Desde aquello aprendiste
que la gente nunca es
lo que uno espera,
aprendiste que nunca debes esperar
nada de nadie,
no te ilusiones,
que nunca hay que dar
todo lo que uno tiene
a alguien,
porque cariño,
cuando le das todo
le das la oportunidad
de lastimarte,
ya no porque sepa
tus pensamientos más oscuros,
sino,
porque cuando le das todo
y se va,
te deja sin nada,
todo aquello que llenaba
se ha ido
y ahora
tan solo te queda un vacío.
Aprendiste a dejar ir
sin dolor
cuando alguien se iba,
no porque no lo quisieras,
sino porque,
se ha ido tanta gente
que hizo tanto bien,
que apenas tardarás
en olvidar a alguien
el cual no le ha llegado
ni a la suela de los zapatos
a la gente por la que sufriste,
lloraste,
y te arrastraste
por no perder.
Aprendiste
a no confiar en nadie,
porque la gente te falla,
te abandona,
te traiciona.
Porque la gente,
promete demasiadas cosas,
y luego ni siquiera
son capaces de cumplirlas.
Juegan con temas como;
el amor,
el tiempo,
la distancia,
la lealtad
y
la inseguridad de uno mismo.
Prometen quererte
por encima de todo
y todos.
Prometen estar para siempre,
pase lo que pase.
Prometen ir contigo,
si tú tienes que partir.
Prometen estar contigo
a pesar
de lo que el resto diga.
Prometen demasiadas cosas,
prometen ilusiones
y esperanzas
que se acaban marchitando
porque mediante pasa el tiempo,
ni siquiera recuerdan,
que con las flores
hay que tener constancia,
porque una vez la pierdes;
la flor muere.
Debido a esto,
muchas veces creemos extrañar,
cuando tan solo recordamos.
Hay una gran diferencia,
entre ambos puntos,
que parecen estar
unidos.
Extrañar,
significa anhelar algo
y muchas veces,
ese algo tiene
una colonia específica,
una risa peculiar,
un llanto característico
y un adiós indescriptible.
Sin embargo,
recordar,
significa pensar en aquello
que tuviste,
pero que por un motivo,
ya no tienes.
Tan solo pasan imágenes
por tu mente,
recuerdos que tuviste
junto a alguien.
Y esto uno debe
parar a pensarlo
detenidamente,
porque siento decir,
que por idénticos que parezcan,
ambos desencadenan
sentimientos opuestos.
Si extrañas;
no superaste a esa persona.
Si recuerdas;
superaste a esa persona.