La razon de Medianoche

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Cecil se mantenía silenciosa con la mirada baja. A su alrededor, las leyendas se encontraban fuera de la celda con el ceño fruncido y los brazos cruzados. Todos mirándola con molestia.

—¿Piensas hablar? —preguntó Nate rompiendo el silencio.

Rip sintió un escalofrío en el momento que la rubia levantó ligeramente la mirada e intercambiaron un contacto visual. A pesar de que sus heridas ya habían sanado y la hinchazón que pocas horas antes tenía había desaparecido, la cara de Cecil seguía llena de sangre que se había secado con el paso de las horas.

—¿Por qué mataste a Amaya? —preguntó Sara.

Cecil volvió a bajar la mirada estremeciéndose.

—Cecil —la llamó Ray acercándose a la celda—. Responde, por favor.

—Vio mi cara y les diría quién era —respondió Cecil de manera casi inaudible.

—¿Entonces no niegas ser Medianoche? —preguntó Sara.

Rip miró la máscara en sus manos con un suspiro.

—Ustedes no entienden —susurró Cecil llevándose ambas manos a la cabeza y cerrando los ojos con fuerza—. No entienden.

—La verdad, no, no entendemos —respondió Nate.

—Yo no debí subirme a ese avión el 11 de septiembre —murmuró Cecil.

—¿Esta es tu venganza por haberte dejado 5 años con Hitler? —preguntó Sara y Cecil negó con la cabeza.

—Tienen que dejarme salir de aquí —susurró Cecil levantando la mirada.

—Esta celda está modificada con los mismos nanobots de las esposas, así que no podrás atravesarla vibrando —comentó Ray.

Cecil negó con la cabeza.

—Ustedes no entienden —repitió.

—¿Le importaría explicarnos la situación, señorita Thawne? —preguntó el profesor Stein.

—Si no me dejan salir y terminar mi trabajo, seré eliminada de la línea temporal —murmuró Cecil volviendo a cerrar los ojos con fuerza.

Rip frunció el ceño y se acercó a la celda decidiendo hablar por primera vez desde que habían llegado.

—¿Podrías explicarme eso? —preguntó arqueando una ceja—. La línea temporal no tiene ninguna razón para eliminarte, exceptuando a Medianoche.

—Te dije que no debía subirme a ese avión —respondió Cecil—. Dos minutos de retraso fueron suficiente para alterar toda la línea temporal.

—¿Dos minutos? —preguntó Rip volviendo a fruncir el ceño—. Estaba planeado que el avión tendría un retraso...

—De 40 minutos, no 42 —lo interrumpió Cecil—. Y en esos pocos minutos en los que el avión no se movió de la pista de despegue, la línea temporal se alteró completamente.

Rip la miró perplejo para después volver a mirar la máscara aún en sus manos.

—Viste el futuro —susurró Rip dándose cuenta de la situación.

—Viví el futuro —resaltó Cecil rápidamente.

—¿Les gustaría explicarnos de que hablan? —preguntó Mick.

—Les mentí sobre Hitler —habló Cecil—. Antes de que el avión se estrellara, logré realizar un viaje en el tiempo y llegué 1916.

—Eso lo sabíamos, si —dijo Sara.

¿Quien soporta a Thawne? •|Rip Hunter|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora