BabyLand🍼[지국]

15•

- Lo siento, Taehyung, no puedo llevarte, es algo entre Jimin y yo. Además, puede ser peligroso, y mira que tú eres muy inquieto. – Dijo Jungkook, mientras su mejor amigo yacía en el sofá y formaba un puchero haciendo berrinche.

Cuando Jungkook se encontraba en su habitación hablando con Jimin vía kakao talk, nunca se imaginó que su amigo estuviera detrás de la puerta, escuchando atentamente lo que el pelinegro decía. Una noche antes, se había quedado en casa de Jungkook a dormir, según él, era un pago por haberlo tenido esperando el día en que amaneció con Jimin a lado. Taehyung estaba aferrado a la idea de ir con Jungkook y Jimin a la carrera de motos esta noche. Accidentalmente, Jungkook se emocionó tanto que no pudo evitar mencionarla, sin pensar que su extraño amigo, estuviera escuchando desde el otro lado de la puerta.

- Jungkookieeee, por favooor. Prometo no hacer desastre y estar cerca de ti. Anda, quiero ver la carrera también, sabes cuánto me gustan las carreras, son emocionantes. - Dijo Taehyung, mientras se revolvía en su lugar con emoción.

- Lo sé, pero Tae, créeme que no son como las carreras que ves en televisión, estas son ilegales e incluso pueden llegar los policías y llevarte.

- También pueden llevarte a ti, y aún así vas.

- Voy por que Jimin me protege, pero tampoco va a estar para ambos al mismo tiempo, si te apartas, será más difícil poder defenderte, Jimin no puede estar cuidando de ambos.

- Pues no necesito que me cuiden y tampoco necesito tu permiso. – Se cruzó de brazos, levantándose del sofá y parándose justo al frente de Jungkook. - Soy mayor que tú, así que no necesito tu aprobación. Me puedo ir en transporte público si Jimin no quiere llevarme. Voy a ver esa carrera quieras o no Kookie, por que si yo estuviera en tu lugar, te habría llevado. Siempre estoy cerca de tí, no me perderé. –Dijo cuidadosamente, mientras relajaba sus hombros. - Jungkook, siempre te llevo a todos lados, desde que éramos pequeños, nunca había inconvenientes por ir al mismo lugar. Voy a ir contigo Jungkook y no vas a hacerme cambiar de opinión, por que eso hacen los amigos, se apoyan y no se dejan botados como papel al retrete o basura al bote. Y si eso significa fastidiarte todo el día, lo haré, créeme que lo haré.

- Lo siento Tae, pero es mi decisión, no irás y punto. - Respondió Jungkook, dando media vuelta y dirigiéndose a la cocina.

-Bueno, si así lo prefieres, por mí está bien. Ya no vuelvo a molestarte con mi amistad, que te la pases genial a lado de Jimin. – Dijo Taehyung, dando un portazo al salir.

Jungkook se sentía realmente mal, pues era verdad lo que su mejor amigo decía, Jungkook y él, desde pequeños fueron inseparables a tal grado de ir juntos a todos lados. Se sentía mal, ya que Taehyung nunca le negaba nada, sin embargo, por otro lado se sentía bien, sabía que estaba protegiendo a Taehyung del peligro en las carreras, tal vez lo compensaría prestándole su consola de videojuegos o comprándole su comida favorita. Jungkook conocía perfectamente a Tae y sabía que a éste siempre se le pasaba el enojo luego de un par de días.

Horas más tarde, Jungkook se encontraba tendido en su cama, Taehyung no volvió en todo el día y la hora de salir con Jimin estaba cada vez más cerca, miraba con impaciencia su celular, buscando un mensaje del susodicho o una llama entrante, pero nada. Al principio Jungkook creyó que el rubio se había quedado dormido o que simplemente lo olvidó, así que, con resignación, dió un suspiro, levantándose de la cama para cerrar la puerta de su casa con llave. Estaba a punto de poner la llave en la cerradura, cuando una intensa luz, se coló por la ventana. Al principio creyó que se trataba de algún auto, pero al mirar por la ventana, sus ojos se abrieron con sorpresa, el guapo rubio y ahora querido novio de Jungkook, estaba en la puerta tocando el timbre. Sin más que hacer, Jungkook se dirigió hacia donde éste se encontraba, mientras Jimin sonreía a lo lejos mirando como la figura de su lindo pelinegro avanzaba hacia él.