35. Sollozos Silenciosos

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"4:56 am

Rubén aún no volvía.

Las manecillas del reloj avanzaban más rápido de lo normal, la oscuridad de la madrugada devoraba sus esperanzas junto con sus ilusiones de que él le quisiese.

Mangel estaba desesperado.

Se movía nerviosamente sobre el sofá de la sala, su pulso golpeaba furioso contra sus costillas, al aliento abandonó a sus débiles pulmones y el sudor le perlaba la frente.

Su compañero de piso, del cual estaba enamorado no volvía.

La gélidez de el departamento le congelaba los huesos  y el alma. Sus orbes oscuros desprendieron el veneno que venía reteniendo desde hace ya tiempo atras, agua cristalina descendió débilmente de sus pálidas mejillas, estrellandose contra la almohada que sostenia su cabeza.

¿Por qué tenía que enamorarse de Rubén?

Se maldijo, se maldijo una y mil veces por sus patéticos senrimientos. Se maldijo por ser tan estúpido.

El sonido del picaporte le sacó de su silencioso llanto, levantó rápidamente la vista y se encontró con aquel castaño que tanto amaba.

Se incorporó y corrió a su compañero, envolvió sus brazos alrededor de su torso y lo apretujó fuerte. Con sus labios repartió pequeños besitos en su adormilado rostro de Rubén, sus manos se aferraron a sus mejillas.

Fue hasta que notó que Rubén había estado con alguien más.

El aroma amargo a perfume barato inundo sus fosas nasales, se separó sutilmente del cuerpo de Rubén y observó como su pálido cuello tenia marcas de labial y chupetones. Sintió como el corazón le fallaba.

  - ¿Rubiuh? -su voz levemente quebrada se hizo presente.

  - Mangel -Rubén arrastró la última vocal: estaba borracho.

Mangel no dijo nada, guío a su compañero a su habitación y lo arropó. Rubén no tardó ni un minuto en caer dormido.

Mangel salió silenciosamente de la habitación del castaño, camino por el pasillo hasta que un sollozo escapó de su garganta, sus rodillas le fallaron y cayó fuertemente contra el suelo.

Abrazó sus piernas y se acurrucó en la pared, los sollozos cortaban el silencio del entorno, las lágrimas quemaban sobre su piel y el dolor lo mataba lentamente.

Se maldijo nuevamente.

¿Por qué tenía que enamorarse de Rubén?"


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Wenas noshes :)

Mañana tengo que levantarme temprano y yo aquí, actualizando.

Iba a actualizar en el otro fic pero ahí me tardo más, el miércoles será :'(

Tengo los dedos congelados :D
Hace un frío que ni los celos me calientan.

Chau, los lobiu Corales míos. Nos leemos el miércoles. <3

Si Fuera... Si Pudiera (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora