Amor sin mentiras (malec)

9

Alec

Me había dado un beso, Magnus me había dado un beso, bueno fue en la mejilla pero muy cerca de los labios, me quede ahí parado como idiota hasta que deje de ver su auto, inconscientemente me pasa los dedos por donde me había dado el beso y sonreí, bien tal vez si me guste Magnus y creo que más de lo que pensaba, solté un suspiro y entre a la casa, oí risas provenientes de la cocina y me asome ahí estaban mi hermana y Lydia por suerte Lydia era la que estaba cocinando.

-Hola- las salude y me voltearon a ver

-¿A qué se debe tanta felicidad?- me cuestiono mi hermana y solo me encogí de hombros

-No puedo simplemente estarlo- le dije tratando de sonar indiferente

-Mmm, no tendrá que ver que estuviste con Magnus desde las tres hasta las- reviso su celular y luego regreso su mirada a mí- siete, ¡estuviste cuatro horas con él!- eso ultimo lo grito emocionada

-¿Cómo sabes que estuve con él?- perfecto ya me eche de cabeza

-Te vimos irte con él – respondió esta vez Lydia- así que habla

-No hay nada de qué hablar- dije antes de subirme corriendo a mi habitación

-¡De esta no te salvas Gideon!- grito Isabelle desde abajo y solo me reí

Avente mi mochila a lado de mi escritorio y me tumbe en la cama con una sonrisa estúpida, como es que alguien podía hacerme sentir así, cerré los ojos y lo único que pude ver fue a él, su piel morena, sus ojos verde-amarillo parecidos a los de un gato, su sonrisa, el sonido de mi celular me saco de mis pensamientos, así que lo tome, tenía un nuevo mensaje de un número desconocido, me imaginaba de quien era y volví a sonreí como idiota cuando lo confirme.

M: Hola Alexander

Me agradaba la forma en que mi nombre se escuchaba en él, por lo regular solo mis padres me llaman así y solo cuando se enojan, pero Magnus lo hacía sonar diferente, registre su número que sin pensar coloque un corazón al final de su nombre y le respondí.

A: Hola Maggs, ¿todo bien?

M: Si todo bien, gracias por preocuparte

A: Si, bueno no podría no hacerlo

M: Eres la persona más tierna que he conocido ¿lo sabias?

Sentí como el color subía a mi cara así que me escondí en mis almohadas como si él pudiera verme, ¿Cómo es que lograba hacerme sonrojar a cada rato?

M: Estoy seguro de que en este momento estas sonrojado

A: Te odio

M: Sabes que eso no es cierto, lindura

Demonios porque tenía que hacer eso, seguía escondido en las almohadas mientras sonreía, le iba a responder cuando tocaron la puerta

-A cenar- me dijo Lydia del otro lado

-Si, mama ya voy- le respondí burlándome y oí como se rio

-Apúrate

A: Ahora regreso, no me tardo bajare a cenar

M: Está bien, no te preocupes aquí te espero

A: Bien tratare de no tardarme

Deje mi celular en el buro y baje a cenar, ya habían puesto la mesa, solo había tres lugares lo que me hizo acordarme de Jace, no sé si todavía seguía molesto con él o algo, se me había olvidado por completo, me acerque y me senté en la cabecera como siempre que comíamos en la mesa, se sentó Izzy a mi lado derecho mientras escribía en su celular, Lydia llego con una cazuela de espagueti y luego fue por un recipiente con lasaña, se veía que estaba de buenas como para haber cocinado tanto.