Capítulo 6

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Volví a la mesa, Sergey no reparaba en mirar fijo hacia mi escote. Sonreía y bromeaba de cosas sin sentido, típico de ebrios. Till, en cambio, me ignoraba completamente, le preguntaba estupideces a Sol, coqueteaba con Fernanda, pero a mí no me dedicaba ni una mirada. 

Esta noche decidí salir de aquí y vengarme de aquella noche que me dejó ir sola como si nada.
Avanzó el horario y Richard estaba tan ebrio que a penas podía sostenerse de pie, Sergey que estaba igual o peor, se abrazo a él y juntos fueron hacia la salida. Till intercambio el número con Sol... No sé si fue para fastidiarme, pero lo logró.

Karen me dijo que volvía con Christoph, le dije que no había problema. Mientras ellos salían, encaré para la salida, para mi sorpresa, Sergey y Richard estaban afuera. 

No solo me propuse vengarme de Till, sino también de Nicolás. A los hombres no se les puede jurar fidelidad, no entienden tal cosa como entregarse completamente y a una sola persona. En cuanto tuviese la oportunidad, iba a jugar el juego, ese al que juegan los "machos cabríos" que no lloran por mujeres ni saben de sentimientos. Dan tantas vueltas para llevarnos a la cama, utilizan mil y un estrategias que oscilan entre lo romántico y lo cursi ¡Ah no! Pero luego si te enganchas es tu culpa, ellos solo buscan sexo.

- Hey linda ¿Necesitas que te aventé hacia algún lugar? - pregunto Richard

- Claro -respondo coqueta, lo único que me importaba era no terminar sola esta noche, como toda una idiota

- Bien, vayamos a mi auto- me guiñó un ojo y fuimos caminando hacia allí

- ¡Eh, Victoria!-escuche que me gritaban desde atrás-  Siento decirte Reesh, tengo que llevarla a Victoria, ya habíamos acordado

Tanto Richard como yo nos quedamos sorprendidos, hace solo un par de minutos estaba pegado a Sol y Fernanda, no entiendo a este hombre.

Till

Nunca me considere un hombre al que le gusten los desafíos, mas bien siempre fui yo el que tomaba la iniciativa. Lo que acababa de hacer Victoria, desafiarme, acepto que me gusto y me entretuvo la idea, pero no quita el hecho que quiso dominar la situación; no estoy acostumbrado a que me dominen y tampoco voy a ceder a esas expectativas. Por esa razón, noté cierta tensión entre ella y Sol, y pienso usar esa carta para estimular un poco la calentura en Victoria.
No contaba con Richard, y viendo la forma que se aproxima a ella, Sol puede esperar...

-Y bien, Victoria ¿vamos?- le pregunto

-Hey Till, ella viene conmigo-respondía un Richard completamente ebrio

-Estas muy pasado de copas, Reesh. No te ofendas, pero creo que es mejor que Victoria vuelva conmigo- sugiero tomándole la mano a ella, que me mira expectante, sé lo que piensa y sé lo que quiere

Victoria

Till me tomo la mano y ambos fuimos hacia su Audi. En ningún momento me negué a que él me llevará, lo estaba esperando, aunque este tipo me traiga confundida.

-Creí que llevarías a Sol-musito pero me arrepiento al instante, no quiero que crea que estoy celosa, alimentará su ego

-¿Ya te has arrepentido de lo que me dijiste en el baño? Porque yo no- responde acariciándome la pierna, lo que me hace estremecer

-Para nada, hoy estoy inspirada- digo sonriendole

Mientras él conducía, yo lo ubicaba para ir a mi apartamento. Hoy arreglé hasta el más mínimo detalle, después de una ruptura no conozco a nadie que sea exactamente prolijo, pero esta vez sí lo iba a ser.
En cuanto llegamos, subimos las escaleras, podía ver a Till de reojo mientras observaba con detenimiento mis piernas.
Al entrar, lo primero que hago es hacerle una seña que pase pero sin mucha cordialidad, quería que hoy él entendiera quien mandaba. Serví dos copas de vino, la cual bebí sin respirar, necesitaba cobrar valor esta noche.

DominándonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora