, ya sabes, yo.. Tú, n-nosotros, ahhmm... – Tartamudeaba Jungkook, tratando de conseguir las palabras correctas. Movió su cabeza de lado a lado y tomó una gran bocanada de aire para después exhalar. - ¿Qué somos?. – Preguntó, mientras tragaba saliva.

BabyLand🍼[지국]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora