XVI

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Me levantó cuidadosamente de la cama Ángel y me llevó hasta fuera de la habitación.

-¿Qué hace ella aquí?- me miró con una sonrisa de oreja a oreja que daba miedo.

-Ella- le dije- ella sólo se quedó a dormir, ¿vale?

-¿Crees qué soy estúpido, no?

-Nadie ha dicho lo contrario- sonreí.

-Ya estoy harto- se agarró el cabello para arriba- tú y tu amiguita Carla se pueden ir a tomar por el culo.

-Está bien- sonreí- me puedes mandar a tomae por el culo por ver que dormí con mi mejor amiga sabiendo perfectamente que no me atrae, ¿pero tú? A mi no me haces pendejo, mil veces me dijiste que eras gay, y no, ERES BISEXUAL, ¿NO ENTIENDO POR QUÉ ME MENTISTE? No encontraba nada de malo, sólo que me engañabas. Y todo este maldita tiempo estuve engañado. POR TI- lo llevé hasta la entrada- ahora, vete por favor.

Ángel se quedó callado. No sabía que decir pero aún así no se iba.

-Vete- lloré- ¡POR FAVOR, VETE! ¡YA NO QUIERO TENER UNA RELACIÓN CON NADIE!

-Perdón- susurró y finalmente se fue.

Al cerrar lentamente la puerta, Carla estaba detrás mío.
Tenía una cara de sorprendida, y vaya que debía estarlo.

-Lamento si te desperté con la discusión- me sequé las lágrimas- creo que ya es hora de que te vayas a duchar, ¿no? Creo que hay ropa tuya en mi habitación, ¿ve y checa, no?

Y ella asintió sin rezongar algo.

Cómo aprender a no amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora