Capítulo 5

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-No lo conozco desde antes, señor Dasler, pero seguramente era igual de inmaduro que ahora.-

-Tu no me conoces.-

-Con propiedad.-

-Usted no me conoce.-

-Perfecto.- Suspiré.

****

Dasler ya se había ido, hace dos horas exactamente y me quede pensando en la salida a la que me invitó.

Realmente, tan solo ver la cara de Dasler, generaba un odio tan profundo, que no sabía que era capaz de sentir.

Odiaba con todas mis fuerzas a Dasler, tenía ganas de cobrarle cada una de sus burlas; pero no me animaba.

Recordé lo que Diana me había dicho, su plan. No era tan malvado, no era tan traumante como las bromas de Dasler.

Después de pensarlo bien, decidí ir a donde Matt me había invitado.

-Raquel!.- Llamé a mi secretaria.

-Si, Gemma?.-

-Necesito que te fijes si tengo algo para el lunes de la semana que viene.-

-Mmm... haber..- Agarró la agenda y la revisó. -Tiene un almuerzo con su marido.

-Ufff.. ¿enserio? ¿con John?.-

-Si, señorita.-

-Bueno, ¿la puedes cancelar? dile a John que tengo una reunion con un nuevo cliente.-

-Claro que si, ahora lo llamo.-

-Perfecto.-

No estaba muy segura de salir con Dasler, pero lo tenia que conquistar.

***********

El día llego, estaba poniendome la ropa mas formal, sensual y ajustada posible.

Me puse un vestido color beige, corte corazón, que me llegabas hasta la mitad de los muslos.

Tambien, me puse unos tacones taco aguja, color beige y agarré una cartera Dior color marrón. De más estaba agregar que al ganar demasiado dinero, mi ropa y accesorios eran de marcas costosas. Nunca me gustó eso de presumir, porque yo de chica viví, lamentablemente; sabiendo cuando alcanzaba y cuando no, la comida para todos.

Planché mi, ahora, corto y pelirrojo cabello y pinté mis labios. Coloqué rimel en mis pestañas y un poco de colorete en mis mejillas.

Busqué por todos lados mis lentes de contacto marrones y rápidamente, me las puse; ya que se hacía tarde.

Salí otra vez sin saludar a John y pedí un taxi.

Ya en el restaurante, esperé a Dasler; al decir mi apellido, los mozos me llevaron hasta una mesa, reservada por Matt.

-Hola.- Dijo Matt sentandose en la silla.

-Un poco tarde, ¿no cree señor Dasler?..si hiciera eso en tribunales..-

-¡¿Por qué eres tan correcta?!.- Me interrumpió.

-No levante el tono de voz.. estamos en un ámbito público.- Señalé a nuestro alrededor.

-Tutéame..- Me susurró sensualmente al oído.

-Emm.. Dasler.. está usted muy cerca.-Me puse nerviosa.

-Por favor..- Me suplicó aún en mi oído.

-Matt.. aléjate.-.

-Perfecto.- Me imitó el muy idiota. Yo solo lo miré seria.-Vamos!.. diviértete, por un segundo.. sé inmadura!.-

-Matt... no tengo edad para boberías como esas.-

-¿Qué edad tienes?.-.

-Eso no se le pregunta a una dama.-

-Yo tengo 24.- Dijo evitando lo que dije.

Suspiré exasperada y dije:

-Yo también..-

-¿Cuando cumples años?.-

-El ca..- Me detuve, si decía cuando cumplía tal vez me reconocería..o tal vez no, no creo que sepa cuando cumplo, pero no podía arriesgarme...me quedé pensando.. ¡¿Qué podía decirle?!. Era hora de actuar "sensual".

Me acerqué lentamente a sus labios, los rozé y dije traviesa, como cuando jugaba con john:

-Adivina.- Luego me volví a sentar en mi silla, dejándolo con las ganas de besarme.

Me miró preplejo, por una vez en su vida, una chica no caía a sus pies.

-¿Qué pasa Dasler? ¿Confundido?.-

-Eh?... veo que te gusta jugar sucio.- Gruñó seximente.

-No, para nada.. ¿qué te hace pensar eso?.-

-Te haces la difícil.. pero pronto estarás en la cama, conmigo, suplicando "mas fuerte, mas fuerte".- Pobre iluso... ¿en verdad creía que sería tan fácil? ¿qué me gustaba?, nisiquiera me atraía.

-Dasler.. por favor, hablemos con seriedad.-

-Después de comer, vamos a mi departamento.- Devuelta hizo oídos sordos a lo que dije.

-Nisiquiera me escucha Dasler.-

-¿Puedes dejar de hablarme tan formal?.-

-Si me lo pides bien.-

-¡Te lo pedí bien!.-

-No, claro que no.-

-¡Ahora mismo estás actuando como una niña caprichosa!.-

-Tu tampoco actuas como adulto.- Me cruzé de brazos, realmente estaba actuando muy infantil.

-Por fin!.-

-¿Por fin qué?.-

-Por fin dejaste de actuar como una mujer de 60.-

-Me ofende, señor Dasler.- Solté una risita, porque sabía que a Matt le molestaba mucho que hablara tan formal.

-A todo esto.. ¿Y el mozo?.- Dijo.

-No lo se.. creo que si no lo llamas, no viene.- Dije obvia.

Dasler le hizo señas a un mozo que estaba cerca, lo cual me dió mucha gracia, ya que el mozo no entendía y Matt se enojaba.

Lamento que este capítulo no halla sido tan largo, pero no tengo tiempo y quería subir cuanto antes.

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Derechos reservados de autor SweetLady_123

Dulce venganza (EDITANDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora