VOLVER A EMPEZAR

8

Peter me entregó toallas y ropa de él para secarme y luego cambiarme, su habitación estaba completamente ordenada, por lo poco que lo conocía me imaginaba todo lo contrario. Me miré en el espejo que tenía y me veía completamente chistosa todo me quedaba grande pero sólo tendría que usarlo hasta que mi ropa estuviera en condiciones de volver a usarlas. Cuando volví al comedor vi a una mujer alta con pelo color anaranjado me quedé quieta esperaba que no se dieran cuenta que estaba aquí.

-¿Amiga? –Decía completamente furiosa- ¿desde cuándo? Sabes que odio tener que enterarme por los medios que mi novio...

-Terminamos –dijo Peter parándose- ¿Por qué no lo entiendes? Se acabó Julieta, se acabó estamos en caminos muy diferentes, no quiero ser mala onda con vos pero si sigues así tendré que hacerlo -

-¿Te gusta? -¿De quién hablaban? Pensé- te conozco Pedro te gusta esa mina pero todos sabemos que no es para vos –rió- ¿sabes su historia?

-No –dijo- pero la sabré, deberías leer menos lo que dicen los medios sabes perfectamente que la mayoría miente...

-Espero que llores el doble de lo que he llorado por vos –tomó su cartera- ella será tu peor castigo –desapareció y corrí a la habitación cerrando despacio la puerta ¿era su ex? ¿De quién hablaba? Debería estar muy dolida como para desearle lo peor a él-

-La –golpeó la puerta- ¿Estás lista? –Conté hasta 10 y salí- quédate con la ropa –rió- te queda perfecta –negué-

-Espero algún día necesites de mi ropa –sonrió-

-¿Vamos? –Asentí- preparé chocolate caliente y tengo unas medias lunas exquisitas -crujió mi estómago- ¿has comido algo? –Me miró preocupado- puedo preparar algo más...

-Estoy bien –sonreí-

Nos sentamos en el living mirando por la ventana como casi caía el cielo con la lluvia

-¿Me vas a contar? –habló después de varios minutos- si no queres...

-Hoy se cumple 3 años desde que perdí... -se me hizo un nudo en la garganta-

-¿A quién perdiste? –preguntó y lo miré-

-A mi hija y al amor de mi vida –me miró sorprendido- se habían terminado nuestras vacaciones, quedaba el último día antes de volver le rogué que saliéramos de vuelta a la cabaña nos atrapó una tormenta, apenas se veía el camino, pusimos la radio aún no se perdía la señal y sonó mi amiga, era la primera vez que la escuchamos, alelí era la más contenta de los tres luego no recuerdo más –tomó mi mano y con la otra secaba mis lágrimas –

-Yo... no sabía –tenía sus ojitos verdes completamente cristalizados por causa de lágrimas que quería derramar- lo siento –me abrazó- eso fue...

-Terrible, aun no entiendo porque sigo viva debería a ver muerto también y...

-Todo pasa por algo –negué llorando-

-Fue mi culpa –negó- él se quería quedar en casa, pero como siempre conseguí que me siguiera, pidió no ir mirando las nubes pero yo quería salir ¿entiendes? Se atravesó un auto y perdí todo lo que amaba quedé completamente sola por mi culpa

-Hey, no fue tu culpa no debes hacerte daño de esta manera, si hubieses sabido lo que iba a ocurrir estaría con ellos –lo miré- nadie sabrá lo que pasara, el destino de ellos era partir en ese momento y créeme que si hubiesen estado en cualquier parte del mundo el destino era así –me abrazó y me escondí en su cuello- tienes que soltar el dolor La, de alguna forma te está matando –lentamente me sentó en su regazo y comenzó acariciar mi espalda- ¿has tratado de ir a un sicólogo? –Negué- podrías pedir ayuda...

-Arrastré a mi familia por mucho tiempo y volver a pedir ayuda los preocuparía, el hermano de benjamín me odia, lo escuché decir cosas sobre mí, el también perdió a su hija pero dejo su sufrimiento de lado para cuidarme y lo alejé yo... creo que fue mala idea venir aquí –negó-

-Es momento de volver a empezar La, aparte que si no hubieras aceptados venir acá no estarías encima de alguien tan hermoso como yo –reí- aunque no te guste eres hermosa La –reí en su cuello y cuando me di cuenta de lo que acaba de hacer me aleje quedando frente de él me declaraba enamorada de sus ojos, era hermoso comenzó acercarse sabía lo que se venía, lo que pasaría pero no quería alejarme tenía razón de alguna forma tenía que volver a empezar, cada segundo sentía su respiración más cerca estábamos a puntos de juntar nuestros labios cuando sonó el timbre... 

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