❄️ 22/ Dic /17 ⚡️

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Había sido una mañana bastante fría en Central City, me abrigué y fui a S.T.A.R. Labs.

Donde, como siempre, afuera del elevador se encontraba Barry esperándome. Sonreí sin poder evitarlo, era lindo que él hiciera eso; me hacía pensar que tal vez podría darse el hecho de que Barry sintiera lo mismo por mí que yo por él.

Aunque sabía que era imposible.

Barry quería a Iris ¿Lo recuerdas?.

Y si no era Iris, entonces era alguna otra chica que conocía pero nunca yo.

Nunca sería yo a quien Barry elegiría, nunca sería a quien querría.

Solté un suspiro cansado.

Me hubiera gustado decir que fue una mañana tranquila, pero la verdad es que no fue así. Habían pasado tan sólo unos minutos desde que yo había llegado, cuando la alarma contra meta-humanos comenzó a sonar y Barry desapareció.

-Tenía la esperanza de que hoy nos dejaran descansar-.

-También yo- susurré.

-Además... ¡Ya casi es navidad!-

Lo miré confundida.
¿Qué tenía que ver eso con el hecho de que los meta-humanos no nos dejaran descansar hoy?

-¡Vamos Caitlin!, todo el mundo ama la navidad, es impensable cometer delitos en estas épocas del año-.

Sonreí rodando los ojos -Si, claro Cisco, como si todos lo vieran de esa forma-.

-Claro que lo hacen- dijo con arrogancia, ganándose una sonrisa de mi parte.

Iluso.

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-Creí que ya te habrías ido- pegue un pequeño brinco haciendole reír.

-Barry, me asustaste- le reclamé y me di media vuelta para mirarlo a la cara.

Tenía una sonrisa de oreja a oreja
-No era mi intención, lo juro-.

Sonreí -No te creo-.

-¡Oye!- Fingió estar escándalizado haciéndome reír.

Nuestras miradas se cruzaron y ninguno de los dos hizo intento de mirar hacia otro lado, mi corazón comenzó a latir rápidamente y los nervios comenzaron a hacerse presentes.

Sin previo aviso, posó una de sus manos en mi mejilla, acariciando mi pómulo con su dedo pulgar, podía sentir como su mano temblaba levemente pero aún así no se detuvo.

Con un poco más de confianza, sujetó mis hombros con ambas manos y poco a poco fue descendiendo hasta alcanzar las mías.

-Tienes las manos frías- Sonreí sin saber qué decir pero no deje de mirarlo, su mirada era cálida,

Era como si intentará transmitirme algo.

Sus manos soltaron las mías y por un momento casi grito un "¡No!". Me sentí intranquila, como si algo importante faltará. Quería volver a sujetar sus manos, sin embargo, Barry me tomó por sorpresa, de nuevo...

Con una pequeña sonrisa nerviosa, enredó sus brazos en mi cintura, haciendo que pasara mis manos por sus hombres y se acercó a mi oído.

-Caitlin- susurró.

-¿Si?-.

-Te quiero- Mi corazón latió aún más rápido y mi estomago dio un vuelco, Barry enterró su rostro en mi hombro.

¿Él me quería?.
¿Cómo una amiga o más que una amiga?.

Supuse que se refería a la primera opción.

Querida Dra. SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora