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<<Si tuviéramos que mirar atrás,
nuestros pasos han cubierto
una gran distancia.
Nuestros destinos entrelazados
no se disolverán ahora.>>


Un par de meses pasaron como si hubiesen sido tan sólo algunos días, por esa misma razón todo llegaba a parecerle casi irreal teniendo la sensación de que en algún momento despertaría para retomar su vida tal cual solía ser antes, quedando los recuerdos de lo ocurrido últimamente como un sueño demasiado bueno para haber sido verdad.

–Ranpo.

Escuchar esa voz y abrir los ojos encontrándose con la caricia amable de Allan intentando despertarle hacía desaparecer esas inseguridades que rondaban con frecuencia sus sueños.

Esta vez, en un impulso potenciado por el enorme alivio que le trajo su presencia, le rodeó con los brazos atrayéndolo para llevarlo con él a la cama. El mayor cae a su lado un tanto confundido pero se abstiene a preguntar las razones cuando lo ve acurrucarse sin soltar el abrazo que los unía.

–Ranpo...–Volvió a llamarle después de un rato, con temor a arruinar tan agradable atmósfera.–Karl nos está esperando en el comedor.

Rindiéndose solamente gracias a la mención del familiar el detective decide soltar a Poe para bajar ambos y alcanzar al niño que ya estaba contemplando el comenzar sin ellos.

Los días posteriores a la captura de Fyodor fueron bastante tranquilos, Edgar continuaba al tanto del proceso de juicio que aún no tenía fecha fija pues se seguía recabando evidencia de sus crímenes para establecer la condena pertinente.
Ranpo se encargó de aportar la mayoría de las pruebas que poseía sobre el caso de Lilith, donde a pesar de no parecer directamente involucrado en su asesinato era el claro autor intelectual de éste.

Habían trabajado mucho para atrapar a esa rata escurridiza y ahora sólo bastaba tener la paciencia de esperar a encararle de nuevo ante el consejo.

Asi que mientras ese tiempo llegaba Ranpo pudo retomar su trabajo, Fukuzawa seguía encomendándole casos que aunque no fueran ni de cerca tan demandantes como el de Dostoyevski a veces solían llevarle tiempo; sumando a eso el hecho de que Poe también recibía encargos de parte de Francis daba como resultado el que durante su día a día los ratos libres fueran un poco difíciles de obtener.

Aunque siempre existía la oportuna intervención de Karl, quien no dudaba en disponerse a aligerar el peso del trabajo de su amo. En esta ocasión ofreciéndose a llevar los documentos que el líder del gremio había pedido se le entregaran esa tarde.

–¿Le irá bien llendo él solo?–Cuestionó curioso Edogawa después de verlo irse.

–Podrá parecer un niño pero no lo es, sabe valerse por si mismo bastante bien.–Aseguró el mayor, tomando los platos de la mesa para llevarlos a la cocina.

–Vaya que confías en él.–Mencionó mientras se acerca a ayudarle a recoger.

–Ha sido mi compañero desde que tengo memoria, soy consiente de todo lo que es capaz.

Después de algunos minutos apoyándose mutuamente en la tarea de limpieza de platos y cubiertos llegaron a la conclusión de que parecían haber mejorado un poco, todo ello si se tomaba en cuenta que en sus antiguos modos de vida los deberes domésticos no estaban enlistados.

–Entonces...¿Crees que Francis se moleste porque no fuiste tú mismo a entregarle esos papeles?–Le preguntó dejando el último plato en su sitio.

-–Tal vez lo haga pero no porque realmente le importen los documentos en sí.–Suspiró apoyándose en el borde del lavabo.–La mayoría del tiempo sólo quiere que le cuente como van las cosas aquí.

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2023 ⏰

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