¿Que pasa cuando tú supuesta compañera de piso resulta ser en realidad un sexy, motero e irresistible chico molón? ¿Y que pasa si ese chico se encapricha contigo a pesar de saber que tú tienes novio? ¿Y si surgen las dudas?
El primer año de univers...
- ¿Enserio esa es tu película favorita?- respondió irónicamente entre carcajadas, mientras pasaba sus dedos por su terriblemente sexy cabello.
- Pues claro, ¿A quien no le gusta Harry Potter? - pregunté casi ofendida.
- ¡A mi por ejemplo! - dijo elevando la voz y sin parar de reír - Cuando te vi hace tan solo unas horas por primera vez no llegué a imaginar que fueses tan sumamente parda, enserio.
- No es ser friki, ¡Tú si que eres friki! Por el amor de Dios, si tu animal favorito es ''pikachu''...
- ¡Auch!, eso ha dolido... - Contestó entre risas mientras apartaba momentáneamente la vista de mi.
Ya eran casi las tres de la mañana, las 2:53 para ser más exactas.
El tiempo se me había pasado volando, estábamos hablando de diversos temas. Dani me contó que era la primera vez que salía de su ciudad natal, que había vivido toda la vida con sus padres y sus dos hermanas pequeñas (gemelas), a las cuales adoraba por lo poco que pude deducir. También me contó que acababa de terminar con su pareja (la cual se llamaba Laura) y que había sido muy doloroso para el, ya que ella le estuvo engañando con uno de sus mejores amigos durante un largo tiempo.
Después de todo no iba a estar tan mal compartir piso con él.
- ¿Tienes miedo? - preguntó cortante bajando el tono de su voz.
- ¿De que? - respondí curiosa.
- De no poder hacer amigos - contestó levantando la vista sutilmente. Sus ojos brillaban y en su expresión se podía notar la preocupación y el miedo que tenía.
- Bueno... Un poco sí. Me cuesta mucho encajar y abrirme a la gente pero confío en que todo salga bien, espero... Por lo pronto ya tengo un nuevo amigo, ¿no? - contesté con una sonrisa de oreja a oreja formando esas pequeñas arrugas que me salían en el contorno de los ojos cuando reía.
- Por supuesto. - dijo sin más.
Después de eso nos dedicamos una mirada complice, recogimos la mesa y fuimos cada uno a nuestras respectivas camas. Acabábamos de conocernos, pero me atrevería a decir que me cae bien.
*****
Apagué el despertador rápidamente. No estaba dispuesta a llegar tarde el primer día de clase.
Me incorporé lentamente, me puse mis zapatillas de estar por casa y fui directa hacia el cuarto de baño para tomar esa merecida ducha que tanto ansiaba.
Estaba muy entusiasmada y a la vez asustada. Quería que todo fuese perfecto en mi primer día. ¿Haría nuevos amigos? ¿Encontraría mi clase? ¿Aprobaría este curso?. Todo dependía de mi.
Enrollé mi cabello suavemente en una pequeña toalla rosa y me sequé el cuerpo lo más rápido que pude. Tras esto fui hacia mi habitación, me quité el pijama y abrí mi armario de par en par para poder ver mejor toda mi ropa. Me puse unos vaqueros ajustados y una sudadera roja oscura. Nada del otro mundo. Solo quería sentirme cómoda y segura de mi misma en mi primer día, aunque me resultase difícil. Por último recogí mi pelo rápidamente en una coleta y salí disparada de mi cuarto.
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Salí al salón, cogí mi mochila y me dispuse a salir apresuradamente.
- ¿Quieres que te lleve? -sonó una voz tras de mi.
Me giré antes de salir por la puerta y me encontré a Dani justo delante mía. Asentí con la cabeza en señal de afirmación. Salimos a la par y bajamos a por su moto, que estaba justo en la puerta del edificio. Cogió otro casco rojo para que yo pudiera montar también y me lo puso delicadamente sobre mi cabeza. Pude sentir el calor de sus manos acariciar mi cara con sumo cuidado. Una vez me lo puso me dedicó una bonita sonrisa y me ayudó a montarme.
Llegamos enseguida, así que bajé de la moto con cuidado de no caerme (soy muy patosa).
-Muchas gracias Dani en serio, ¡Eres el mejor!- le di un beso en la mejilla y me marché corriendo.
Pero no duró mucho la ''carrera'' ya que antes de que me diese cuenta me encontraba con la boca abierta de par en par observando el majestuoso edificio que se encontraba ante mis ojos.
La universidad era realmente grande, con una gran escalinata justo en el centro. Todas las paredes estaban decoradas con diferentes tipos de diseños y algunos eran sorprendentemente bonitos. Miles de estudiantes se paseaban apresurados por los pasillos.
-Lo siento, no me había dando cuenta - dijo una chica tras chocarse conmigo.
Ella era una chica realmente guapa, seguro que una de esas que tienen a todos los chicos a sus pies. Morena de pelo largo y rizado, delgada, ojos marrones rasgados, pequeña nariz, impecable piel, increíble ropa, impresionante sonrisa... En definitiva, era perfecta. Pero como mi madre solía decir: ''las cosas aveces no son lo que parecen''.
-No importa, está bien- contesté sonriente.
- ¿Eres nueva?
-Yo..., ¿Como lo has sabido?...
- Por favor, se reconocer una cara nueva cuando la veo. Como la de ese chico de ahí que por cierto está para comersel...
-Me llamo Emma- respondí alargando mi mano a modo de introducción, ella me sonrió.
-Yo Carmina, encantada de conocerte.
De repente el timbre sonó. Se escuchó tan fuerte que incluso pegamos un rebote del susto. Nos miramos y comenzamos a reírnos a carcajadas.
-¿Ves esa puerta grande del fondo?, pues es el salón de actos. Dirígete allí, es a donde van los alumnos de primer año, pero no te sientes al lado de la ventana por que el olor allí es infernal. Y si por un casual alguien se niega a querer ser tu amigo, grítale estúpido. ¡Adiós!.
Y sin decir nada más, Carmina se había esfumado lo más rápido posible de mi vista.
Tomé aire por unos segundos y me dirigí al salón de actos.
