Capítulo 5:

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Capítulo 5:

“Gritos, gritos y más gritos, solo rodeado de dolor, sin nadie que le ayudara. Estaba solo.

No culpaba a los empleados, sin embargo.

El hombre delante de él daba tanto miedo como el mismísimo demonio, y él solo era un niño, apenas tenía diez años, no podía combatir a un hombre de veintinueve. Incluso si eso era lo que deseaba.

– Quiero irme. — Se quejó con la señora Potts.

– ¿Y crees que eso ayudaría en algo? — Refutó ella. — Solo lo enojariamos más, y nos buscaría por todo el mundo, luego, cuando nos encuentre —y lo hará—, nos matará, y en caso de no encontrarnos, ¿Crees que vivir huyendo es lo mejor? — La mirada de la señora Potts fue todo lo que necesito. Sabía que no podía dejar el patrimonio de sus padres, todo por lo que habían luchado... No, el que tenía que irse era su tío, no él.

– ¿Crees que pueda soportarlo? — Sus ojos picaban por las lágrimas que resguardaban.

– Nunca debes rendirte, joven príncipe, lo que él desea es volverte una bestia, simplemente no dejes que gane. — Sonrió cálida. — Lamentamos no poder hacer mucho más por tí.

– Sólo no me dejen solo. — Susurró, con la inocencia de un niño.

– Podemos hacer eso. — Aseguro la señora Potts.”

Sacudió fuertemente su cabeza mientras caminaba por los pasillos. Cuánto odiaba esos recuerdos. Llegó al tercer piso, y camino hasta los cuadros familiares, el cuadro de su madre y el de su tío estaban aún lado del otro, justo a los costados de la puerta de La Sala De Los Deseos.

Aquella sala era lo único que mantenía el recuerdo de sus padres, y por desgracia el de su tío. Aquella habitación mostraba tus más íntimos deseos. Durante muchísimo tiempo, había hablado con su madre a través de aquella habitación, sin embargo, ahora...

– Hola. — La voz de Blair llegó a sus oídos, aplacando su corazón.

– Hola falsa Blair. — Se torturó un poco. — ¿Cómo amaneciste hoy?

– Estaría mejor si tú me dejaras hablar contigo. — Le respondió la fantasía que le mostraba la sala.

– Pero eso me lastimaria, tú no me querrás porque soy una bestia, mi tío me ha transformado en esto, y tu padre lo ha exteriorizado.

– Y porqué no me dejas decidir eso por mi misma y dejas de utilizar a esa inútil ilusión. — La voz de Blair a sus espaldas le sobresaltó.

– Blair, ¿Qué haces aquí?

– Bueno, no soy fan de seguir tus reglas —, había sarcasmo en su voz—. Así que, tienes un pasado... — Ahora sonaba a que quería una historia, él no iba a contarsela.

– Algún día. — Dijo como respuesta a su pregunta no dicha.

– Bien, acepto eso, lo que no acepto es que me hayas ocultado que tienes una enorme biblioteca en este palacio y yo no lo supiese. — Parecía muy ofendida por aquello, internamente, sonrió.

– Si la quieres, es tuya. — Vió como los ojos de la chica se agrandaban, un brillo especial apareciendo en ellos, la inspeccionó mientras daba pequeños pasos para acercarse a ella. Su corazón empezaba a latir veloz, eso no lo hacía feliz —aunque tampoco desdichado—, si solo él empezaba a sentir aquello, solo se estaría condenando aún más. El cabello de la hermosa chica estaba creciendo a pasos rápidos gracias a las propiedades mágicas del agua, incluso se arrastraba por el suelo, su cara estaba un poco más colorida y las pestañas de sus ojos también habían crecido considerablemente, —aunque no de forma indescriptible.

La Flor Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora