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Aurora

—Deja eso ahí, Daniel.—Reprendí a mi primo que casualmente estaba robando de mis galletas TimTam que tenía en mi plato.

—Oh vamos, ¡son deliciosas! ¡Déjame sacar sólo una!—Dijo Daniel con tono de niño pequeño.

—Está bien.

Estaba totalmente concentrada en mi nuevo videojuego, cuando de repente tocan el timbre haciendo que automáticamente perdiese en este.

—Maldita sea.

—No maldigas, es malo.—Habló Daniel, con su pacífico tono de voz. Luego, se levantó y fue a abrir la puerta.

Daniel y yo ahora vivíamos juntos. A decir verdad, Daniel insistió muchos días para que yo aceptara; diciéndome cosas como: «sé cocinar muy bien», «no soy una persona sucia», «trabajo mucho» tratando de persuadirme. Así que opté por aceptar y que viniera a vivir conmigo.

Hoy es viernes por la tarde y sinceramente estaba exhausta. La universidad es algo agotador. Pero, estoy haciendo algo que de verdad me hace feliz.

—Eh, ¡Aurora, te buscan!—Gritó Daniel.

¿Me buscan? Mm. Me levanté con pereza y lentamente fui a ver de quien se trataba la persona que me buscaba.

O de quienes se trataban.

Habían dos chicos posados en el marco de mi puerta. Me llamaron la atención sus cabellos, que eran de colores que no todas las personas utilizaban. Un chico tenía el cabello medio anaranjado mientras que el otro, tenía su cabello con un color un poco verdoso. Supuse entonces que su cabello alguna vez obtuvo el color celeste. Los observé: eran irónicamente diferentes, así que descarté la idea de que eran hermanos. El de cabello verdoso tenía la tez más pálida que había visto jamás; mientras que el de cabello anaranjado tenía una tez ni pálida ni bronceada. Descarté absolutamente la idea de que eran hermanos. Lo que rondaba en mi cabeza era lo siguiente: ¿quiénes eran?

—¿Qué se les ofrece?—Pregunté amablemente a los guapos chicos que tenía en frente de mí.

—Oh, bueno, es que hace unos días nuestro amigo vino en calzoncillos y el no sabía que estaba de esa manera. Discúlpalo. Y, también veníamos porque, somos tus vecinos. Somos del departamento 6B. Queríamos darte la bienvenida.

¿Bienvenida? ¿De qué rayos hablaba el chico pálido?

—Disculpen, creo que se confundieron de persona. Yo vivo aquí hace aproximadamente un año.

Los chicos se miraron entre sí. El chico de cabello anaranjado se sonrojó y reí un poco.

—Yoongi, ¡te dije que no era nueva vecina!—Retó el chico de cabello anaranjado. Este era guapísimo; incluso envidiaba la forma de su nariz, perfectamente recta y definida.

—Hoseok, tú nunca dijiste que no lo era. Esto es culpa de Taehyung.

Taehyung.

Creo haber escuchado ese nombre.

—¿Tae?—Pregunté. Los dos chicos y mi primo me quedaron observando. Por un momento sentí que no debí haber nombrado al susodicho.

—Sí, Tae. El que te dijo que apagaras la música el domingo por la noche.—Dijo Yoongi... al parecer se llamaba así el pálido chico.

—El de los calzoncillos de nubes.—Mencioné.

Los chicos se miraron nuevamente y comenzaron a reír. Luego reí yo y hasta Daniel comenzó a reír. Daniel supo todo ya que yo se lo había contado.

The Best of Me↠Taehyung [김태형]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora