✝ The Bibles of War ✝ *My chemical romance*

Fuerza Aérea - Biblia de S. Ridder

Las horas luego de la despedida fueron bastante intensas, muchos arreglos por hacer antes de partir a Normandía con la fuerza aérea, partiríamos a las 07:00 a.m. y aún no había hecho todo lo que me había propuesto...

23:00 hs - Casa de Savannah

Golpeé la puerta con tres toques firmes y esperé a que alguien me abriera, pero nadie respondía. Ya estaba por irme cuando Savannah abrió la puerta.

Ella me invitó una taza de té a esas altas horas de la noche, charlamos como si fuera la última vez que nos fuéramos a ver. Realmente me caía bien porque no era una mujer superficial y porque tenía su vida planeada algo que siempre admiré de las mujeres así y creo que eso se debe a que la mía no era nada parecida.

Sin más vueltas que dar me despedí de ella y prometí que la vería pronto.

00:19 hs.

Caminé por las calles solitarias de París, sus habitantes ya se encontraban probablemente dormidos y aquellos con insomnio seguramente intentando conciliar el sueño.

Llegué a una intersección y me detuve para ver las tres calles en las que se dividía mi camino, de una provenía mucho ruido, al mirar con mayor atención pude notar que se trataba del cuartel de la Fuerza Aérea, por lo que decidí ir a darle un vistazo.

- Señorita, señorita ¿Quiere una taza de té? - dijo un soldado borracho intentándose parar erguido frente a mí.

- No gracias - contesté rápidamente mientras lo esquivaba

- Es una taza de té y algo más - dijo el hombre mientras me agarraba de la muñeca provocándome dolor.

Hice un movimiento brusco y logré soltarme de él, lo miré a los ojos, era tan sólo un pobre hombre borracho ¿Cuánto tiempo habrá permanecido en batalla? No creo que tanto como yo.

- ¿Qué te pasa estúpida? - me dijo al notar que no le quitaba la mirada - ¿Te gusto?

Di media vuelta y comencé a caminar pero no tarde en toparme con dos soldados más.

- Hola bonita - dijo uno de ellos mientras se apoyaba en el hombro del otro

Continué caminando sin prestar atención

- ¿Por qué nos ignoras? - dijo el que hasta ahora había estado en silencio

Ambos corrieron para ponerse frente a mí, los esquivé con la mirada y pude ver que no había nadie más a mi alrededor aunque a unos cuantos metros se veían las luces y los murmullos provenientes del cuartel.

- ¿Buscás a alguien? - dijo el más rubio mientras me agarraba el cuello, intentó besarme pero me las arreglé para dejarlo en el suelo, intenté correr con tacones pero eso era un poco difícil por lo que el otro me alcanzó

- Tenés mucha fuerza - dijo en un tono de borracho, podía sentir su aliento a dos metros de distancia. Me tomó de la cintura e hizo que cayera hacia atrás

Me abalancé rápidamente para ponerme de rodillas, pero este extraño muchacho se puso detrás de mí, eso dio lugar a una situación bastante incómoda, lo cual se acentuó a más que extraña cuando le pegué un codazo en la cara y lo dejé inconsciente en el piso.

Me paré lentamente del piso, mire mi rodilla que estaba manchada en sangre, la limpié con la manga del saco de color crema olvidado totalmente que no tenía el uniforme de soldado puesto.

-¡Dios! ¿Por qué no me comporto como una señorita?

- ¿Simona? ¿Qué hacés acá? - dijo una voz desconocida