Amor sin mentiras (malec)

25

Magnus

En estos momentos me encontraba tirado en el sillón de mi sala, se suponía que este fin de semana Alec se quedaría conmigo pero el viernes en la mañana me dijo que no podía, sin ninguna razón y sin ninguna excusa, simplemente no podía, me había preocupado bastante pues los días antes del viernes lo sentía bastante enojado conmigo pero no tenía el valor de preguntarle, que tal si ya sabía todo, podía ser una posibilidad, aunque sinceramente pensé que me dejaría en cuanto lo supiera; el martes de esta semana que había ido por él, había salido con una venda en la mano, le pregunte por que la traía y simplemente me dijo que había roto el espejo de su baño, como si fuera lo más normal del mundo.

Me levante por algo de comer, casi no lo había hecho, ya no aguantaba la culpa y con esto de que está molesto conmigo, solamente lo empeoraba; me recargue en la barra de la cocina mientras veía a presidente jugar con las plumas que había en la mesa, ese gato era demasiado tierno y dormilón, casi todo el día se la pasaba durmiendo, a veces lo envidiaba.

-¿Magnus?- oí su voz y luego el sonido de la puerta cerrándose, salí prácticamente corriendo de la cocina para verlo ahí parado en la entrada- Hola

-Veniste- le dije y me arroje a abrazarlo

-Sí, siempre si me puedo quedar estos días- me dijo con una sonrisa, aunque lo veía un poco incomodo

-¿Estas bien?

-Si, solo algo cansado- me respondió dejándome un beso y se fue a sentar al sillón- ya sabes eso de venir caminando desde mi casa hasta aquí es cansado

-Alec, debes intentar manejar de nuevo- le dije sentándome a su lado- ya fue un buen progreso el que te vayas adelante ahora te toca manejar

-Magnus, no me siento listo- me dijo demasiado brusco que incluso retrocedí

-Amm bueno, está bien como quieras- al ver que no me respondió volví a hablar- si quieres podemos ver una película

-Me parece buena idea

Me levante a buscar entre mis cosas hasta que encontré un película que pudiera agradarle, la puse y me senté a su lado, lo veía tenso, bastante y la forma en la que me hablaba no era la de siempre, se oí mas frio; durante la película Alec se acostó en mis piernas, por lo menos eso ya era un progreso, al principio le acaricie el cabello con mucho cuidado, no sabía cómo tratarlo en este momento, pero al ver que no decía nada ni reprochaba comencé a hacerlo como siempre, casi al final me percaté de que se había quedado dormido, fue cuando me di cuenta de las ojeras que tenía, estaban tapadas con maquillaje seguramente Isabelle o Lydia lo habían hecho pero ¿Por qué no ha estado durmiendo?, viendo eso trate de no moverme en lo más mínimo para dejarlo descansar, me estire con mucho cuidado por el control y apague la tele, lo deje a un lado de mí y volví a empezar a acariciar el cabello.

-¿Por qué no has dormido Alexander?- pregunte en un susurro y él se removió un poco

Se volvió a quedar profundamente dormido y así nos quedamos un buen rato, de repente se movía pero trataba de que no lo hiciera tanto para que no se fuera a caer, después de un rato a mí también me empezó a dar sueño, no era muy tarde eran como las siete o las ocho pero me sentía agotado, así que lo desperté con mucho cuidado, para irnos a dormir al cuarto, nos cambiamos, Alec mas adormilado que nada, y nos acostamos, nos tardó mucho para que nos quedáramos dormidos.

Alec

Estos días habían sido insoportables, todavía no podía sacarme de la cabeza lo que habían dicho mis padres, y para mi desgracia las pesadillas volvieron; el lunes después de haberme dormido no paso mucho para que empezara a soñar con ese día, me había despertado en la madrugada como antes y de ahí ya no había podido dormir, y así había sido toda la semana, aparte de que me había comportado demasiado esquivo con Magnus todo el tiempo, sabía que no era verdad lo que me dijeron pero tenía la pequeña espina que me decía que averiguara todo lo que paso ese día; el viernes que no me fui con él fue porque mis padres tenían una cena y había aprovechado para registrar todas sus cosas, pero no encontré absolutamente nada.