YO NO SOY ELLA

Capítulo 30

   Capítulo 30

Tan solo pudo descansar 2 horas, despertó por el llanto de su pequeña, al abrir los ojos HyukJae la estaba cargando para intentar hacerla dormir nuevamente, pero claramente no lo conseguía. Con cuidado se levantó a la cama y se acercó a él para cargar a su pequeña.

—Recién comenzó a llorar, nena. —Con suma delicadeza se la entregó a ______, lo primero que hizo esta fue cambiarle los pañales y luego la comenzó a alimentar, su pequeña tenia hambre.

—Es tan pequeñita ¿Es normal que sea así?

—Si, hermosa, es normal.

—¿Cuándo podremos sacarle sangre? —Preguntó curiosa, quería que él despertara de aquel largo sueño o muerte, pero no quería poner en peligro a su pequeña.

—Lo optimo sería cuando cumpla un año, ya veremos su desarrollo, nena.

—¿Puedes esperar un año?

—Hermosa, he estado mas de un siglo así, no me costará esperar un año más, además no nos ilusionemos.

—No pienses que no funcionará —Le pidió. —Nuestra hija tiene tu sangre, tiene que funcionar.

—¿Y si no? ¿Me dejarás?

—Por supuesto que no, no comiences a pensar en eso nuevamente, muchas veces hemos hablado de lo mismo, te necesito a mi lado.

—Yo también te necesito, nena, las necesito a ambas.

—Estaremos juntos, HyukJae, mantén la esperanza, por favor.

—Lo haré, hermosa —Muy dentro de si sabía que no podía mantener la esperanza, si se ilusionaba y luego no funcionaba se llevaría una gran decepción, si su hija no podía ayudarlo, entonces nadie podría hacerlo.

—Eso espero—Terminó de amamantar a su hija y luego la puso al lado del cuerpo de HyukJae. —Iré a prepararme algo de comer, no salgas de aquí.

—¿Por qué no? ¿Piensas ir a otro lado? —Preguntó con cierta molestia.

—HyukJae, tienes que cuidar a Suzy —Se acercó a él y lo besó. —Dudo que tú me puedas preparar algo de comer

—Solo no salgas de esta casa, no te vayas, nena.

—No desconfíes de mí, ya vuelvo.

Subió las escaleras con mucha dificultad, su cuerpo estaba adolorido y con justa razón, había sido un parto muy difícil. Al salir de ambos sótanos se sintió mucho mejor, era de día por lo que no tendría que encender las luces, no quería que los vecinos se enteraran que estaba en la casa.

Comenzó a prepararse un poco de comida, quiso hacer algo simple, pero estaba tardando más de lo que pensó. Cuando por fin ya tenia todo listo, se fue a sentar a la mesa para comer tranquila, no quería bajar con toda esa comida al sótano.

Por otro lado, HyukJae caminaba de un lado a otro, _______ tardaba demasiado y eso lo tenía preocupado, estaba acostumbrado a estar a su lado y ahora el no estar con ella lo hacia pensar una y mil cosas. Miró a su hija, ella dormía profundamente, iría solo un momento a ver a _____ y luego regresaría. Desapareció del sótano para aparecer en la cocina, ahí no estaba _____, pero escuchó algo en el comedor y rápidamente fue, ella estaba comiendo.

—HyukJae, ve a ver a nuestra hija —_______ no podía verlo, pero si lo sentía, siempre el ambiente se ponía frio cuando él estaba presente. —No quiero que esté sola.

Él no dijo nada y solo desapareció, se sentía un idiota por dudar de su mujer. Se recostó en la cama y acarició el pequeño rostro de su hija, no pudo evitar sonreír, era increíble ser padre.

Pasó cerca de una hora cuando _____ ya estaba de vuelta, se había dado una ducha y se puso algo más holgado para estar más cómoda, incluso la ropa algo ajustada la fastidiaba.

—¿Cómo se portó mi princesa? —Preguntó sentándose en la cama.

—Bien, nena —respondió él. —No ha despertado para nada.

—Que bueno, intenté darme prisa.

—Lo siento, hermosa, no debí ir a vigilarte.

—No me molesta, HyukJae, pero si preocupa que nuestra pequeña quede sola, sé que aquí nadie la lastimará, pero de igual manera no quiero que quede sola.

—Lo sé, mi amor, yo tampoco quiero que esté sola, pero entiéndeme, estoy acostumbrado a estar a tu lado y no tenerte conmigo me es difícil, a veces creo que un día ya no estarás nunca más.

—Pude irme antes y no lo hice ¿Por qué me iría ahora? No te separaré nunca de nuestra de nuestra hija.

—Ven aquí nena —Se recostó a su lado y lo abrazó, desde que nació su pequeña hija el miedo en él también había nacido y mucho más fuerte. —Tengo miedo, aunque es raro siendo un fantasma.

—¿Miedo de qué? —Preguntó asombrada.

—De que te canses de todo esto.

—No me cansaré, entiende que te amo, tú y nuestra hija son lo más importante que tengo.

—Júramelo, nena.

—Te lo juro, tienes que estar tranquilo.

—Y si vuelvo a la vida, ¿Me juras que tendremos otro bebé? —Recordaba muy bien que ella había dicho que no quería más hijos, pero él de verdad los deseaba y estaba claro que no perdería la oportunidad para dejarla embarazada.

—Sabes lo que sufrí.

—Pero ya pasó, quiero tener otro bebé, nena, quiero tener muchos hijos.

—Suzy tiene recién 5 días y ya quieres más hijos.

—Por favor, hermosa, prométeme que me darás otro hijo si vuelvo a la vida.

—Te lo prometo —Dijo en un suspiro.

—Gracias, mi amor, yo te prometo que me pondré lo mejor de mi para aprender todo de esta época, aunque debes tenerme paciencia.

—La tendré, y estaré muy feliz de enseñarte todo lo que hay en esta época, aunque el asunto de la medicina no te puedo enseñar nada, podrías estudiar para ser doctor en esta época.

—No es mala idea, así soy el único que te revisará cuando quedes embarazada, no creas que estaba muy feliz cuando ibas a ver a otros doctores.

—No seas celoso, no hacía nada malo, además ellos me trataban con respeto.

—Yo te trataría con mas respeto, hermosa, luego de revisar si todo está bien, te haría el amor.

—No lo dudo, ya te conozco, se que aprovecharías cada oportunidad. —El rio, pero luego aquello desapareció.

—Mi amor, creo que nunca te lo he dicho, pero por favor, perdóname.

—¿Qué te perdone? —Preguntó sin entender.

—Cuando llegaste a esta casa te maltraté mucho pensando que eras... Tiffany. —dijo totalmente arrepentido.

—Eso ya no tiene importancia, te perdono por todo aquello.

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