Lord help my poor soul

7

<<Hasta las valiosas palabras...
de aquellos que me dieron
todo su valor
se alejan de mí,
permitiéndome revivir
recuerdos vacíos>>

No lo puede evitar, es un impulso natural que aparece de repente y es incapaz de detener.

Ríe...

No lo entiende, pero una débil risita ha emergido tras segundos de silencio donde procesa las palabras del pelirrojo y obtiene eso como única respuesta.

-¿De que rayos estás hablando?-Cuestiona después de aquella reacción que había hecho al vampiro arquear una ceja.

-¿En verdad no lo imaginas?-Contraataca Twain con una sonrisa arrogante-Se supone que eres un gran detective ¿No?

Por supuesto que lo era, pero ahora mismo no podía pensar en ello aunque lo intentara. Tal vez reír fue una acción que evidenciaba ese hecho, no haber sido capaz de deducirlo...porque había algo que lo detenía, una barrera momentánea que bloqueaba todo esfuerzo por saber lo que esa criatura sonriente y confiada estaba tratando de decir.

Estaba demasiado exaltado para pensar, pero... ¿Por qué?

Un chirrido hace a ambos detener la guerra de miradas e insinuaciones que mantenían, prestando entonces atención a la presencia que acababa de aparecer en el marco de la puerta. Un muy confundido Edgar mira la escena completamente desentendido del conflicto y la atmósfera entre esos dos. Un fugaz escalofrío le recorre al ser recibido por la sonrisa del pelirrojo y la mirada esmeralda del pelinegro dejando casi en segundo plano el hecho de que la capa que portaba este último era ahora sostenida por el primero.

Antes de poder preguntar algo para entender la situación es frenado por Mark.

-Parece que tienes cosas que explicar aquí, Edgar~

Su tono y la forma en que el nombre es pronunciado le causa al detective una sensación desagradable.

El escritor suspira resignado y termina por cerrar la puerta.

-Por favor...no se lo digas a Francis.

-En verdad me ofendes-Murmura el pelirrojo, con un par de pasos se acerca lo suficiente para alcanzar la pañoleta que rodeaba el cuello del mayor y juguetea un poco con ésta-No necesitas pedirmelo, sabes que puedes contar conmigo...para lo que sea.

-Gracias...-Responde con un tono levemente nervioso que sólo divierte más al otro.

-Aunque... No me molestaría recibir una recompensa después-Añade cortando más del espacio entre ambos causando que Allan retrocediera torpemente.

Casi de inmediato Poe se ve jalado y apartado de Mark quien también siente que la capa en su posesión le es arrebatada.

-Lo lamento pero tenemos que irnos ya, Edgar...después podrás seguir hablando con tu "amigo."

-Ah...-El más alto se deja arrastrar, extrañado y desentendido-¡Ranpo! Antes vuelve a ponerte la capa por favor.

-¡Ya lo sé!-Gruñe acomodándo la prenda de nuevo en su sitio.

-¿Estás bien?

-¡Claro! ¡De maravilla!

-¿Eso...fue sarcasmo?