Imprisoned in your heart | Justin Bieber y Tú.

Capítulo 22 | Estoy enamorado de ti.

Ella no sabía si el vuelco que le dio el corazón era por verlo o era por las dos palabras que habían salido de su boca. Era más una combinación de ambas, una convulsión cardiaca.

La reacción que ella tuvo al escuchar esas palabras no era la que una chica tiene cuando salen de los labios del hombre que quiere.

Él esperaba que ella lo abrazara o le dijera que ella igual lo amaba o que solo lo quería o le bastaba con un "quiero pasar tiempo contigo", pero ella no hizo nada, sus ojos lo miraban con miedo y con asombro, creyó ver sus piernas temblar, pero al segundo luego una mueca seria se puso en su rostro.

-____... -Dijo él y dio un paso al frente, la chica se alejó, un paso, asustada.

¿La razón? Ni ella la sabía.

_____ se mordió el labio inferior, estaba intentando mantener su seriedad, ella no quería perdonarlo así de fácil, ella quería que él cambiara la forma en la que la trataba. No quería que unas palabras así le afectaran de esa forma. Él podría estarlas diciendo para salvarse de los policías o solo para conseguir sexo, porque... ¡Maldita sea, eso le encantaba!

En los ojos de Justin se vio el arrepentimiento, el verla retroceder le asustó, de verdad ya la había perdido. Él exhaló entrecortadamente y miró sus zapatos.

"Maldito gilipollas, pedazo de mierda" pensó él y solo quería abrazarla, tenerla con él y amarla y besarla. La quería, realmente la quería.

La amaba y ya era muy tarde para decirlo.

-Cariño... -Dijo él y el escucharle decir eso hizo que una corriente eléctrica se apoderara de ____, ¿Cuanto había pasado desde que la llamó así?

Él quería que ella reaccionara, que le dijera algo, sea lo que sea que le dijera él podría vivir con ello. Pero él estaba completamente seguro de que ella lo rechazaría.

Claro... ¿Quien podría simplemente enamorarse de alguien como él?

A él le gustaba como él se veía, le gustaban sus tatuajes, sus músculos, pero odiaba con todo su ser la mierda que era por dentro. Y ahora sabía que cuando la gente lo llamaba "Pequeño pedazo de mierda" no estaba del todo equivocada, él lo creía y con eso le era siguiente para saber que debía alejarse de ella.

-Lo siento. -Susurró otra vez, pero luego del rayo de odio propio y pequeño haz de luz, pequeñísimo pero poderoso, de confianza y esperanza se sembró en su interior -Lo siento, se que estoy jodido, ____. Lo sé. -Dijo y levantó la vista, mirándola a los ojos y el lindo color de estos le hizo estar más seguro de lo que estaba a punto de hacer, ya no había vuelta, pero por primera vez en su vida quería meterse en algo en lo que no podría predecir el resultado. -Pero nena, -Dio un paso al frente, apoyándose en el umbral de la puerta. -Estoy malditamente enamorado de ti.

Y la sonrisa estalló en los labios de la chica.

¡Dios, que débil era en frente de él!

-Como te odio -Dijo la chica, pero en vez de cerrarle la puerta en la cara fue donde él y lo abrazó, envolviendo el cuello de este con sus brazos.

La rápida acción de la chica lo tomó por sorpresa y tardó unos segundos para poder reaccionar y envolver la cintura de esta y poner su mano en la espalda baja de la chica, antes de su trasero, para empujarla contra él. La necesitaba, necesitaba su contacto, su aroma, su presencia.

Justin acarició el cabello de ____ con su nariz, para luego apoyar su mejilla sobre su coronilla y cerrar los ojos.

Si lo mataran ahora, estaría feliz de morir en sus brazos.