VI

18 1 0
                                    

-Vamos Carla- le puse la blusa inmediatamente- se nos va a hacer tarde.

-Pero, si todavía falta un buen rato para que llegue tu papá del trabajo- me contestó Carla mirándome fijamente.

-¿Me vas a ayudar sí o no?- le dije sentidamente.

-Está bien- me sonrió y salimos rápido de su casa.

*todo el tiempo que duraron en caminar de la casa de la Carlangas a la de Phillipsis :v*

-Mamá, ya llegamos- le dije. Ella no sabía nada al respecto, ni siquiera conocía a Carla; durante todos estos años mi papá le estuvo llegando de mierda la cabeza a mamá, hablándole mal de todos.

-Hola hija- mamá se acercó a Carla y le besó la mejilla- hasta que conozco a la novia de Phillips, bien escondida te tenía- se rió.

-De seguro Phillips tuvo sus razones- sonrió Carla.

-Bueno,- interrumpí- como todavía no llega papá, te voy a ayudar a poner la mesa a gusto de que no me digan niña- sonreí fastidiado.

No pasó mucho tiempo cuando vimos que alguien había abierto la puerta, era papá.

-Hola, hola- saludó- ¿quién es esta muchacha tan bonita- me sonrió.

-Es... mi... novia, papá- dije con dificultad.

-Mucho gusto señor, es un placer conocer al padre de Phillips, m-i n-o-v-i-o - recalcó.

Vi a mi padre muy feliz, hace mucho tiempo que no lo veía así al igual que a mamá. Me pregunto qué hubiera pasado si en vez de presentarles a Carla, les hubiera presentado a Ángel.

Nos sentamos, esperando la comida.

-Y cuéntenos- dijo papá para quebrantar el silencio- ¿cuándo empezaron a ser novios, que jamás me dijiste Phillips?

-Este...- pensé algo rápido- desde hace dos semanas, papá.

-Sí- añadió Carla- nos conocimos en el salón de clases- sonrió.

Papá comenzó a hacerle muchas preguntas a Carla, algunas buenas, otras malas, otras vergonzosas y otras rídiculamente malas.
Rápidamente pasó el tiempo, ya dando la noche; Carla debía llegar temprano a su casa, no porque sus padres la regañaban, de hecho ni siquiera tenía padres. Se habían muerto en una accidente automovilístico [JAJAJA, un chiste negro cx *c queda sin su cartera:v*] pero lo importante que debía hacer era alimentar a sus mascotas. Lo triste de todo ésto es que, Carla lo único que tenía era: dos perros, un gato, un perico, a su tía y a mi.

-Papá, Carla ya debe irse- le dije mientras me tocaba la frente estresado.

-Pero, ni siquiera se dieron ni un abrazo- nos miró.

-Carla y yo somos muy reservados, no lo hacemos en público- dije frustrado.

-No hijo, no me hagas pensar mal. Vamos, dense amor o yo qué sé.

-Mamá, dile a papá que está poniendo incómoda a Carla- la miré.

Mamá hizo señas de que la besara para que dejase de molestar papá.
Miré a Carla desesperado, después miré sus labios, después sus ojos y así sucesivamente.
Juro que no quería hacerlo, y no solo porque me disgustaba si no porque le estaría siendo infiel a Ángel.
Joder, Carla comenzaba a acercarse a mi, la miraba con horror, en eso, cerró sus ojos y yo igual.

Cómo aprender a no amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora