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Después de la fiesta, ellos no volvieron a tocarse.

Las cosas mejoraron, y mejoraron de la manera mas espectacular. Jungkook acompañaba a Taehyung en todas sus clases, comían juntos, le hacia compañía cuando Tae entrenaba en su -reinstaurado- gimnasio y aveces le pillaba mirandole mas de lo debido, pero le gustaba.

Miraban películas juntos, charlaban de todos estos meses y jugaban a las cosquillas o en general de lo que pillaran por ahi. Un día compraron una caja de pockys pero luego se dieron cuenta que era una muy mala idea.

El estado animo de Kim Taehyung iba en subida. Subía y subía. Jungkook le hacia la persona mas feliz del mundo.

Aunque habían detalles, detalles fuertes que aunque quisiera evitar no podían pasar por alto. Jungkook desde que terminó con su novia había comenzado a recibir mensajes de muerte en los cuadernos. Aveces incluso le hacían llorar de lo crueles que eran. Sabía perfectamente quienes eran, y, aunque Taehyung estaba preparándose para dar el golpe final, eso no pasaria, no aun.

Ahora, estaban viendo una película acurrucando bajo las sabanas.

—Dime, ¿Como se siente salir primero en tu clase?. —Le dijo Jungkook.

Taehyung le miró rápidamente y cogió un par de palomitas del bowl.

—Dime tú, qué se siente salir como el chico mas guapo de los de cuarto año. Y también estaba participando yo.

Jungkook sonrió abiertamente. Alargó el brazo para tomar el control remoto del regazo de Taehyung y apagó la Tv.

—Eso no me importa, lo importante es que sólo un chico piense que soy guapo.

Algo duro y doloroso se movió por todo su pecho. Quiso pensar que eran los parásitos.

—Hace tiempo me lo he preguntado pero... ¿Cuando van a volver los besitos?.

Taehyung sintió las manos sudorosas con la intensa mirada de Jungkook sobre su boca. Luego la subió a sus ojos.

Jungkook habló.

—Sabes que besarnos no funcionará. —Le dio una sonrisa preciosa. —Yo quiero ir lento contigo.

—Lo sé.

—Asi como deberías saber lo que un beso puede hacernos.

Lo sabía.

Las primera vez que lo hicieron fue por un beso, ¿No?.

—¿Y qué si yo quiero hacerlo?. —Dijo provocativamente.

—Uff... —Jungkook hundio los dedos en su flequillo y lo tiró hacia atrás. Se vió increíblemente sexy haciendo eso. Tae comenzaba lentamente a calentarse. —No digas esas cosas.

—¿Porque?. —El pelinegro le miró a la boca y aprovechó para jugar más. Se pasó la lengua por los labios. —Uh, lo siento, tenia un trozo de palomita.

—¿Encerio?, no me di cuenta. —Sonrió abiertamente. Ambos sonrieron. —Hazlo de nuevo.

Uhhh, esa faceta de Jungkook le ponía muchísimo.

Comenzó con la comisura hacia el frente del labio superior. Su saliva estaba dulce y su cuerpo estaba caliente.

—Me encanta cuando te pones de chico malo a exigirme cosas. —Ronroneó Tae.

Jungkook se mordió el labio, apretándolo, fuerte.

Quiso morderlo, chuparlo entre los suyos marcarlo. Sentía la tensión latente entre ellos.

—Quítate la camisa. —Demandó Jungkook.

Ocultado lo emocionado que se sentía en ese momento, se despojó de su pijama por la cabeza y lo lanzó a alguna parte de la habitación. Siguió mirándole con una sonrisa ladina.

Amigos heterosexualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora