The Best of Me↠Taehyung [김태형]

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En ese momento entonces supuse que me diría algo así como: "Te perdono todo, seamos felices de una vez por todas"...

Pero no fue así.

Taehyung sólo había analizado la situación. La lluvia era intensa, pero aún así no nos importó en lo más mínimo. Necesitaba una respuesta, una referencia o algún acto proveniente de él. Sin embargo sólo recibí una mirada de soslayo, y un profundo suspiro.

Recuerdo que su boca estaba formada en una gran O; una de sus raras manías era hacer eso, sólo lo hacía cuando se quedaba pensando las cosas dos veces.

Y esa vez, pensó unas cuatro veces más.

Me tomó de la mano, y luego la dirigió a sus labios, dejando un largo, húmedo y amargo beso. Sin más, me soltó y se fue.

Me acuerdo que las lágrimas se camuflaban con la lluvia, y que el tiempo se acoplaba perfectamente a mi estado anímico. Recuerdo también que, el resfrío no había valido la pena, porque Taehyung no estaba conmigo y sentía que era la persona más idiota y sola del mundo.

Habían pasado semanas, y ya estábamos a 14 de enero. De vez en cuando (cuando Daniel me obligaba a salir), miraba discretamente la puerta de mis vecinos, y recordaba cada momento en el cual los chicos me habían recibido acogedoramente en su hogar. Y recordaba también los momentos con Taehyung. Como sonreía... Dios. Cuánto extrañaba la sonrisa de V. O la más mínima presencia, porque ya ni siquiera sabía si aún vivía allí. Ahora, esa puerta vecina estaba sin vida.

Y así me sentía. Como un objeto sin vida. Porque ya no sabía si sentir o no sentir. La felicidad había desaparecido; yo trataba de encontrarla pero al parecer no quería que la encontraran.

Y los días pasaban así. Entre que ordenaba mi hogar, después iba de noche a trabajar al bar, luego llegaba a casa a eso de las cuatro de la mañana y dormía; así sucesivamente.

—Vamos Aurora.—Me habló Nayeon, detrás de la barra.—Tienes que tener un poco de ánimo para atender a los clientes, tú sabes, para que se sientan bien y tengamos propinas.—Me sonrió dulcemente.

Nayeon y yo somos amigas hace unos meses; cuando comencé a trabajar en este bar, la única persona que se había acercado para hablarme fue ella. Al instante nos volvimos cercanas ya que, Nayeon es una de las chicas más dulces que he podido conocer en toda mi vida. Además de que es buena persona y linda.

—Lo sé. Sólo tengo que fingir que estoy de buen humor, no te preocupes.—Respondí con cierto sarcasmo.

Me di vuelta para poder conversar con ella. Me senté en uno de los altos bancos y luego me apoyé en la barra.

—¿Cuándo será el día que dejes de pensar en Taehyung?—Frunció el ceño, haciendo que se viera tierna.

Rodé los ojos con fuerza y bufé.—No quiero hablar del tema.

—Pues lo tendrás que hacer porque esto te está consumiendo de verdad.—Espetó con cierta rabia.—Cuando te conocí me impresionó el hecho de que tuvieras tanto positivismo en tu vida. Pasara lo que pasara, tú seguías siendo tú misma. Y ahora ¿qué pasó? El estúpido de Taehyung te arruinó todo.

Abrí mis ojos de par en par al ver el rostro de enojo de la chica. Una de las características destacables de Nayeon es que nunca ofende o insulta a las personas, y ahora que esté diciéndole estúpido a alguien que ni siquiera conoce me impresionó bastante.

—Yo...—Traté de decir, sin embargo al instante me interrumpió.

—Tú nada, Aurora O'Connor. Tú te disculpaste, le confesaste tu amor por él, ¿y que hizo? ¡Huyó! Tú lo que tienes que hacer es olvidarte de él porque lo único que te ha traído son problemas y tristezas. Él no te merece, ¡es un...! ¡argh, estoy enojada!—Bufó, luego tiró bruscamente el paño que tenía en sus manos a la mesa.