Enamorada de un criminal

Disparos en plena luna de miel

Capitulo 2

Domingo, 10:00 pm

Al abrir mis ojos nisiquiera podia ver absolutamente bien, aunque claro me acabo de levantar y sabia perfectamente que ya era muy tarde, despues del agetreado dia que tuve ayer sentia que mi cabeza me  pesaba y eso podia convertirse en una excusa para no levantarme de la cama pero no podia tener mas excusas, ya debia de salir de ahi.

Me levanto y ya no sentia que me pesaba la cabeza y que mis ojos ardian, en ese momento  sentia con aun mas sueño, ganas de acostarme de nuevo y volver a cerrar mis ojos.

Si habia algo que recordaba de anoche esque despues de haber recibido ese mensaje anonimo,  haber visto lo rota que quedo mi ventana y ser parte de uno de los espectadores de la escena de la pandilla, me costo dormir.

Comenzo a ver un monton de pensamientos enredados al entrar nuevamente a mi cuarto, cerrar las cortinas, cerrar  la puerta y apagar las luces esa noche.

Aun con el hueco en la ventana cerre mis cortinas y me fui a dormir con el monton de pensamientos enredados.

Me dirigo hacia la ventana, abriendo las cortinas y fijandome nuevamente en aquel hueco. Ahi fue donde empezo a ver una serie de flashbacks en mi cabeza y de un tal modo extraño recorde al Quique y su pandilla. Lo veo a el y a sus complices y ya siento ese tipico calor que cualquier mujer sentiria, sonaria loco pero en realidad lo es pero hay que ser honestos si hay alguien que me causa nervios, que me pone roja y hace que un calor me entre de repente es sin dudas el Quique.

Solo lo diria porque se ve que es guapo, es cierto. Toda mujer del pueblo diria lo mismo pero nada mas de ahi. Ya paro sobre el tema.

Tomo mi toalla y antes me recojo el pelo, aunque sentia que nesecitaba un lavado.

Salgo de mi cuarto y me dirigo hacia el baño. Tenia pensado ir a ver a Rachel, no nos vimos ayer asique tenia ganas de verla hoy y tal vez mostrarle el mensaje de anoche y ver lo que piensa al respecto.

Mi ventana queda al lado de un callejon, donde las paredes todas cochinas estan llenos de graffitis y de un par de groserias, tambien contiene un balcon lo que seria algo complicado en mi opinion que alguien lanzara cualquier disparate.

Pero no se porque cuando trato de pensar en quien me hubiera escrito ese mensaje y hubiera sabido sobre mi viaje desperdiciado al centro de la ciudad, siempre llega ala mente uno de los integrantes de la ..pandilla.

De un momento a otro el agua caliente se volvio a fria.

.  .  . 

Al terminar de arreglarme frente al espejo, tomo el mensaje escrito en el papel y salgo de mi cuarto. Antes de bajar las escaleras dentengo mi vista hacia el cuarto de mi madre.

Busco sus pastillas, un vaso con un poco de agua tibia y para finalizar acomodo su almohada y recojo su mechon.

Ya al bajar las escaleras veo lo tipico de siempre. Mi padre tirado en el sofa sin camisa junto con su cigarrillo -Voy a ver a Rachel- Digo sin detenerme hacia el y caminando hacia la puerta, con un tono de seriedad y de poco interes. El se voltea hacia mi.

-¿Y mi cafe?-Pregunta con la misma voz de borracho vagabundo de siempre, su olor repugnante  a cigarrilo viejo recorria toda la sala-No habra cafe para ti padre- Dije volteandome a verlo con los brazos cruzados.

El tose

   -¿Que mierda es esa Estefania ?, ¿Como asi que no  tendre mi cafe?- Habla alzando la voz y frunciendo el ceño -¿Que es peor tomar algo que estaria bajo en riesgos de hacerte daño o..beber algo que sabes que te hara daño?. Ya es hora de que empiezes a cuidarte por si solo padre, es por tu bien-