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Tragó, pero no permitió que la puta pregunta pasara por su garganta.

—¿Eres Gay?.

Cuando Eun asintió brillaron el triple de estrellas en el cielo.

—Pero como te dije, no le digas a nadie. —Respondió el mas pálido.

—Y entonces qué...

La pregunta se quedó, ahí, estancada pues unos suaves labios se posaron encima de los suyos. Abrió los ojos y se encontró con las largas pestañas de Eunwoo acariciándole las mejillas, sus manos aferradas a su cuello, echó los brazos a sus hombros y le correspondió al beso con un montón de ganas. Esos labios eran delicados y tímidos. Se movían sobre los suyos con ternura que le hizo estremecer.

Se sentía tan sensible desde que no era besado hace meses atrás. Aunque ese beso no se comparaba con nada... Mierda... Le gustó tanto.

Él fue quién tomó la iniciativa. Abrió levemente los labios mordiendo los suaves de él y el roce se intensificó. Sus lenguas nunca llegaron a tocarse por el sonido de alguien aclarándose la garganta. Se separó suavemente y volteó. Jungkook estaba ahí apollado en la pared mirándole a través de su pelo negro liso, con las pestañas apenas se veía. Parecía un cazador apunto de atacar.

Taehyung se volteó a Eun quién seguía mirando a Jungkook con la mandíbula apretada. Estaba enojado. Alargó un brazo y le pasó el dorso de la mano por el pómulo, el hermoso chico le miró al instante y sonrió suave. Volvieron a enfrascarse en un suave besito cargado de chasquidos y tanta ternura como no pudo imaginarse. No quería separarse jamas de esa rica boquita.

Nuevamente no pudieron llegar a besarse por cierta fuerza de mierda que les separó bruscamente. Mierda... Hacia meses que no besaba y ahora ese hijo de puta se lo arrebataba.

—No, amigo, con él no te metas.

Tembló de miedo al ver a Jungkook sosteniendo a su copia de la camisa y elevándolo como si fuera una marioneta. Le habló con tanta furia, tanta rabia, no conocía lo grave que podía ser la voz de ese idiota.

—¿Y quién eres tu?. —Eunwoo le empujó con fuerza, Jungkook apenas se movió.

—Y eso qué te importa.

Se apartaron, el pelinegro cara de rata se acercó a Taehyung y con la misma manos que había sostenido a Eun le agarró del brazo y comenzó a arrastrarlo. Sabia que oponer resistencia era estúpido así que sólo pudo decirle un “lo siento” con los labios a Eun mientras se le llenaban los ojos del lágrimas y el chico se despedía.

Dios.

(...)


Jungkook le arrojó en una habitación a oscuras y cerró la puerta con seguro. Era la habitación de una chica y por los cuadros y la rara decoración era la de Shye. Suspiró y se sentó en la cama tapándose la cara con las manos. Las lágrimas eran calor sobre su piel de cristal, le derretían.

—Eres una puta mierda egoísta. —Susurró gimiendo de dolor. —Te odio con toda mi puta vida. No sé porqué no me mato de una puta vez por todas y así me dejas en paz.

Escuchó unos pasos moviéndose por la alfombra sin poder parar de llorar le valió una mierda y media.

Lloraba a gritos. Hacia años y años que no lloraba a gritos.

—Él no quería nada mas que sexo contigo. —Dijo él, frío.

—¿¡Y eso a ti en qué te incumbe!?. —Gritó Taehyung, le salieron un montón de entonaciones, perdió el aire. —Como si eso fuera diferente a lo que tú querías conmigo.

Amigos heterosexualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora