Capítulo 12 | Libre.

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Justin la dejó caer con cuidado en la cama y la miró desde arriba. Era una maldita diosa.

La miró unos segundos más y ____ sin dudarlo una vez se quitó la remera por sobre la cabeza. ¿Para que negar algo que de verdad deseaba?

Justin sonrió y poniéndose sobre ella quitó el botón del jeans para luego quitarlo y quedar ambos en sólo ropa interior.

Oh, estába a punto de tener sexo con su secuestrador.

Todo esto estaba siendo tan raro, taba rápido, tan loco. Ellos eran enemigos... pero los opuestos se atraen ¿no?

Justin besó el vientre de ____ antes de quitar por completo toda su ropa interior con movimientos juguetes y sonrisas de parte de ambos. Esto era tan extraño. Ambos sentían que esto era lo correcto, ambos sabían que estaban jugando con fuego pero aún así no se detuvieron.

Ahora estaba desnuda en frente del chico malo, en frente de su opuesto, en frente de su secuestrador y en frente del chico más ardiente que había visto en toda su maldita vida.

Justin la miró y sin estar completamente cuerdo se quitó los boxers en frente de ella. ____ lo observó unos largos segundos antes de que el rubio se posicionara sobre ella en la gran cama.

Justin estaba esperado a que ____ le golpeara, le gritara y se fuera corriendo a la habitación de arriba para nunca más volver a hablarle... pero nada de eso sucedió, ella lo abrazó por el cuello y lo besó con pasión y como nunca antes había besado, ni con Derek su parte salvaje se había desatado. Pero ahora estaba a flor de piel.

Justin la acarició pero estaba siendo paciente, intentando grabar cada segundo de esto en su memoria. Ella se arrepentiría tarde o temprano. Debía ser rápido pero a la vez lento y cuidadoso.

"Hazlo" habló ____ ya fuera de sí misma. Este maldito le gustaba.

Justin se movió sobre ella hacia su mesita de noche y sacó el cuadradito de aluminio. Lo rompió con los dientes y deslizó el latex por su longitud.

-Santo cielo, lo había olvidado- Pensó ____. Pero al darse cuenta de cuantas veces él había hecho esto se relajó, sabiendo que él lo tenía presente. Gracias a Dios que esas cosas existían y que él tuviera. Sí no, lo lamentaría más tarde...

Él sin vacilar se deslizó dentro de ella haciéndole sentir cada nervio de su cuerpo derretirse.

Esto era jodidamente exquisito.

Justin aprertó las vigas de acero del respaldo de su cama con una de sus manos, dándose apoyo. Esto se sentía tan extrañamente bien.

Se movió sobre ella haciéndole perder la cabeza. ____ Se movió junto a él haciendo el proceso más excitante.

La parte interna de sus muslos rozaban las caderas de Justin haciendo fricción y calentando aún más ese punto.

Lo besó. Un beso delicioso. Un besó en el cual callaron todos sus gemidos en la garganta del otro.

Se movienron a un compás creado por ambos, delicioso y llamativo.

____ incrustó sus uñas en la espalda de Justin, no lo suficiente para romper pero sí para dejar marcas en la piel.

Él gimió en su boca y eso le bastó a ____ para relajarse bajo él y pensar que todo esto estaba correcto.

Ella elevó sus caderas cerca de Justin justo cuando él daba una envestida reunido las pocas fuerzas que le quedaban. Gritó. Gritó él nombre del hombre que estaba sobre ella haciendo lo que mejor sabía hacer.

Unos segundos después de la brutal envestida de Justin, ____ se dejó llevar en un delicioso orgasmo, explotando en torno al rubio. Y él no tardó otro segundos más en seguirle y quedar tumbado sobre sus codos para no dejar todo su peso sobre ella. Agotados y unidos como uno sólo.

____ abrió los ojos y se sorprendió al verse acostada en una cómoda cama. El perfume masculino rondaba por la habitación y sintió como una mano suave, pero a la vez aspera, acariciaba su cadera y como el colchón estaba ligeramente más undido detrás de ella.

Maldición... ¿Que sucedió?

Sintió como Justin se acercaba más a ella y besaba la parte detrás de su oreja. Haciéndole estremecer.

Se giró y lo miró con los ojos muy abiertos.

Justin sonrió se acercó para besarla pero ella se alejó en un acto reflejo.

Él cerró los ojos y tragó con dificultad, sintiendo como sí le patearan en el pecho. Se alejó de ella.

"Lo siento" susurró el rubio y se dejó caer de espaldas en la cama mirando él techo y suspirando pesadamente.

____ sintió como su estómago se descomponía al ver a Justin tan afectado por un simple rechazo. Pero ella no sabía cuanto había calado en el ser de Justin.

Lo miró unos segundos y pensó en lo que estaba a punto de hacer. Pero lo necesitaba ver feliz. Muy en el fondo sabía que él le importaba pero estaba lejos de admitirlo en palabras.

Se acercó a él y envolvió uno de sus brazos a la cintura de Justin y se acurrucó en su pecho, pasando una se sus piernas por sobre una del chico, se entrelazó con él.

Justin asombrado en un principio envolvió uno de sus brazos, también, al rededor de ____ acercandola a él.

"Nena..." dijo él en un susurro. Oh, que bien se sentía.

"¿Sí?" dijo ella y no pudo evitar también sentirse feliz y frotar su mejilla en el pecho de Justin.

"Puedes irte" dijo sin pensarselo mucho.

Bueno, lo había pensado el resto de la noche mientras la miraba dormir y dándose cuenta por primera vez en su vida como era que se sentía estar preocupado de una mujer.

"¿Que?" dijo ella levantadose un poco y mirándolo a los ojos.

"Que te dejo libre, puedes irte" le dijo sin mirarla a los ojos, porque sí lo hacía estaba un noventa y nueve coma nueve por ciento seguro de que le rogaría por que se quedara.

"¿Me estás tomando el pelo?" preguntó ____, comenzando a sonreír.

"Libre" le dijo el hombre a su lado. "Eres libre"

Ella sonrió pero al igual que él no lo miró a los ojos, sintiendo algo muy parecido a lo que él sentía. "Gracias" le susurró, pero no pudo evitar acercarce a él y besarlo en los labios. Sólo un tierno toque de ellos y ambos estaban en él paraíso.

____ se levantó de la cama llevándose las sábanas junto con ella para recoger su ropa del suelo.

"¿Te irás hoy?" preguntó Justin, un tanto cabreado, sentándose en la cama aún desnudo.

"Sí" susurró ella y entró en el baño de la habitación de Justin para vestirse y poder salir de ese infierno lo más rápido posible.

Justin golpeó en colchón con sus puños y se jaló él cabello. Maldiciendo en voz baja.

-¿Que tiene esta maldita perra que me encanta tanto que me impidió acabar con ella en el segundo que la vi en el bar?- pensó. Esto era un jodido error.

Imprisoned in your heart | Justin Bieber y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora