Capitulo 14 - De mal en peor.

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¿Alguien me puede explicar que me pasa? ¿Que cojones esta mal conmigo?

No paro de pensar en el beso que nos dimos ayer Dani y yo. ¿Como he podido hacerle esto a una de las personas mas importantes de mi vida? ¿Como he podido hacerle esto a mi propio novio? 

Se suponía que Nico debería de ser el amor de mi vida. Por Dios, ¡Él es perfecto!. Es todo lo que siempre he buscado, tiene todo lo que hay que tener. Para todo, para nada, si sobra, si falta... Él siempre ha estado ahí. ¿Y así es como se lo pago? El fue quien me consoló cuando pasó la tragedia, incluso fue al funeral de mi madre a pesar de que por esa época ni siquiera hablásemos. 

Soy la peor persona que existe sobre la faz de la tierra. 

Pero a pesar de todo no puedo evitar sentirme así por Dani. Con él, me siento viva... Se dedica a sorprenderme continuamente y sin ningún motivo aparente.

En ese preciso momento la puerta sonó , interrumpiendo mis profundos pensamientos. Lo que me faltaba: abrirle la puerta a mi sexy, motero compañero de piso al cual besé anoche, más de una vez. ¿Que se supone que le diría?

Tenía que afrontar mis problemas así que me armé de valor y con gran decisión abrí la puerta. Lo primero que encontré fueron sus preciosos ojos marrones. Que bueno estaba el cabrón... Pero después me di cuenta de que no venía solo. 

Sostenía entre sus brazos una pequeña cajita violeta entre abierta, por la cual dos pequeños gatitos asomaban sus pequeñas orejas.

-¿A que viene esto Dani?- pregunté con tono calmado disimulando mi emoción.

-Son para nosotros, he pensado que nos vendrían bien para hacernos compañía en casa. Son hembras, una de las gatas se llama Luna y la otra se llama Dani. 

-¿Le has puesto tu nombre a una gata?- pregunté extrañada.

-Bueno... no exactamente- dijo- ¿Recuerdas que el primer día que nos conocimos pensabas que era una chica en vez de un chico?

-Sí.

-Pues he pensado que Dani sería el perfecto nombre para esta pequeña, así podrás acordarte de mi cada vez que la acaricies.

-Mira que eres raro...¿Y por que tu gata se llama Luna?

-Por que ayer había una gran Luna, y quiero recordar ese momento siempre.

Estaba temblando, no sabía que decir ni hacer. Una vez más aquel loco impresentable había conseguido sacarme de mis casillas y lo peor de todo es que me encantaba. A pesar de ello no podía seguir cargando con esta culpabilidad. Nico no se merecía lo que le estaba haciendo. Le quería, y engañarle me estaba matando por dentro. 

-Tenemos que hablar Dani. 

-No Emma, se lo que vas a decir- dijo tapando mi boca- no digas nada, prefiero seguir pensado que lo que tuvimos fue real, que tu sentiste lo mismo que yo.

-Yo... no se que decir- comenté a punto de llorar.

-Estoy enamorado de ti Emma.

Y sin decir ni una sola palabra más me apartó y pasó a su cuarto. 

*****

-Por favor, dime que te vas a poner ese vestido naranja que tan bien te queda- dijo Carmina.

-De echo, he pensado que me vendría mejor ponerme el vestido azul que me regaló mi padre por mi cumpleaños el año pasado. 

-Bueno, ese tampoco está mal.

-¿Has avisado a Anabel?

-Que si, que a las 23:00 en gran vía- dijo con tono burlesco.

-¿Tu que vas a ponerte?

-Ya lo veras nena, nos vemos en media hora- dijo segundos antes de colgar.

Y así fue, a las 23:00 estábamos las tres en Gran Vía, a punto de emprender nuestro camino hacia otra de las muchas fiestas universitarias de Madrid. 

Al menos esperaba que no pasase lo mismo que pasó en la última fiesta... 

Llegamos

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Llegamos.

 Era una casa enorme llena de luces de todo tipo de colores y guirnaldas. La música estaba tan alta que podía escucharse a manzanas. Dentro todo estaba patas arriba, millones de vasos estaban en el suelo y muchos objetos personales del aparente dueño estaban rotos. 

Era una fiesta bastante normalita, con la típica música y la típica gente. 

-Eh rubia, mira que tío bueno está allí- dijo Carmina mientras alzaba la mano para señalar.

Y ahí estaba él, como siempre, acompañado de Chema y de otras dos chicas. Una de esas chicas, en concreto, estaba demasiado acaramelada con Dani, lo cual me molestaba a más no poder. Dani giró la cabeza en un fuerte movimiento hasta que sus ojos se encontraron con los míos. En cuanto me vio apartó  a la chica de sus brazos y vino directo hacia a mi, acompañado por Chema, claramente.

-¿Que haces aquí?- me preguntó con una sonrisa.

-Pues de fiesta guapo, ¿no lo ves?- le contestó Carmina intentando llamar su atención.

-Si quieres bailamos- le dijo Chema a Carmina.

-No, gracias. Todos sabemos que de los dos solo me gusta uno, y ese uno es Dani.

-Lástima que esté enamorado de otra chica- contestó Dani mirándome profundamente.

A Carmina se le descompuso la cara por completo. Ella no estaba acostumbrada a que un chico la rechazase, de echo siempre obtenía lo que quería. Supongo que sería una de las grandes ventajas de tener un culo tan grande. 

El resto de la fiesta transcurrió con bastante normalidad. Carmina se emborrachó a más no poder, mientras Anabel comenzó a enrollarse con Chema de una forma un tanto pasional. Es por esto que Dani se quedo solo y yo tuve que quedarme con él y con una borracha amiga a punto de vomitar.

Estábamos sentados en el porche de la casa los tres solos. Eran las 5:30 de la mañana y la mayoría de la gente se había ido ya.

-Prométeme que jamás volveremos a una fiesta, siempre acaban mal- dije.

-Te lo prometo, a partir de ahora cada vez que halla una fiesta tu y yo nos quedaremos en casa viendo una película y comiendo palomitas- me contestó con una agradable sonrisa.

Tras esto un gran incomodo silenció se abrió. Dani no paraba de mirar mi boca. Acercó su mano hasta mi mejilla para retirarme el pelo de la cara y lentamente se fue acercando a mi. Y yo por mi parte no me resistí. 

Estábamos muy cerca, aliento con aliento, a punto de besarnos...Cuando...

-Oye tíos, me acercáis a mi casa- dijo la voz de una borracha amiga interrumpiendo nuestro romántico momento.

BAJO SU CAMISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora