Capitulo 21 - Al final del día, siempre estoy sola.

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-Emma...

Pronunció mi nombre entrecortado, intentando juntar oraciones, intentando decirme algo... Él estaba mirándome con sus pequeños ojos rojos, su pelo estaba completamente empapado en sudor, tembloroso... No podía seguir sufriendo de esta manera.

Habían pasado dos semanas desde que le ingresaron y no había podido regresar a su hogar en todo ese tiempo. Yo le visitaba aproximadamente dos veces por día y Dani solía venir cada dos días. No sabía muy bien de que hablaban, pero parecía que se habían echo buenos amigos.

-¿Si?- dije sonriente mientras retiraba su sudoroso pelo de su frente.

-Quiero que seas feliz- me dijo mirándome fijamente a los ojos.

Nico siempre sabía que decir, siempre sabía sacarme un maldita sonrisa incluso en las situaciones más difíciles. Yo jamás podría ser así, nadie podría ser así. Él era único e inigualable en todos los aspectos.

¿Sabes esa sensación de volver a escuchar una de tus canciones favoritas cuando ya no te acordabas de ella?, esa sensación la producía Nico con cada frase que elaboraba. Él era todo lo que tenía, todo lo que me quedaba. No podía imaginar una vida sin él, no puedo.

-Claro que lo seré Nico, siempre estarás conmigo- le respondí sonriente ignorando el echo de que estaba muriendo.

Él sabía que yo estaba esquivando y obviando el echo de que estaba a punto de morir. Pero en ese momento prefería no decirlo en voz alta. Era demasiado doloroso como para ser cierto. Parecía una de esas pesadillas de las que te despiertas ahogado y con el corazón agitado.

-Emma, va en serio- me contestó él cortante

Sabía a que se refería, él ya había asumido su desdichado destino, pero a mi me costaba más. No podía creer que esto me estuviese pasando a mi. Todo el mundo que se acercaba a mi acababa mal, en todos los sentidos. 

Quizás el problema era yo.

Quizás todo fuera culpa mía. 

Al fin y al cabo yo fui la que engañó a Nico, yo fui quien le dio falsas esperanzas a Dani cuando él comenzó a interesarse por mi, yo fui quien no estuvo en casa cuando mi hermano murió, yo fui quien no supo aceptar la muerte de mi madre, yo fui la que alejé a mi padre de mi...

Todo es culpa mía, y no podía hacer nada para remediarlo. 

Yo era quien debía estar en esa camilla de hospital, no Nico. Él por el contrario no había echo nada salvo ser bondadoso y honrado. 

¿Sabes que? 

¡A la mierda todo! 

Ya nada tiene sentido, no tengo a nadie por quien luchar, no tengo a nadie.

''El suicidio siempre es una opción'', suele decir la gente entre bromas cuando están en una mala situación. ¿Pues adivinas que?, que no lo es. No para alguien cobarde como yo que sería incapaz de suicidarse. ''Suicidarse es de cobardes'', se dice, pero la realidad es que la mayoría de nosotros seríamos incapaces. 

Me sentía impotente, rabiosa, dañada, desesperada, nerviosa...

Y no supe que hacer en ese momento. 

Lo único que se me ocurrió fue levantarme de mi asiento y salir corriendo de la dichosa habitación. Solo quería salir para tomar el aire e intentar tranquilizarme. 

Con lo que no contaba era con que Dani estaba a punto de entrar en el pasillo que conducía a la habitación justo cuando yo salía de la misma. 

Es por esto que los dos chocamos. 

-¿Que te pasa?- me preguntó posando sus manos en mis mejillas.

Sentí su fría mano en contrasté con mis ahora rojas y calientes mejillas por la situación en la que me encontraba. Eso me tranquilizó. El problema es que la tranquilidad solo duró aproximadamente tres segundos más.

-¡Apártate de mi!- le respondí gritando mientras apartaba con gran fuerza sus manos de mi cara. 

Dani me miró con desconcierto, con una ceja levantada. Él nunca me había visto reaccionar de esa manera tan brusca e inapropiada, pero como se suele decir: ''Siempre hay una primera vez para todo''.

¿No?

-¡Se puede saber que demonios te pasa!- gritó.

-¿A ti que te importa?- le contesté furiosa mientras apretaba mis puños con fuerza para intentar controlar  la rabia que sentía en esos momentos. 

-Me importa por que tú me importas. 

Sus ojos brillaban. Me quedé quieta, observándole. Dani comenzó a acercarse poco a poco. En ese momento yo solo podía pensar en lo que me estaba pasando en ese momento, en lo sumamente mal que me sentía.

¿Enserio? ¿Estas de coña Dani?, ¿Acaso él pensaba que ese era el momento correcto para ponerse sentimental? ¿Frente a la habitación de mi enfermo novio?

-Aparta- le dije separándole de mi- Tú no sabes nada de mi, así que no te puedo importar. ¡Por el amor de dios! ¡Lo nuestro solo fue una cosa espontáneo Dani! ¿Que te creías, que todo sería perfecto después de un beso?- pausé- Pues adivina que: vivimos en la vida real. Bienvenido a mi mundo, donde la gente muere y mi novio está dentro de una de esas putas habitaciones de hospital rezando por un segundo más de vida. 

-Emma, yo...

-No, déjalo Dani. No me importa tu opinión y no te la he pedido.

En ese momento solo quería estar sola, necesitaba que el mundo me dejase en paz por tan solo unos instantes. 

Sin Nico estaba completamente sola.

¿Estaría sola para siempre?

Y si solo estoy yo, ¿Estaré bien?

¿Y ahora que se supone que debo hacer? Todos los planes que tenía acaban de desaparecer. Se esfumaron cuando Nico me anunció la noticia de su enfermedad. 

Supongo que tendré que enfrentarme a todo esto sola. Al final del día la única persona que se mantiene junto a mí siempre pase lo que pase soy yo misma. 

Tendré que enfrentarme a este insoportable dolor de nuevo, yo sola.

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Esto está a punto de terminar y cada vez queda menos.

Aproximadamente tengo pensados unos tres, cuatro o cinco capítulos, aunque aún estará por ver.

Pero tranquilos, ya tengo planeada una segunda parte.

Gracias por leer y votar. 

🧡❤️💜💛💚💙

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