Heil!

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—¡General Thawne!

Cecil se levantó de golpe dejando las cartas sobre la mesa mientras sus compañeros reían por lo bajo.

Heil, mein Führer! —exclamó Cecil haciendo el saludo con una sonrisa.

El hombre con extraño bigote frente a ella asintió con la cabeza. Rápidamente la rubia bajo el brazo sin borrar la sonrisa de su cara.

—Felicitaciones, acaba de ser ascendida a Coronel General —dijo Hitler sonriéndole a la rubia—. Algo me dice que me asegurarás la victoria.

Cecil rio y volvió a levantar el brazo en modo de saludo.

Sieg Heil! —exclamó antes de volver a reír.

Vaya que era interesante ser un nazi.

***

La Waverider aterrizó en un campo abierto y se camufló con el entorno. Rip, Ray, Nate y Mick se bajaron con los uniformes nazis y miraron a su alrededor.

—Si siguen recto, deberán llegar en pocos minutos a Berlín —habló Sara por el intercomunicador—. Solo asegúrense de que no los capturen.

—Es difícil, teniendo en cuenta que el inglés tiene nariz de judío —dijo Mick empezando a caminar.

—¡Mi nariz es completamente normal! —exclamó Rip rápidamente.

—¡Concéntrense! —exclamó Sara—. ¡Tenemos pocas horas antes de que Cecil le diga a Hitler sobre la nieve!

—Solo busquemos a Cecil y salgamos de aquí cuanto antes —dijo Ray riendo al ver cómo Rip tocaba su nariz disimuladamente.

***

—¿Que te parece, "mientras más rápida la victoria, menos muertes"? —preguntó Hitler moviendo la mano dramáticamente.

Nein —dijo Cecil negando con la cabeza—. Quedaría mejor algo como "hasta la peor arma resulta buena si logra una victoria rápida".

—¡Eso es! —exclamó el líder fascista sonriendo—. Mejor "Las armas más crueles resultan humanitarias si consiguen provocar una rápida victoria".

—Por algo usted es el Führer —respondió la rubia sonriendo—. Sus discursos siempre han sido los mejores.

—Este debe de ser excepcional —habló el Führer mirándose en el espejo—. Pienso motivar a los soldados antes de la invasión.

—Ya sabe que no debe de seguir los pasos de Napoleón Bonaparte —comentó Cecil sonriendo maliciosamente—. Por algo perdió a 510.000 hombres durante su invasión.

—Me impresiona su capacidad para recordar cada mínimo detalle de la historia, General Thawne —dijo Hitler mirándola de reojo—. Me atrevo a decir que es inhumano. Incluso parece saber cada movimiento que hará el enemigo.

—Quizá la más grande y mejor lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de historia —dijo la rubia encogiéndose de hombros.

—Espero no le moleste que utilice esa frase —dijo Hitler con una sonrisa—. Siempre sabe que decir y como decirlo.

—Es mi don —respondió Cecil volviendo a sonreír.

La puerta se abrió con cuidado y entró otro general, el cual fulminó con la mirada a Cecil mientras ella le guiñaba el ojo.

Heil, mein Führer! —exclamó el general levantando el brazo a modo de saludo—. Ya es hora, Führer.

—Empiece la ceremonia, salgo en un instante —respondió Hitler terminando de arreglarse el uniforme.

¿Quien soporta a Thawne? •|Rip Hunter|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora