Día 26

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Día 26

Dentro de una cafetería, el mayor cruzado de brazos era revisado por el castaño, quien se enfocaba en ver que el golpe en la mejilla de su amado no fuera demasiado grave.

-no necesitabas hacerlo- murmuro el menor mientras acariciaba suavemente la mejilla del contrario una vez hubo visto que aquello no era nada por lo que esta fuese a inflamarse.

-¿no necesitaba? Te estaba molestando, Peter- y ahí mostraba de nuevo la molestia que aun tenía en su ser.

Había llegado a la escuela del castaño para recogerlo y darle una sorpresa sin embargo la sorpresa la había recibido él al ver como un mocoso unos años mayor a Peter lo estaba intimidando.

Sin contenerse un poco había lanzado a ese tipo al suelo de un golpe, iniciando una pelea en la que terminó con la nariz de ese mocoso sangrante y la amenaza por parte del rubio acerca de lo que le pasaría si volvía a tocar un solo cabello de Peter.

-si, pero podrías haberte metido en problemas- susurro con preocupación el castaño, mientras dejaba su mano en la mejilla del rubio antes de que este la tomara y dejara un suave beso en sus nudillos.

Peter era demasiado lindo, demasiado bueno, demasiado amable y definitivamente nunca permitiría que nadie se aprovechara de eso, así tuviera que golpear a todo el maldito mundo para defenderlo.

-problemas son los que tendrá ese pendejo si vuelve a ponerte una mano encima.- murmuro con gran seriedad, viendo a los ojos chocolate del contrario quien no pudo evitar sonreír con ternura antes de darle un corto beso.

No había un solo momento en que no agradeciera el haberse despertado tarde ese día, pues aquel retraso le había dado la oportunidad de conocer a ese hombre, que tras esa apariencia ruda ocultaba una sonrisa de ensueño.

-...gracias- murmuro con las mejillas levemente teñidas de rojo al escuchar los murmullos de las camareras que les miraban, con bastante mal disimulo, y emoción tras sus risas. Alcanzando a escuchar un "se ven tan lindos juntos" de alguna de ellas que encendió aun más sus mejillas.

-oye, yo haría cualquier cosa por ti, no lo dudes Baby boy, tú eres lo mas valioso que tengo- acariciando sus mejillas con ambas manos el rubio se había acercado para dejar un beso en la frente de Peter.

-Wade...- un suspiro había salido de sus labios mientras su mirada se dejaba perder por la miel que el mayor desbordaba en sus acciones.

-Te amo, Peter- tras un segundo el rubio había desaparecido la distancia entre ambos rostros, besando con suavidad los labios de Peter quien sentía su corazón derretirse ante el contacto tan cálido; contacto que precedió a las sonrisas de ambos al escuchar los pequeños gritos de emoción que las camareras habían soltado.

Separandose levemente, se miraban a los ojos con un amor imposible de igualar....

36 días para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora