Capitulo 14 - Noche en Risco Rojo

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Nota de autor

Hola de nuevo chicos, lamento la tardanza pero he estado ocupado y con poco tiempo para escribir xD. Ademas estoy super feliz porque ayer ganaron mis águilas contra los patriotas :D

Muchas gracias por los comentarios, agradezco cada una de esas letras :')

Haciendo una pequeña recapitulación para que no se pierdan, en el capitulo anterior Kristoff revelo que era hijo bastardo del rey Maric, ademas, Elsa y los demás llegaron hasta el arlingo de Risco Rojo con la esperanza de encontrar al arl Eamon para que les ayudase, sin embargo la ciudad ha estado siendo atacada por monstruos y el bann Teagan no tiene noticias del arl... Elsa se comprometió a ayudar.

Sin mas por decir, aquí esta el nuevo capitulo.

Todos los derechos de autor son para Disney y BioWare.

X

Tal como acordaron, se reunieron en la taberna situada en una pequeña colina, era bastante acogedora y rustica con madera de abeto sobre sus paredes y roca sólida en el piso. Se sentaron en una mesa rectangular discutiendo lo que habían hecho.

Kristoff y su grupo habían hablado con Ser Perth y él les solicitó que le pidiesen a la reverenda madre algunos amuletos del Hacedor para que los soldados tuvieran fe en que triunfarían esta noche, tras varios intentos de negociación lograron convencer a la sacerdotisa. Anna, Elsa y Olaf encontraron al enano Dwin y, tras un gran trabajo para persuadirle, lograron que aceptara luchara junto a Ser Perth en unas cuantas horas pues el sol estaba a punto de ocultarse tras las rojas colinas del Arlingo.

Elsa les mencionó sobre los barriles de aceite y acordaron decirle a Ser Perth. Ahora charlaban un poco sobre la batalla que se libraría en unas horas, sus ideas de lo que podría estar atacando el pueblo y si el Arl Eamon todavía estaba vivo. Hasta que Elsa notó a un elfo armado y equipado con armadura de hierro mirarlos de reojo, sospechosamente, por lo que decidió acercarse a él.

—No busco compañía—. Escupió secamente el elfo de cabellos negros y puntiagudas orejas.

—¿No deberías estar con la milicia?—. Preguntó Elsa mientras Anna se posicionaba a su derecha y Kristoff a su izquierda.

—No soy de aquí—. Respondió el elfo astuto—. Soy un viajero errante.

—Entonces, ¿Qué haces en la ciudad?—

—Esperar hasta que pueda marcharme, nada más—. El elfo se encogió de hombros.

—Es raro ver a un elfo aquí—. Comentó el otro guarda gris.

—¿Es que a los elfos no se les permite viajar?—. Cuestionó el arquero nervioso.

—Es mera curiosidad—. Habló Elsa esta vez.

—No estoy aquí para hablar—. El elfo frunció ceño.

Leliana se acercó susurrante. —Hay algo en el comportamiento de ese elfo... No sé—. La orlesiana lo miró suspicaz.

—No sé de lo que me estás hablando— Aseguró el elfo.

—Pues yo creo que sí—. Contradijo Leliana—. ¡Reconozco a un espía en cuanto lo veo!

—Mira, sé que eres muy bonita y tal, pero me han dicho que...—. Comenzaba a sudar—eh... ¡Dejadme tranquilo!

—No pensamos movernos—. Gruñó Anna amenazante con Olaf a su lado—. Empieza a cantar.

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