Capítulo 4

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Limpié mis lágrimas y salí de la sala.

Fuí a mi oficina y continué trabajando para despejar mi mente.

Mi celular sonó, me estaban llamando, me fijé quien era. John.

-John?.- El nunca me llamaba en horarios de trabajo.

-Ven a casa.- Y cortó, su voz sonó algo rasposa y ronca.

-Raquel, me tengo que ir a casa, puedes ordenar esto por mi y mañana te vas mas temprano? - Dije señalando los papeles de los casos que ya resolví.

-No hay problema.-

-Gracias.- Le sonreí amable y me fuí a mi departamento.

******

Entré al departamento y no encontraba John por ningún lado. Todo estaba roto, desordenado y tirado en el suelo.

-¿John?.- Alguién me agarró bruscamente por atrás.

Grité y al instante me tapó la boca.

-Tranquila, princesa..-

-John! me asustaste..- Él se puso en frente mío y sonrió, yo hice lo mismo.

-¿Dónde estabas?.-

-En el trabajo.- Respondí obvia.

-O con otro hombre...-Me dijo enojado, lleno de ira.

-¿Qué?.-

-Lo que escuchaste.- Me agarró fuerte de la cintura.

-John.. ¿Por qué piensas eso?.-

-Ya no me quieres..-

-¿Cómo que ya no te quiero?.-

-Ya no hacemos el amor con la misma frecuencia que antes, ya no me despiertas con besos, ya casi no cruzamos palabra.-

-Pero, John.. todas las parejas pasan crisis como estas.. ya pasará.-

-No pasará!, HAY OTRO EN TU VIDA, ¿VERDAD MALDITA PERRA?.-

-John! NO ME HABLES ASÍ! NO HAY NINGUN "OTRO" EN MI VIDA!.-

Me agarró más fuerte de la cintura y con su otra mano agarró fuertemente mi mandíbula.

-J...john.. suel..tame.- Dije con dificultad, el aliento de John desprendía olor a alcohol.

El miedo corría por mis venas, no sabía que hacer, él jamás me había tratado así.

-Maldita ramera, me perteneces desde el momento en que te hice mía.-

-John.. estas ebrio...-

-Callate por una puta vez VAGABUNDA!.-

-JOHN!.- Busqué algo para defenderme a mi alcance.. agarré un florero y se lo partí en la cabeza. Calló al piso desmayado.

Suspiré aliviada y, como pude, lo llevé hasta la cama, lo acosté ahí y me dormí en el sillón.

****

Al despertar fuí a mi habitación y pude ver a John durmiendo, roncando como un cerdo.

Últimamente, John había perdido su encanto.

-John, despierta..- Supuse que tendría resaca asi que agarré un ibuprofeno y lo dejé en la mesita de luz, junto a un vaso de agua.

-Buenos días princesa.- Me sorprendía que me hablase asi, creí que me iba a tratar como la noche anterior.

-No recuerdas nada, ¿verdad?.-

-Recuerdo haber ido a un bar, beber mucho y.. nada más.-

Lo miré a los ojos, dudaba en lo que había dicho, ¿en verdad no recordaba nada? ¿o simplemente se sentía mal por cómo me había tratado?.

Dulce venganza (EDITANDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora