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El pobre peluche entre sus brazos si tuviera vida seguramente estaría rogando para que lo dejara de apretar con tanta fuerza. Taehyung está en medio de la cama matrimonial, mientras llora y abraza al felpudo elefante. No sabe porque le ha atacado tan repentinamente el llanto, pero se siente pequeño y vulnerable. Necesitaba unos fuertes brazos que lo rodearan y le hicieran sentir que todo saldría bien. Tiene miedo de enfrentar a Jungkook luego de la gran abofeteada que le propinado, pese a que el alfa no tenía la culpa de lo ocurrido la noche anterior. ¡Ni siquiera era consciente de lo que había hecho! ¿Por qué lo culpaba de todo?

"...Porque eres un idiota...."

— ¡Vamos, Tae! Ábreme. – Grita Jungkook desde el pasillo, golpeando cada vez más fuerte la puerta haciendo sentir al omega más asustado.

— ¡Vete!

— ¡Derribaré la puerta si no me abres!

— ¡No eres capaz!

— ¿No?

Toda la piel del rubio se eriza y corre a la puerta para quitar el seguro, al pensar que aquel musculoso alfa podría destrozar la puerta de la hermosa habitación. Abre de golpe y lo que menos esperaba encontrarse al otro lado era que Jungkook sostuviera una ordenada bandeja de desayuno, con panqueques -sin estar quemados- unas cuantas tostadas, jugo de naranja y dos tazas humeantes.
Sus ojos pican con mayor insistencia y nuevamente se encuentra llorando con fuerza, frente a los ojos azules que lo miran sin saber qué hacer.

— Hey...– Murmura Jungkook, dejando la bandeja sobre la cama yendo luego por un llorón Taehyung.

El omega tiene sus manos echas puño y refriega constantemente sus ojos, solo provocando que su rostro enrojezca más. Jungkook se pone en cuclillas frente a él, intentando que este deje de hacerle daño a su rostro. Su pecho duele al verlo así. No tiene idea que tan profunda ha mordido el cuello del otro, sin embargo está seguro que eso ha generado un cambio en ambos.

— Respira...– Dice suavemente el alfa, acariciando los delgados brazos de Taehyung. A lo que sonríe cuando ve que lentamente ha comenzado a calmarse. — Vamos, no llores. Te ves feo. – Bromea ganándose una mala mirada del rubio.

— Tú dijiste que lo era. ¿Qué te sorprende? – Balbucea con la voz aún un poco quebradiza, más ya no caen gotitas saladas de sus ojos.

— No lo eres, Taehyung...– Susurra bajando la mirada avergonzado por lo que dirá. – Eres de todo...menos feo.

Un silencio incómodo se instala en la habitación y ambos se miran profundamente respirando a grandes bocadas sus embriagantes aromas. La parte alfa y omega de cada uno necesita de más contacto del otro, pero sus partes humanas se niegan a ceder a sus instintos. Las manos de Jungkook continúa sobre los brazos de Taehyung, los cuales comienzan a bajar lentamente hasta sus grandes manos. Sin pensarlo demasiado entrelaza sus dedos con los de su omega, dando gracias a los dioses por no obtener una negativa. Da suaves caricias con sus pulgares al dorso de cada una y suspira sintiéndose más tranquilo al sentir su calor.

¿Debía sentirse mal por estar tomando las manos de aquel odioso niño que lo sacaba de quicio?

— Tae...sé que esto es difícil, pero ¿Puedes hacer el intento? Ya estamos...casados. – Aprieta los labios sin poder creérselo aún. – Y no quiero pasar el resto de nuestras vidas odiándonos. No creo que seas siempre de esta forma...Te he visto con Jimin y su alfa. Eres muy risueño y me gustaría que al menos nos lleváramos bien o me dieras el chance de conocerte. – Suelta una de las manos del rubio y la lleva a su mejilla húmeda, secando las últimas lágrimas que han dejado un rastro por su lindo rostro. – También lamentó haberte mordido...no sé cómo ha pasado ni...

— Eres sonámbulo. – Taehyung lo interrumpe.

—¿Ah? – Le mira confundido.

— Anoche no podía dormir y fui a darme una ducha, pero tú...– Sus mejillas enrojecen al punto que parecen querer explotar. – ...me mordiste sin previo aviso.

Jungkook se siente totalmente avergonzado por su actuar y mira la marca en el cuello de Taehyung, que ahora que la ve con más detalle está un poco morada. Seguramente duele bastante.

— Lo siento. – Dice con sinceridad, levantándose del suelo y mostrando una mirada seria.

Taehyung se siente un poco asustado por la forma en que lo mira Jungkook, hasta que siente nuevamente sus fuertes manos en su cuerpo. Sus hombros son sostenidos con algo de fuerza, siendo empujado a la cama quedando recostado a la vez que Jungkook termina por subirse encima de él.

— ¿Q-qué haces...?

El alfa se inclina sobre él, dejando sus brazos a cada lado del rostro del rubio y baja hasta el cuello del omega. Da una profunda inhalación, dejando que el dulce aroma llene sus pulmones. Taehyung quiere escapar, más su cuerpo no responde gracias a la imponente presencia del chico menor que él.

— J-jungkook...– Jadea al sentir la lengua del pelinegro sobre su cuello y la temperatura de su cuerpo cada vez sube más. – D-detente...

El alfa se separa de él dejándole en claro todo con una simple mirada, haciéndolo ladear su cuello en total sumisión.

Déjanos curarte.

Y aunque Taehyung no quiere sucumbir, su omega necesita al alfa de Jungkook para sentirse mejor.

Y tal vez...él también lo necesitaba.












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MXN

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