Día 1

626 70 3
                                    

Dia 1

Desayunando con bastante rapidez, el castaño preguntaba a su tía por su desaparecida credencial, a lo que esta había comenzado a regañarlo sutilmente.

-¿pues dónde la dejaste?- tomando su café, su tía le miraba con seriedad

-no lo se, según yo estaba en mi mochila- con bastante desanimo, el castaño apenas y tocaba su comida

-bueno, entonces deberas ir a tramitar otra- con algo de diversión veía a su sobrino bufar con molestia

-ya se, es solo que es tan molesto- la sonrisa de su tía se había hecho aún más grande tras sus palabras

-eso te enseñará a cuidarla la próxima vez-

Dando por terminada aquella platica y desayuno, el castaño salió de su hogar camino a otro aburrido día de clases.

Pasaba con calma y desanimo por la calle donde el día anterior se había caído, antes de escuchar que tocaban a una de las grandes ventanas del local de comida a su costado; un extraño rubio que intentaba pasar el gran bocado en su boca parecía estarle hablando.


Demasiado sospechoso.


Ignorando a aquel hombre, comenzo a caminar con rapidez.

-hum...hey..¡oye!- levantándose con gran rapidez de su asiento, dejo el pago por su pedido en la mesa, saliendo del local para alcanzar al castaño quien sin duda lo estaba ignorando- ¿cómo era que decía..? Ah sí; ¡Peter!


¿ese sujeto había gritado su nombre?


Con temor detuvo su camino, volteando a ver al rubio que lo había seguido y parecía intentar recuperar un poco el aliento.

-....¿lo conozco?- sus palabras tenían sin duda la misma cantidad de temor que su mirada.

Y no porque ese hombre se viera sospechoso, no; incluso se veía bastante... atractivo; ante ese pensamiento el castaño sacudió suavemente su cabeza.

-no- afirmó el rubio para después darle una sonrisa seductora-pero podrías hacerlo- un guiño había acompañado a esas palabras; a lo que el castaño dio media vuelta con intención de seguir su camino; claro que había sido por eso y no por el evidente sonrojo que ese extraño acababa de provocarle tras sus palabras y acciones -oye, espera. ¿no necesitas esto?- volteando quedamente el castaño logro ver su credencial en las manos del rubio.

-pense que la había perdido- volteando nuevamente, tomo su credencial de las manos del rubio con una mirada sorprendida y aliviada

-pues si la perdiste, ¿imagina que hubiera pasado si la encontraba un loco o un pervertido? Por suerte fui yo quien la encontro [como si tu no fueras ambas cosas...] shhh...- con una gran sonrisa el mayor miraba la felicidad en los ojos chocolates del contrario tras tener de vuelta su credencial

-pues..muchas gracias ahm....- mirando fijamente al rubio intentaba darle un agradecimiento apropiado aunque era un tanto difícil no sabiendo el nombre del contrario

-Wade...uhm..Wade Wilson- extendiendo una mano hacía el castaño, se presentó con singular alegría, cosa que fue contagiada al momento en el castaño, devolviendole aquella gran sonrisa

-bueno, te debo una Wade- tomando la mano del mayor devolvía aquel saludo, mientras su mirada chocolate se perdía en la azulina del mayor...

36 días para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora