Amor sin mentiras (malec)

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Magnus

Había salido casi corriendo del salón cuando tocaron el timbre de receso, iba a ver a Camille, deje las cosas en mi casillero y baje corriendo las escaleras, casi todo el camino me lo lleve así, llegue cerca de las gradas y me detuve en seco al verla casi teniendo relaciones con otro chico en las gradas, sentí como algo se rompía en mí y un nudo en la garganta formándose, oí como alguien comenzaba a gritarles y luego vi a Camille en el suelo, el otro chico se echó a correr y yo me acerque a Camille.

-¿¡Qué ha sido eso!?- le exigí saber y ella solo se empezó a reír, lo que me hizo sentir peor

-Ay Magnus como si no supieras que fue, lo hemos hecho tú y yo tantas veces- me contesto con cinismo

-Camille tu eres mi novia- le dije y sentí como se me rompía la voz

-Por favor que ridículo eres, de verdad crees que el amor existe, que iluso eres Magnus- dijo y comenzó a reírse otra vez- y sobre esto- llevo su mano hacia el collar y se lo arranco tirándolo al suelo- eso es lo más ridículo que me han dado y ahora por favor ya déjame en paz

Se fue de ahí dándome un golpe con el hombro, sentí como las lágrimas comenzaban a salirme, me agache y recogí el collar, por alguna razón algo me hizo voltearme y vi a Alec abrazando a Isabelle, se cruzaron nuestras miradas, no fue mucho pero lo suficiente para desconcertarme, rompí el contacto, y salí de ahí directo hacia los baños, no iba a dejar que en mi primer día me vieran así, espere ahí desahogándome mientras le mandaba un mensaje a mis únicas amigas Catarina y Tessa, las había conocido en la otra escuela al igual que a Ragnor y me había llevado muy bien con ellos, no me había molestado en mandarle mensaje a él pues sabían que ellas le dirían.

Una vez me asegure que todos estuvieran en sus clases, salí a mi casillero y tome mi maquillaje de emergencia y volví al baño a arreglar ese desastre, comencé a dar vueltas por la escuela pues no tenía nada que hacer hasta que se acabara esa clase, la recorrí de pies a cabeza hasta aprendérmela de memoria, oí el sonido del timbre y regrese, me tocaba literatura, así que tome otro cuaderno y me fui al salón, me senté en uno de los de hasta atrás y luego sentí que alguien se sentó a lado de mí, era Simón.

-No te vi en la otra clase- me dijo- ¿todo está bien?

-Si, solo un pequeño inconveniente con alguien pero eso fue todo- no era del todo mentira

-Oh bueno- me respondió- dicen que esta maestra es muy buena persona

No me dio tiempo de responderle pues entro la maestra, era una señora ya mayor pero eso no quería decir que no nos pudiera regañar o cosas así, nos dio los temas del examen, perfecto apenas entre y ya iba a tener que lidiar con eso pero en fin, nos dejó hacer un resumen de algún libro y eso fue todo, vaya creo que esta iba a ser mi materia favorita, fueron dos horas que se me pasaron rápido, en el transcurso a la otra clase me quede platicando con Simón, y por como hablaba de Clary se notaba que estaba más que enamorado de ella, pero me imagino que ella ni en cuenta; nuestra última clase era educación física, no era de mis favoritas pero tampoco la odiaba, fuimos a los vestidores a donde nos indicaron que estaban nuestros casilleros y nos pusimos el pants que estaba ahí, bastante aburrido a mi parecer, era de color gris con blanco y punto, tendría que agregarle algo para que no se vea tan aburrido, fuimos con los demás.

-¿¡Dónde están Jonathan y Alexander!?- oí que grito el que supuse era el maestro

-Se tuvieron que ir- oí que alguien le contesto

-Pues alguien dígales que si no están aquí mañana a las nueve Jonathan no juega esta temporada y Alexander reprueba- alcance a sentir la tensión de los demás y vi como más de uno sacaba su celular y comenzaba a escribir en el- bien comencemos con el calentamiento y después quiero veinte vueltas a la cancha