Estaba muy nerviosa.
Llevaba toda la mañana preparando la casa, ordenando mis cosas, concienciándome.... de que Nico estaba a punto de llegar. Podría aparecer en cualquier segundo.
-Repasemos, ¿Como tienes que ser?
-Amable y educado para que pueda ver que entre tú y yo jamás pasará nada de nada, a pesar de mi contraria opinión- dijo con tono desganado y burlón Dani.
-¡Dani!, ¡Que estamos hablando de Nico!, ¡Mi novio!- contesté ofuscada.
-Por poco tiempo- susurró entre dientes.
Eran las cuatro de la tarde. Dani y yo habíamos comido una ensalada con patatas y nos había dado tiempo a recoger la cocina y ordenar un poco los cuartos de aseos. No sabíamos cuanto tiempo se quedaría Nico, así que preparé un colchón en mi habitación para que, si se quedase a dormir, estuviese lo más cómodo posible.
-Y por si acaso aún no te ha quedado claro: ¡nada de pasearse en calzoncillos por la casa!- recalqué.
-Joder- contestó con tono chulesco.
Crucé los brazos y arqueé la ceja en señal de enfado por su actitud. Él se limito a observarme durante unos segundos hasta que abrió la boca para decir:
-Que sexy estas cuando te enfadas.
Y justo en ese momento... <<Ding, dong>>. Nico acababa de llegar.
Dani se levantó hacia la puerta para que yo no me moviese mucho, ya que aún me dolía el cuerpo en general.
Y ahí estaba él.
Sin perder su esencia, tan guapo como de costumbre. Con esos ojos azules que tanto me gustaban.
Dani
Y ahí estaba él. Con una estúpida camisa de cuadros y unos ridículos vaqueros acompañados por una típica sonrisa de tonto que lograba arrugar sus ojos dejando mostrar pura alegría y entusiasmo.
Alargó la mano lentamente hasta llegar a estrechármela.
-Encantado de conocerte, soy Nico. Tu debes de ser Dani, Emma me ha hablado mucho de ti- dijo sin dejar de sonreír.
Lo peor de todo es que no parecía tan mal chico después de todo.
-Si, encantado de conocerte- mentira, quería que se largase ahora mismo y me dejase a solas con mi futura novia ,Emma- pasa.
Se apresuro hasta llegar al salón y en cuanto vio a Emma fue inmediatamente hasta sus brazos, los cuales estaban abiertos de par en par. La levantó en el aire dando vueltas sin parar. Los dos sonreían, se les veía felices. Se dieron un corto beso en el aire. Solo faltaba añadir un poco de confeti al momento para que pareciese sacado de titanic. Me senté en una esquina del salón y me limite a observar el vomitivo momento y como la dejaba después en el sofá de forma cautelosa.
-Dios Emma, ¿quien ha sido capaz de algo así?- comentó mordiéndose el labio inferior con rabia.
-No es para tanto Nico, no te preocupes. Me he visto envuelta en peores situaciones.- contestó ella tan alegre y adorable como siempre.
Nico agachó la cabeza.
-Eh tonto, ¿Que te pasa?- dijo Emma mientras levantaba la barbilla de Nico con sus delicadas manos.- Te tengo dicho que no me gusta que llores, que se te arrugan los ojos y pareces un tonto.
Nico rió de nuevo. La imagen era realmente enternecedora, aunque a mi me resultase realmente desagradable.
Los dos continuaron hablando durante toda la tarde, poniéndose al día. Al parecer Nico era un empollón de esos que se dedican a estudiar sin parar incluso en fines de semana. Se acababa de examinar del C1 de alemán y sabía hablar inglés a la perfección. Sus notas académicas eran excelentes, nada menos de un sobresaliente. Él vivía en un pequeño apartamento a las afueras de Barcelona con quien parecía ser un amigo de la infancia de ambos: Robert.
La tarde transcurrió en un abrir y cerrar de ojos. Nico incluso se ofreció a ayudar a desinfectar las heridas de Emma y repitió sus vendajes. Parecía que estaba estudiando medicina en lugar de literatura inglesa e idiomas.
Él era realmente encantador, divertido y sobre todo: parecía un tío legal. Lo cual me daba mucha rabia e impotencia. Era el típico chaval del cual me gustaría hacerme amigo sin pensarlo si no fuese por que está con mi sexy compañera de piso.
¡Dios!, ¡sus buenos modales y educación me estaban sacando de quicio!. Él no podía caerme bien, eso lo complicaría todo.
Llegaron las diez de la noche, y como Emma estaba indispuesta y apenas podía moverse decidimos pedir comida china y ver una película más tarde para no salir de casa.
Cuando llegó la comida Nico y yo fuimos a la cocina para terminar de colocarla en platos y poner la mesa.
-Así que tú eres el famoso Dani- dijo él rompiendo el silencio.
-Sí, y tú el famoso Nico- contesté irónico.
-¿Y que estudias?- preguntó.
-Historia del Arte, estoy en una universidad muy próxima a la de Emma.- respondí orgulloso.
-¡Genial!, a Emma le vendrá bien tener un compañero de piso que esté interesado en su misma materia y sea capaz de ayudarla. Yo no soy capaz de comprenderla en ese campo. Ella siempre quiso ser artista, solo que yo no tengo muy buen criterio en arte y por ello suele molestarse y decir que mis opiniones no son ''constructivas''.
¡Joder!, ¡No podía soportarlo más!, ¡Era demasiado bueno para ser verdad!, es más ¡Estaba echo a medida para Emma!, ¿Como podía competir con eso?
No podía.
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BAJO SU CAMISA
Teen Fiction¿Que pasa cuando tú supuesta compañera de piso resulta ser en realidad un sexy, motero e irresistible chico molón? ¿Y que pasa si ese chico se encapricha contigo a pesar de saber que tú tienes novio? ¿Y si surgen las dudas? El primer año de univers...