Girls like girls [ Allison Argent ]

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7. Hombres Lobo

Aún después de una exhaustiva búsqueda Kriss no se daba por vencida. Le parecía irracional que su amiga hubiese desaparecido como si nada. No sabía si debía sentirse molesta o preocupada.

Regresó a su cuarto con la última esperanza de que Sarah hubiese regresado, pero la pecosa no lo había hecho.

Las piernas de la pelinaranja le pedían un descanso, más ella se negaba a dárselo hasta encontrar a su amiga. Salió de nuevo, y fue cuando dio con ella.

Un grupo de adolescentes se encontraba enfrente del camión que los había traído, fue ahí cuando alcanzó a reconocer a Sarah entre ellos. Estaban rodeando a alguien más, quien sostenía algo que brillaba en sus manos.

Kriss no se acercó mucho. El objeto brillante fue lanzado lejos, el viento hizo que regresara e hiciera contacto un líquido —la pelinaranja dedujo que era gasolina— haciendo que se prendieran llamas. Kriss se dirigió allí corriendo, solo para encontrarse tres de los adolescentes tirados en el suelo y las dos restantes observando.

Sarah se giró a verla algo preocupada.

—Kriss, ¿qué haces aquí? —le preguntó. Los demás se giraron a ver y la atención se enfocó en ellas.

—Eso debería preguntártelo yo, ¿no crees? —Kriss pusó sus brazos en jaras sobre sus caderas y frunció el ceño—, te fuiste sin decirme nada, me asustaste.

—Lo siento —respondió su amiga y la tomó de un brazo para alejarla de allí—. Pero no es un buen momento.

—¿A qué te refieres con eso?

—¿Por qué no regresas a la habitación?

Kriss abrió la boca con toda la intención de responderle molesta, pero la cerró poco después. Quería llorar, estaba frustrada. Había buscado a Sarah por todos lados solo para que ella le dijera que volviera al cuarto. Le dió una última mirada y a todos los demás, deteniendose algo en los ojos cafés de Allison, quien también la miraba.

Kriss se dio la vuelta y se fue.

❤️

—No quiero saber, realmente no quiero saber —escuchó al entrenador murmurar—. Pero por si se perdieron el anuncio: la junta está cancelada. Regresamos a casa. ¡Suban! ¡Suban!

Todos subieron al autobús de poco a poco. Cuando Kriss logró entrar vio a Sarah, quien la miró con gesto arrepentido. La pelinaranja lo ignoró y se sentó sola.

El trafico no estaba tan mal como el día anterior, eso alegró a Kriss, quería llegar a su casa lo más rápido posible.

El asiento de su lado se hundió.

—Lo siento —Kriss decidió ignorarla—. Oye Kristal es en serio, me porté terrible ayer y te preocupé, lo lamento.

—Sé que lo lamentas.

—¿Entonces... me perdonas?

—¿Me vas a contar lo que sucedió? —Sarah estaba a punto de contestarle pero Kriss la interrumpió al adivinar sus pensamientos—. No me importa que no esté bien contestar una pregunta con otra.

—Te lo contaré —se miraron un momento—. Pero no ahora.

—¿Cuándo?

—Cuando lleguemos a casa.

❤️

—¿Estás muy segura?

—Total y absolutamente segura, ¿cuántas veces más debo decírtelo?

—Esto va a cambiar tu forma de ver las cosas.

—Solo habla, Sarah.

Sarah se aclaró la garganta y se puso increíblemente seria. —Tú estabas presente una vez...

—¿Yo? ¿Presente? ¿Cuándo?

—Si quieres que te cuente, cállate —Sarah siguió después de un "no había necesidad de ser grosera" por parte de Kriss—. Con Isaac, cuando se transformó en el almacén, tú estabas ahí.

—¿Quién te dijo eso? ¿Cómo sabes lo qué pasó?

—Él me lo dijo —Kriss iba a interrumpir pero Sarah se adelantó—. Y lo sé porque me ha pasado también.

—¿Qué estás intentando decirme?

—Soy como Isaac. Somos lo que se conoce cómo... —Sarah dudó—, Hombres Lobo.

Holaaa, qué tal?

El capítulo no me gusta pero no quería abandonarlas/os. Tengo muchísimos trabajos y la siguiente semana exámenes. Por ello trataré de subir algo más este fin, va a compensar que en este no haya salido Allison, lo prometo