Capítulo 7:
Blair llevaba varias horas caminando sin rumbo, tanto que estaba exhausta de tanto caminar, trotar y de vez en cuando correr, cerro sus ojos para poder pensar con claridad, a este paso iba a quedarse sin fuerzas y, sus ya bajas expectativas, empezarían a escasear aún más, al abrir los ojos notó que del lirio amarillo brotaban pequeñas chispas de luz y estás parecían mostrarle el camino a algún lugar.
Siguió así, el camino que le mostraban, y, a cada paso que daba, su cabello crecía diez centímetros más, aquello le asustó. ¿Por qué su cabello crecería más?
Las pequeñas luces que brotaban de la flor terminaban en una pared de piedra con muchas ramas y flores. Blair se les quedó viendo fijamente, quizás alguna de ellas podría ser importante y por eso la flor del destino la había guiado hasta aquel lugar.
Con curiosidad, Blair tocó una rosa que solo tenía cinco pétalos y uno estaba por caerse. Un escalofrío le recorrió, y la piel se le puso de gallina cuando una brisa fría le azotó, las ramas más blandas se movieron y Blair se sorprendió al encontrar una enorme abertura hueca en la pared, era lo suficientemente grande como para que un oso se adentrará, Blair pensó que era la cueva donde uno habitaba y por unos pocos segundos, Blair pensó que no entraría e incluso dió unos cuantos pasos atrás, pero en cuanto el pétalo de la rosa cayó y voló con el viento hasta perderse entre los árboles. Blair hizo acopio de todas sus fuerzas y se adentro a la oscura cueva, mientras caminaba, Blair pensó que la cueva era infinita, pero entonces, una luz apareció a unos metros de distancia, Blair corrió hasta alcanzarla...
“El miedo le inundó al ser consciente de las palabras que el hombre frente a ella había espetado, ¿Podría ser verdad?
Observó cómo la bestia asentía levemente, su mundo dió un vuelco muy grande, todo lo que había conocido en un principio era solo viento, una mentira.
Había sido vetada del amor de una madre, había estado encarcelada en lo alto de una torre, había soportado el maltrato de una bestia... —un hombre convertido en una bestia.
Todo por el capricho de un hombre con sed de venganza y la avaricia de la destrucción.
Blair quería llorar, pero no había tiempo para eso. En cuanto fue consciente de lo que se avecinaba, era demasiado tarde.
El grito de la bestia le hizo sentir el más puro terror. Iba a perderle y no había forma de evitarlo.”
Blair se despertó, el dolor de cabeza por el golpe que se había dado al tropezar con la raíz de algún árbol, de su frente salia sangre pero tenía otras prioridades. Debía encontrar a Adam antes de que saliera el sol, pues al fin, la flor del destino le había mostrado lo que sucedería.
Blair observó todo su entorno, la torre demasiado alta de algún castillo se encontraba en el centro y el alto césped le demostraban que aquella cueva era muy poco recurrida.
Entonces, el rugido de un moribundo animal le alertó que, posiblemente no estaba sola. Sus vías de escape eran, volver por donde había venido —y posiblemente toparse con el animal— o trepar la torre —y no poder volver a bajar.
Decidió rápidamente subir la torre, reviso a ver si encontraba alguna entraba desde lo bajo, pero no había nada a la vista así que, se apresuró a escalar, ayudada por los pedazos faltantes de ladrillo que formaban orificios lo suficientemente grandes como para hundir una pequeña parte de sus pies.
Trepó hasta llegar a lo más alto, donde había un gran hueco que hacía de ventana.
Rodó por el suelo rústico y jadeó mientras trataba de recuperar el aire que le faltaba. Definitivamente estaba fuera de forma.
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La Flor Del Destino
FantasyRetelling de ''La bella y la bestia'' y ''Rapunzel'' Blair Tauler nunca ha sido una chica normal, ni para su tiempo, ni para ningún otro, su padre la ha mantenido oculta en una de las habitaciones de su mansión desde el día que su madre falleció, cu...